Antiguos trabajadores se reúnen en el 25 aniversario del cierre de la Mina María Isabel de Puertollano

Jesús Manuel Jiménez Hernando.- En junio de 2025 se cumplen 25 años del cierre de la Mina María Isabel, última explotación de carbón privada en funcionamiento en la cuenca carbonífera de Puertollano. Para celebrar esta efeméride casi una veintena de antiguos trabajadores se reunieron el pasado día 27 de mayo en los terrenos de la mina, ahora convertidos en una instalación agropecuaria. Tras brindar por los compañeros fallecidos, con un vino de autor elaborado por uno de los trabajadores, se procedió a realizar una visita por los terrenos restaurados donde afloró el rico y variado anecdotario tras veinte años de actividad (1980-2000).  A continuación se celebró una comida de confraternización en el restaurante el Rubio, transcurrida la cual se adquirió el compromiso de proseguir con esta costumbre a futuro.

La concesión de explotación para mineral de carbón denominada “María Isabel” fue otorgada el 17 de noviembre de 1874 a favor del III Conde de Montarco (Eduardo de Rojas y Alonso) y quedó registrada con el número 3.094. La inscripción se realizó para una extensión de 36 hectáreas repartidas a lo largo de un rectángulo de 1.200 m. (dirección norte-sur) por 300 m. (dirección este-oeste). La concesión “María Isabel” se situó íntegramente dentro del denominado Ovalo Sur, en la zona central de la cuenca carbonífera de Puertollano, donde las capas adoptan forma de sinclinal con fuertes buzamientos en el sur y más suaves en el norte. Los trabajos de preparación comenzaron en 1875 sin embargo, la escasez de medios materiales y humanos y el bajo conocimiento geológico y minero, ralentizaron la entrada en producción hasta 1882. Las primeras producciones se obtuvieron en la parte norte de la concesión a través del pozo “María Isabel”, tratándose de labores más o menos anárquicas buscando información precisa sobre la potencia y calidad del carbón. En un principio la extracción sólo se realizó en el denominado Banco Superior de la capa Primera (1,7 m. de potencia) por encontrarse a menor profundidad y poseer mejor calidad que el resto (menor contenido en cenizas y mayor poder calorífico). En una segunda etapa, hacia 1916, se inició la explotación del Banco Inferior (1,9 m. de potencia) disponiéndose además de otros dos pozos de extracción: “San Emilio” hacia la mitad de la concesión y “Norte”.

En esta época la concesión fue arrendada a la Sociedad Minera y Metalúrgica de Peñarroya (SMMP) que fue quien se encargó de beneficiar, además, las capas Segunda y Tercera (situadas 100 m y 140 m por debajo de Primera, respectivamente) aprovechando las infraestructuras de la vecina concesión “Asdrúbal”, propiedad de ésta. Después de atravesar diferentes ciclos en función de las coyunturas nacionales e internacionales, la mina María Isabel se cerró en 1965, tras 90 años minería subterránea por el sistema de cámaras y pilares. La crisis del petróleo de 1973 impulsó el empleo del carbón para la generación eléctrica en la Central Térmica de Puertollano, construida en 1972 y propiedad de la “Compañía Sevillana de Electricidad S.A.”. Por este motivo los concesionarios se plantearon la posibilidad de reexplotar, desde superficie, lo que quedaba de la capa Primera ya que el resto de las capas, al encontrarse muy profundas, no permitían su laboreo a cielo abierto. Las grandes dificultades experimentadas por la SMMP en el beneficio del Banco Inferior, como consecuencia de haberse extraído con un techo ya minado, y el hecho de tratarse de un carbón de fácil combustión, obligaron a dejar sin explotar determinadas zonas, para seguridad y protección de galerías y pozos de extracción y para el aislamiento de fuegos incontrolados. La constatación de este hecho y el avance producido en materia tecnológica aplicado al desarrollo de explotaciones mineras a cielo abierto facilitaron el comienzo de una nueva etapa de explotación en la concesión “María Isabel”. El 15 de febrero de 1980 los titulares de la concesión suscribieron un contrato de arrendamiento a favor del empresario y emprendedor turolense Plácido Úbeda López que, demostrando una gran visión de negocio, disponía de la infraestructura y las habilidades necesarias para acometer esta tarea. En el período 1980-2000 Plácido Úbeda López benefició, a cielo abierto y por minería de transferencia, la capa Primera extrayendo 1.200.000 t de carbón con un movimiento de 22.000.000 m3 de estéril (ratio 18 m3 estéril/tonelada vendible). Los trabajos de restauración de los terrenos afectados por la actividad minera comenzaron en 1985 y finalizaron en 2000 con la recuperación de unas 70 ha de superficie.

La elección del ingeniero industrial Jesús Buj López (q.e.p.d.) como gerente fue el hito más importante para garantizar el éxito empresarial de este proyecto minero. A su sólida formación técnica se unieron sus dotes de liderazgo, su capacidad de adaptación y su habilidad en la resolución de problemas y en la toma de decisiones, logrando reunir un equipo de trabajo capacitado, motivado y experimentado para cubrir las cinco áreas fundamentales de actuación: explotación, tratamiento y lavado, mantenimiento, restauración y administración y gerencia. De esta manera, con una media de 25 trabajadores a lo largo de los 20 años de actividad, se consiguió realizar una explotación modélica y ejemplar desde el punto de vista técnico, social, económico y medioambiental.

Relacionados

spot_img
spot_img
spot_img
spot_img