La distinción honorífica a peñas de Almodóvar del Campo irá este año para ‘Quitapenas’

La Peña ‘Quitapenas’, que este año celebra sus 30 años de feliz andadura, va a tener la ocasión de celebrar por todo lo alto tan especial efeméride por venir acompañada del reconocimiento que, cada septiembre, otorga el Ayuntamiento a estas formaciones tan identitarias de la Feria y Fiestas de la localidad.

Una distinción que, como avanzan sus miembros, van a recibir “con gran satisfacción y orgullo” cuando en la noche inaugural de las celebraciones, el sábado 13 del próximo mes, salgan al escenario y tengan la oportunidad de dirigirse al público asistente, si bien ya se muestran agradecidos por haber sido elegidos.

Y es que la comunicación que les trasladaba en este sentido el edil de Festejos, Roberto Donoso, ha sido asumida con “mucha alegría”, por cuanto este honor ya se había otorgado a otras peñas veteranas y sentían que “algún día podía llegar nuestro momento”.

Su distinción este año lo interpretan como una validación de su trayectoria y de su “contribución”, no solo a las fiestas de Almodóvar, sino también a otros eventos y festejos de la localidad, pues se sienten además muy comprometidos con las tradiciones locales.

Yendo a sus orígenes, la trayectoria de ‘Quitapenas’ es testimonio de cómo la confluencia desde otras peñas y grupos de amigos fructificó en una formación sólida y mayor que, en torno a las fiestas septembrinas, cimentó una amistad que perdura hasta el día de hoy, extendiéndose incluso a la siguiente generación, pues sus hijos también son amigos.

El peculiar nombre de la peña homenajeada este 2025 tiene su origen, admiten, en esa bebida emblemática que es un chupito de licores y zumo al que se le quemaba el alcohol para quitarlo antes de consumirlo y, en este contexto de alegría y confraternización, se decidió asumirlo como denominación.

Además, su logotipo, el ‘caduceo’, que según relatan desde ‘Quitapenas’ es símbolo de la Medicina, refuerza esta idea, aludiendo a la buena salud y, por ende, a un buen estado de ánimo que “quitarse las penas”, algo que es de obligada asunción durante las fechas de las celebraciones principales en Almodóvar del Campo.

A lo largo de sus tres décadas, la peña ha experimentado un crecimiento constante, incorporando a familiares, más amigos, parejas y, como queda dicho, a hijos, siendo unos sesenta ya, 34 adultos y 24 menores. Una evolución que la ha consolidado como una de las peñas más antiguas, numerosas y solventes de la localidad.

Hoy día los adultos, que entre ellos mismos denominan ‘Soci@s Quitapenas’, cuentan con unas edades comprendidas entre los 40 y 45 años, la mayoría nacidos en la década de los 80 del pasado siglo, en tanto que los menores de edad oscilan entre 1 y 12 años.

Otro dato distintivo es la diversidad geográfica de sus miembros, ya que no todos residen en Almodóvar del Campo, pues muchos están repartidos en siete provincias y once municipios diferentes, lo que subraya el fuerte vínculo que los mantiene unidos más allá de la distancia.

Evolución desde los inicios

En su inicio, cuando los recursos económicos eran limitados, “comprábamos poquitas cosas porque no teníamos mucho dinero. Además, no siempre comíamos en la peña, tampoco bebíamos alcohol y nuestro local era el inmueble de uno de nuestros familiares nos lo dejaba pero que tenía que cambiar año tras año”, recuerdan sus fundadores sobre aquellos ya lejanos inicios.

Hoy, en cambio, tienen local permanente desde hace años y equipado completamente con electrodomésticos, mobiliario, menaje e, incluso, acceso a internet, además de regir su funcionamiento orgánico por estatutos internos, estableciendo sistemas de votación y cuantías económicas, hasta las normas de comportamiento y utilización de los enseres.

La financiación se articula a través de dos cuotas, una fija que sufraga las mejoras y nuevas instalaciones, y otra variable, destinada a los consumibles de fiestas, ajustándose esta última a los días de asistencia de cada miembro.

Cada verano, la peña celebra una reunión para planificar mejoras y necesidades de cara al nuevo periplo festivo, en la que además deciden el diseño y confección de una prenda nueva que, siendo cada año distinta, identifica con sus emblemas a sus miembros durante las fiestas.

La adecuación del local la realizan el fin de semana previo a las celebraciones y se desmonta el fin de semana posterior a la clausura, garantizando entre ambos el disfrute íntegro de los nueve intensos días festivos.

Fundamental, como en todas las peñas, es la cocina donde se preparan tanto las comidas como las cenas diarias y que, al ser tantas, se organizan hasta nueve grupos rotatorios, cuyos integrantes respectivos se van ocupando de las compras, de la confección de cada guiso o menú, así como de la imprescindible limpieza.

“Cocinamos a diario en la peña (comida y cena) porque entendemos que fomenta la convivencia”, afirman, destacando “honestamente” el “gran nivel” culinario alcanzado hoy día, con una variedad de platos como caldereta, paella, arroces melosos, sopa y cocido completo, fideuá, patatas con choco, albóndigas, migas, pescado al horno, carrilleras, asados y… puntos suspensivos.

Orgánicamente, ‘Quitapenas’ tiene un esquema sencillo con hasta tres responsables que gestionan las finanzas y las compras, si bien son todos los componentes quienes contribuyen a montar y desmotar todo lo que se mueve en fiestas de septiembre.

Los cargos son rotatorios y elegidos por votación o voluntariado. Actualmente, desde 2017, la directiva la encabezan Carlos A. Gil Nevado, como presidente y David Guarnizo Gijón-Bonales, como vicepresidente.

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