Varios cientos de personas se han concentrado en la Plaza Mayor de Ciudad Real “por la paz y la vida” en Palestina, convocados a iniciativa de la comunidad educativa. Integrantes de las AMPA los colegios Cruz Prado, Jorge Manrique, Ferroviario, Dulcinea del Toboso, José María de la Fuente, del IES Maestro Juan de Ávila y la AMPA Rafael Alberti, de Miguelturra, profesores y otros miembros de la comunidad educativa se han movilizado porque “no se puede permanecer impasible ante la gravísima situación que vive la sociedad palestina, especialmente la infancia”.























Durante el acto se han exhibido pancartas y carteles alusivos a la penosa situación que padece el pueblo palestino, se ha dado lectura a un manifiesto y se ha guardado un minuto de silencio, roto por un aplauso de varios minutos de duración.
El comunicado al que se ha dado lectura denunciaba “los crímenes genocidas que el Estado sionista de Israel está cometiendo contra la población palestina con la matanza sistemática de niños y niñas inocentes y población civil”.
“La educación no debe ser neutral frente al sufrimiento humano – añadía-. Nuestra misión es formar personas libres, críticas y comprometidas con la justicia, la paz y la dignidad de todos los pueblos”.
El colectivo convocante ha condenado “enérgicamente” el uso de la violencia contra la población civil, especialmente contra la infancia, “que está siendo asesinada, mutilada y traumatizada en Gaza”. Además, ha exigido el cese inmediato de los bombardeos, el fin del bloqueo y el acceso urgente de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza.
Por otro lado, han reclamado a los gobiernos, instituciones educativas y medios de comunicación que actúen con responsabilidad, humanidad y justicia, y que no sean cómplices del silencio ni de la desinformación.
Asimismo, se comprometen a educar en la paz, la empatía y la solidaridad, y a no permitir “que el horror se normalice en nuestras aulas ni en nuestras conciencias”.
“Nos solidarizamos con el pueblo palestino y con todas las víctimas de la violencia, sin distinción de origen, religión o nacionalidad. Porque cada niño asesinado es una derrota para la humanidad. Porque la educación es un acto de amor y de resistencia. Porque no hay futuro sin justicia. Nosotros y nosotras no podemos dejar de hablar de Palestina y del genocidio que se comete con su pueblo. Debemos dar visibilidad a esta situación y unirnos para exigir que pare la masacre”, concluía.