Fermín Gassol Peco.- Las bicicletas si son para el verano. Y desde hace varios años las camisas de manga larga parece que también. Hubo una época cuando las camisas sólo eran así por la cómoda y versátil posibilidad de poder llevarlas más o menos remangadas según corriera el “biruji”; desde aquellas que se arrugaban con mirarlas cuando la arruga todavía no era bella hasta las de tergal que no se arrugaban ni ante las circunstancias más adversas.
Pero como las modas han de cambiar para poder vender más, se idearon las camisas de manga corta con otro sentido de la estética y funcionalidad. Hoy, sin embargo, la camisa de manga larga es un atuendo de moda muy utilizado por los hombres de nuestras ciudades, aunque el termómetro marque los cuarenta. La estética quizá salga ganando, pero las axilas seguro que no tanto.
Las camisas siempre han sido una nota de distinción; pero sucedía que las de manga larga se llevaban más para vestir con traje o jersey, eran como nuestra segunda piel o a veces la tercera si además vestíamos camiseta y siempre contenían un trasfondo de seriedad y monotonía en los colores. Las de manga corta estaban pensadas para las épocas de calor y presentaban colores más atrevidos y sofisticados, al fin y al cabo, tenían su origen en países más cálidos y tropicales. Hoy las camisas de manga larga se fabrican también pensando en ser exhibidas en toda su plenitud sin ropajes que las escondan, se han convertido en prendas con personalidad propia y no en unas teloneras del vestir.
En invierno raro es ver ya en las oficinas a los empleados con la chaqueta puesta por mor de las calefacciones, además de que en mangas de camisa el trabajador parezca que está más por la labor. Esa moda se ha hecho ahora extensiva al verano y a las calles, aunque la diferencia de quien las lleva por gusto o con disgusto consiste en llevarlas por estética u obligación.
El llevar camisas de manga larga durante el verano comenzó en Italia (donde me encuentro) que es donde nacen todas las modas, pero como hoy se viaja mucho la idea fue copiada hace ya unos años por aquellos que constituyen la” crême” y se ha propagado con tanta rapidez entre el público masculino en general que hoy si no vistes camisa de manga larga…Y es que la moda es la moda, la estética es la estética y como no, el ahorro es el ahorro porque ahorrativo es también llevar las mismas camisas en invierno y en verano. Camisas para todo tiempo.
Así me lo decía una conocida; yo no aguanto a un hombre con camisa de manga corta. Bien se pone un polo o una camisa de manga larga, lo demás es una afrenta al buen gusto. Y redundaba más aún en esa fea costumbre de llevar chaqueta y una camisa con manga corta asomando el “peluco” con los pelos de la muñeca.
…O sea, comentarios veraniegos banales en la cubierta de un crucero, aunque si tenemos sentido de la estética, peor aspecto, aunque sea más cómodo, ofrece llevar una camiseta sin mangas, marcando bíceps y asomando los pelos…de los sobacos…
Yo, aun no me la he puesto, porque ni marco ya musculatura, ni tengo ganas de ir al gimnasio para tenerla.