Israel y un festival clónico y hortera

Manuel Valero.- A riesgo de resultar pelmazo lo repito. La evolución humana desde la caverna adosada con vistas a una buena charca hasta este momento, justo cuando usted lee estas líneas, se resume en que podemos ver el horror, la destrucción y lo peor de nuestra  condición, por la televisión, en casa o en el bar mareando un hueso de aceituna. Y así en planos secuencia inigualables miramos con qué desgana se derrumba un edificio bajo las bombas, cómo corre la multitud hambrienta que hormiguea sobre los camiones humanitarios y huye espantada tras ser balaceada por francotiradores. Podemos escuchar la ira de un hombre que lo ha perdido todo, los alaridos de una madre con su hijo muerto en los brazos, y el llanto inconsolable de un niño perdido en medio del horror y los escombros. Y lo vemos todos los días. En esto consiste también el progreso de la inteligencia humana.

Menudo cambio. ¿Hay una explicación racional, incluso desde el punto de vista existencial o filosófico, para que asistamos a esa función infernal? Uno asiste atónito al hecho incontestable de que la Historia de la Humanidad es sobre todo la Historia de la Guerra. Es cierto que el hombre ha creado obras maravillosas, arquitectura de una belleza matemática, pinturas de todos los estilos, partituras arrebatadoras…  

La inteligencia humana, creativa y creadora de joyas admirables, lo fue también inventora de armas cada vez más sofisticas. El reloj de la evolución aceleró y con ello la perfección militar y las armas letales de destrucción invasiva. Hasta que llegó el siglo XX y el mundo conoció las atroces dimensiones de la pulsión  diabólica de la raza humana. Finalmente el hongo apocalíptico brotó en Hiroshima y Nagasaki.  La guerra es una constante que hunde sus asquerosos pies en lo más profundo de nuestra naturaleza, como si fuéramos un letal fallo de fábrica.

Y ahora Israel.

Cuando éramos niños y dábamos clase de religión estudiábamos el periplo del Maestro por la Israel bíblica. Y hoy, justo en este momento, Israel con el mismo nombre que cuando el reino salomónico se dividió en dos, el otro fue Judá, aparece de nuevo por la televisión mostrando en episodios diarios cómo la antigua tierra que pisó el hombre que partió el tiempo en dos es masacrada hasta los zócalos, sumida en una espiral de violencia interminable.

El 8 de octubre de 2023, Israel fue atacada en un acto de terror que mató a más de mil hombres, mujeres y niños y tomó cientos de rehenes. Todos temíamos la respuesta de Israel. Pero jamás pensamos que el actual gobierno del Likud llegara a tanto. A un genocido, si, (eliminación sistemática de un grupo humano por razones de raza o religión). Los responsables son, por eso, los fundamentalistas de Hamas que  provocaron  a Israel a sabiendas, y Netanyahu por su gigantesca respuesta de demolición y muerte.

El problema eterno del actual estado de Israel enclavado en suelo bíblico permaneció mudo durante centenares de años, desde la diáspora bajo la dominación romana (autores del topónimo Palestina para nombrar a esa provincia) hasta 1917 en que  al acabar el protectorado británico,  la Declaración Balfour activaba el movimiento sionista de regreso a casa de los hebreos diseminados por todo el mundo. La ONU acordó la partición de Palestina en 1947 en dos estados… y hasta hoy.  Con los propios israelíes divididos y un partido laborista debilitado que necesita a los progresistas del Meretz pare regresar al Gobierno, y los palestino rehenes de Hamas en Gaza y Al Fatah en Cisjordania. Ni un minuto de paz ha habido en la región sometida a guerras e intifadas con EEUU siempre de lado de Israel.

 Ahora bien, si Israel es un Estado genocida y  el gobierno de mi país lo repite una y otras vez y hace bandera política de ello, y se queda ahí, en palabras, es una burda táctica política: lo que debería hacer Pedro Sánchez es cortar toda relación, como hizo Alejandro con el nudo gordo, para que su insistente discurso tenga al menos  un mínimo de coherencia. Si Israel es genocida y España tiene relaciones comerciales y militares con ese país, España y su gobierno son amigos de un Estado genocida con quienes comercian. Pero son menos los ayes que los madremías, o sea, es peor la ruptura con Tel Aviv. De ahí que los esparavanes del gobierno español se queden en el relato para consumo interno adobado de la bobada supina de retirarse del Festival de Eurovisión, financiado con capital judío y a cada año más clónico y hortera. Muy hortera.

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4 COMENTARIOS

  1. Como siempre y una vez más, tengo que felicitar a Manuel Valero por su Artículo.
    Totalmente de acuerdo con lo manifestado.
    Nunca pensé, que vería un genocidio en directo. Y mucho menos pensé, que haya Partidos Políticos que «pasen olimpicamente de éllo», y se pongan al lado del genocida, y quien sabe si psicópata.
    Porque no se entiende lo que está pasando.
    Lo de Hamás, fué horrible, y tampoco lo entiendo, pero las casi 70.000 personas INOCENTES que están siendo masacradas…….. eso pasará a la Historia, como lo que és, un GENOCIDIO ABOMINABLE.

  2. «El 8 de octubre de 2023, Israel fue atacada en un acto de terror que mató a más de mil»

    Esto no empezó el 8 de octubre.
    Israel lleva asesinando niños 80 años.
    Mucho antes de que existiera Hamas.
    A su edad, ya debería saberlo.

    Pero sí, muchísima razón en lo de llamar genocidas a los genocidas, y no romper todas las relaciones con ellos.
    (Recordar que el PSOE solo tardó 40 años en sacar a la momia de franco de Cuelgamuros).

  3. El PSOE que reconoció al estado de Israel. El presidente del gobierno que entregó el Sáhara a Marruecos. ¿Por qué creer ahora a los siempre nos han mentido?

    No me creo al PSOE que grita «genocidio» ni a la izquierda tocada con la kefia palestina. Esa UGT amiga del Histadrut…

    De la denominada «derecha», da pereza decir algo. Gente obediente a la OTAN que le pone plazas a Margaret Thatcher; defensores a ultranza de la nación española…

    Países árabes amigos de Palestina que acogen en su territorio bases militares de EEUU. Monarquías educadas en los mejores colegios y universidades de Reino Unido, cómplices en la estafa mundial de dolar por petróleo… Con estos amigos, ¿quién necesita enemigos?

    Los palestinos son una molestia para todos ellos.

    ¿Se puede sentir dolor por las víctimas de los crímenes de Hamás y por el pueblo palestino al mismo tiempo? ¿Es el pueblo palestino víctima de Hamás y de Israel al mismo tiempo?

    https://www.timesofisrael.com/for-years-netanyahu-propped-up-hamas-now-its-blown-up-in-our-faces/

    Cordial saludo, don Manuel.

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