Jesús Camacho Segura. ExSecretario General de CCOO – UP de CR-.- Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas no protesté, yo no era sindicalista…”. (Martín Niemöller. Poema atribuido a Bertolt Brecht). No puedo callarme. No puedo asistir impasible a la “torticera” operación de acoso contra CCOO en el Ayuntamiento de Puertollano. Asisto, como muchos, al debate sobre la negociación de la RPT correspondiente al personal funcionario –excepto los policías municipales que ya consiguieron la suya y vino acompañada de una subida general de complemento para todos y cada uno de ellos-.
No me puedo callar. La junta de Personal del Ayuntamiento está conformada por 13 representantes sindicales (11 repartidos entre CSIF, SLP, UGT y sólo 2 de CCOO), resultado de las elecciones sindicales. Y, ahora, con ocasión de la negociación de CSIF, UGT y CCOO, con el equipo de gobierno para modificar y adaptar una nueva RPT, aparece de forma infundada, que no estimo de manera improvisada, la teoría de la “Unanimidad” enarbolada por el propio Alcalde. Es decir, para que el personal funcionario disponga de una nueva organización funcional y salarial es condición imprescindible que todos los sindicatos la suscriban, o sea que se lanza la regla de la “aprobación de todos” o no se presenta para su tramitación en Mesa General y posterior paso al Pleno de la Corporación Municipal.
Nada es inocuo, nada es inocente, el Sr. Alcalde sabe lo que hace. Pretende utilizar su acuerdo con la firma de todos, para golpear dialécticamente a oposición política de la Corporación Municipal, porque no quiere que vaya a Pleno si no hay “UNANIMIDAD”. Un tránsito que, a su vez, incita los ánimos de la plantilla contra el sindicato que muestra sus diferencias y considera inacabada la propuesta del equipo de gobierno, porque entiende que hay desajustes, hay puestos sobrevalorados y otros infravalorados. Una opinión autónoma, conformada desde su posición sindical, esté acertada o desacertada.
La falta de respeto del Alcalde a los representantes sindicales de CCOO, su persistente invocación al “todo o nada”, ha generado un daño reputacional al sindicato y el miedo sobrecoge a otras opciones sindicales que no quieren que se retire la propuesta de RPT, estimando que ya podían decidir sobre la misma. En ese debate CSIF y UGT elevan una consulta, – CCOO consideró que no se debería hacer hasta tanto no esté la RPT revisada, cerrada y mejorada, y no participa-. El sindicato entendía que no habría que precipitarse y habría que esperar su elaboración definitiva, porque aún hay flecos.
Los acontecimientos que se han ido sucediendo me llevan a criticar al Alcalde, a su equipo de gobierno, porque su intervención, sus declaraciones, han sido en gran medida las que han provocado un acoso antisindical contra CCOO. Sostener, de forma engañosa, la necesidad de esta nueva y única fuente de derecho laboral para la toma de decisiones: “LA UNANIMIDAD”. Una total falta de respeto a una organización sindical que tiene legitimación para decidir en un proceso negociador. Una actitud irresponsable que burla la inteligencia, que no acepta la regla de la mayoría que le aseguran la nueva RPT, firme o no firme CCOO (en la Mesa General contaría con 11 votos favorables de los 13 votos sindicales que se emitirían).
Si yo fuera dirigente sindical, que hoy no lo soy, si yo fuera representante sindical de CCOO en el Ayuntamiento de Puertollano, que nunca lo he sido, no firmaría nada. Expondría en acta mis consideraciones, las insuficiencias de la propuesta y me abstendría en la votación. Si, en ese supuesto, el Sr. Alcalde, se niega a seguir su tramitación a pesar de constar en acta el voto casi “unánime” de la representación sindical, podría estar deslizándose a un ilícito administrativo o penal, rayando la prevaricación.
El lema ¡RPT YA!, auspiciado en la concentración, del pasado lunes, se debería lanzar contra quién quiere atropellar el derecho sindical y el sentido común, los trabajadores y trabajadores no pueden dejarse manipular por quién o quienes tienen intereses “espurios” en esta negociación. Yo también me apunto al lema, pero para reclamarlo al equipo de gobierno. No se inventen reglas condicionantes, porque no se ajustan a derecho. No se puede admitir que se pretenda la sumisión y la humillación – pasar por las horcas caudinas- a ningún sindicato, ni a ningún representante sindical.