Un veterinario de Ciudad Real ofrece varios consejos sobre cómo ayudar a tu perro con las alergias

Si últimamente has visto a tu perro chuparse mucho las patas o rascarse más de lo normal, es posible que tu mejor amigo tenga una piel sensible y le esté afectando algún alérgeno. Y es que, aunque es un problema que les puede afectar durante todo el año, con la llegada de los días cálidos y tras un invierno más húmedo de lo habitual, se ha notado una mayor concentración de polen, ácaros y otros alérgenos que afectan tanto a humanos como a peludos. Y teniendo en cuenta que en Castilla-La Mancha tenemos 450.000 hectáreas de olivo, si nuestro perro sufre hipersensibilidad a su polen, debemos tenerlo muy en cuenta.

El veterinario ciudadrealeño, Francisco Jesús Almodóvar, explica que para saber si nuestro perro tiene hipersensibilidad a algún alérgeno debemos comprobar, además de los picazones, “el enrojecimiento de su piel en zonas como las axilas, el interior de los muslos y entre los dedos de sus patas”. Esos son los principales síntomas con los que acuden al veterinario los perros con piel sensible, y los tutores de éstos debemos tener en cuenta que es una situación muy molesta, estresante y frustrante para ellos.

1 de cada 8 perros

1 de cada 8 perros tiene dermatitis atópica, y debemos saber que se trata de una enfermedad crónica que hace que la piel se inflame e irrite, y aunque sí que es verdad que puede irle mejor o peor dependiendo de la época y los alérgenos que se encuentren en el ambiente, es una enfermedad con la que tu perro tendrá que convivir de por vida, y habrá temporadas en las que resultará frustrante también para ti, que no darás con la solución para aliviar a tu pequeño. “En primavera y verano, como el clima es más seco, puede predisponer a que los animales que tengan tendencia a esa hipersensibilidad empeoren”, explica el veterinario, quien asegura que “lo mejor que podemos hacer si nuestro perro tiene hipersensibilidad es que, en las épocas que hay mayor concentración de polen, mantengamos al animal dentro de casa, sobre todo al atardecer”. Esto puede resultar difícil, sobre todo en el verano castellanomanchego, ya que es cuando baja un poco el calor, y nos permite disfrutar mejor de los paseos con nuestro peludo, por lo que el veterinario nos ofrece una segunda opción: “Minimizar el contacto con los alérgenos a los que sea sensible tu perro”. Porque nosotros mismos podremos ver si el contacto con una planta le ha provocado un eccema, o si ha comenzado a rascarse después de estar en contacto con el polen de los olivos u otras plantas.

Otra forma de ayudarles es “dándoles baños frecuentes usando productos que disminuyan la irritabilidad de la piel”, aconseja.

Cómo podemos evitar los picores
Aún que ya hemos visto algunas formas de ayudar a nuestro perro con la sensibilidad cutánea, el veterinario ciudadrealeño nos ofrece algunos consejos para calmar el picor, porque cuando tienes un animal con una patología cutánea, el problema no solamente radica en la piel, sino que debemos asegurarnos de que sus defensas pueden generar una respuesta adecuada al estímulo de los alérgenos. ¿Y cómo lo vamos a hacer?

  1. Recuperando su barrera cutánea: “Debemos conseguir que las células cutáneas sean capaces de evitar que los alérgenos entren en el sistema defensivo del perro, y eso lo haremos aportándoles vitaminas, aminoácidos esenciales y oligoelementos que le ayuden a reparar las células de la piel”, explica el veterinario.
  2. Modulando la respuesta inmunológica: “Debemos aportarles vitaminas del grupo B para que el sistema inmunitario del perro no tenga que reaccionar de forma agresiva a esa alergia que le pueda ocasionar”, asegura Francisco.
  3. Fortaleciendo la barrera intestinal: Y es que al igual que en la piel, “los alérgenos ambientales, proteínas de la comida, virus, bacterias… también penetran a través del sistema digestivo del perro”, comenta el veterinario, quien asegura que por eso debemos fortalecer su barrera intestinal.
  4. Manteniendo una microbiota equilibrada: Para mantener esa barrera intestinal adecuadamente las bacterias que viven en el intestino deben ser las correctas para mantener una microbiota equilibrada que mejore la salud defensiva del animal y los alérgenos que le provoquen esa picazón.

Todo esto lo podremos conseguir a través de una alimentación adecuada y algunos suplementos alimenticios: “Con una alimentación natural y de calidad, bien cocinada o bien cruda, que le proporcione las herramientas necesarias para modular su sistema inmunológico, y así podremos conseguir que nuestro perro esté protegido de los alérgenos”, asegura Francisco, quien añade que, a los perros con sensibilidad en la piel, en esa alimentación debemos añadirles suplementos alimenticios. Y es que, al igual que los humanos tomamos suplementos cuando tenemos alguna deficiencia vitamínica, los perros también pueden y deben hacerlo. “En este caso deberemos darles suplementos que le ayuden a generar esa función de reparación, a la vez que generan esa función de calma de picor, como pueden ser PicorFix de Silverwoof que nosotros recomendamos”, explica.

Así pues, con todos los consejos recibidos de Francisco, podremos conseguir que nuestro perro mejore con sus picores, pero aun así, siempre se recomienda acudir a un profesional veterinario para ver qué es lo que mejor le vendría a tu perro: “Hay animales que necesitan todo: dieta natural, baños, suplementación con productos que ayuden a mantener esa barrera cutánea, una barrera intestinal fuerte…, y hay animales que necesitan solo una de esas terapias de forma puntual, como la acupuntura. Sino trabajamos en buscar el porqué su organismo reacciona frente a algo que no tendría que reaccionar, como es un polen o ácaros del polvo, tendremos que tener al animal toda su vida medicado, y llegará un punto en que o la medicación deje de hacer efecto o se desequilibre otro sistema”, explica.

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