El Consejo de Gobierno ha aprobado la declaración como Bien de Interés Cultural, con categoría de Monumento, de la Casa de los Vasco en Valdepeñas (Ciudad Real). Así lo ha anunciado la portavoz del Ejecutivo regional, Esther Padilla, quien ha señalado que se trata de un inmueble de gran valor patrimonial, considerado uno de los escasos ejemplos conservados en la localidad de casona solariega de época moderna.
La Casa de los Vasco constituye un importante ejemplo de la arquitectura barroca popular. La consejera ha detallado que, a lo largo de su historia, fue habitada por las élites locales, desde oligarcas con altas dignidades municipales hasta miembros de órdenes militares y que, posteriormente, fue utilizada por la burguesía decimonónica y, en la segunda mitad del siglo XX, como centro educativo. “Es un reconocimiento a un legado arquitectónico que nos habla de la vocación agraria y manufacturera de aquella sociedad y de la evolución histórica de Valdepeñas”, ha explicado Padilla.
Características del edificio
El inmueble destaca por la sobriedad de su fachada original, apenas modificada, con acceso y zaguán de reminiscencias islámico-mudéjares. Presenta un patio central con seis columnas toscanas, vigas de madera y cubiertas con bovedillas, además de una capilla barroca privada en la planta superior con pinturas cenitales. Entre sus elementos más singulares figuran los patios exteriores, el oratorio orientado al este y la cueva-bodega subterránea, con espacio para una docena de tinajas.
Aunque actualmente se encuentra en estado de abandono, la portavoz ha aclarado que no está en situación de riesgo y que el Ayuntamiento ya ha tomado medidas para rehabilitarlo. Asimismo, ha señalado que esta declaración como Bien de Interés Cultural permitirá impulsar su conservación y restauración.
Desde que gobierna Emiliano García-Page se han declarado o incoado 84 Bienes de Interés Cultural, 17 de ellos en la actual legislatura, “lo que demuestra el interés de este Ejecutivo por seguir conservando nuestro patrimonio material e inmaterial, monumental y natural”, ha apuntado Padilla, quien se ha mostrado convencida de que “a lo largo de la legislatura seguirán engrosándose las listas de estos bienes”.
La declaración de BIC garantiza la protección legal del edificio, de manera que se impide su alteración o destrucción sin autorización de las autoridades competentes. Además, contribuye a la investigación científica y educativa, potencia la identidad local y puede convertirse en un atractivo turístico que beneficie a la economía de Valdepeñas y de la región.