El giro necesario en Cabezarrubias del Puerto

José Castañeda Sánchez. Secretario General PSOE Cabezarrubias del Puerto. Durante más de una década, Cabezarrubias del Puerto ha vivido atrapado en una gestión municipal caracterizada por la pasividad financiera, entre otras anomalías democráticas. Bajo el gobierno de Izquierda Unida, la deuda viva municipal apenas se movió: de los 361.000 euros registrados en 2012, a poco más de 302.000 euros en 2023. Once años de gobierno de IU, para reducir un 16% la deuda viva. A cualquier observador con un mínimo de rigor le queda clara una cosa: no hubo voluntad política real para sanear las cuentas.

A esta inacción se suma otro hecho inquietante: el nuevo equipo de gobierno socialista, que asumió el gobierno tras las elecciones de 2023, se encontró con deudas heredadas con la Diputación Provincial que rondan los 80.000 euros. Compromisos financieros arrastrados, que revelan una irresponsabilidad preocupante por parte de las anteriores corporaciones de IU.

En contraste, el nuevo gobierno del PSOE ha hecho en dos años, lo que Izquierda Unida no consiguió en más de diez. En 2023 y 2024 se amortizaron más de 51.000 euros, lo que supone una reducción del 17% de la deuda viva en apenas dos ejercicios, que contrastan con la reducción del 16% en más de diez años por parte de IU.

Es importante señalar que, en un pueblo de menos de 500 habitantes, cada euro cuenta. En 2023, la deuda per cápita se situaba en 587 euros, una de las más elevadas entre municipios de su tamaño en la provincia de Ciudad Real. Esa cifra no era una simple estadística: era el reflejo de una hipoteca sobre el futuro de todos los vecinos.

Algunos dirán que la deuda pública es inevitable, que forma parte de cualquier gestión municipal. Y es cierto. Pero hay una gran diferencia entre endeudarse con criterio y arrastrar deudas durante años sin dar explicaciones ni soluciones. Esa diferencia es la que hoy marca el nuevo rumbo de Cabezarrubias del Puerto.

Lo que el actual gobierno municipal socialista ha demostrado en apenas dos años que con valentía, planificación y responsabilidad, sí se pueden cambiar las cosas. Y eso, en un contexto rural muchas veces olvidado, no es solo un gesto técnico: es una declaración política.

Porque gobernar no es sostenerse en el poder a cualquier precio, es asumir compromisos, incluso los incómodos. Gobernar es limpiar lo que otros ensuciaron. Gobernar es dar la cara y, los socialistas en Cabezarrubias del Puerto la damos.

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