Julián García Gallego. Autor participante y miembro de la Asociación Literaria Quijote.- A veces, la literatura se abre paso entre las calles y se posa en las plazas con el mismo sigilo que nace un poema. Ayer, Malagón se convirtió en un pueblo de libros, de letras vivas, de voces que narraban y oídos que escuchaban con emoción. Se celebró la I Feria de Autores, y tuve el honor y la fortuna de ser parte de esta jornada que, sin duda, quedará escrita con mayúsculas en el alma de todos los que la vivimos.
El evento, organizado por la Asociación Literaria Quijote en colaboración con el Ayuntamiento de Malagón, fue una fiesta de la cultura en su estado más puro. Desde aquí, como autor participante y vecino de esta tierra manchega que tanto amo, quiero agradecer de corazón la maravillosa acogida por parte de todo el municipio. Nadie quedó al margen: desde el primer trabajador que se volcó con nosotros, hasta el alcalde, don Adrián Fernández Herguido, que estuvo presente apoyando cada instante, pasando por el concejal de Cultura, Afrodisio Santos Santos, y el equipo de Cultura, con mención especial a Teresa, por su cercanía, eficacia y cariño.
Y cómo no mencionar a nuestra presidenta, Viky Ciudad, motor incansable de esta asociación y alma de este encuentro. Su entrega y pasión por la palabra escrita han sido el pilar de esta feria, que ayer se hizo realidad. Y no me quiero olvidarme de su fiel escudero —es grande y fuerte y pudiera tomar represalias— José Luis Ramírez, que con el mismo entusiasmo conduce a esta tropa con una sonrisa en los labios.
Durante todo el día, el Parque Municipal Adolfo Suárez fue el escenario perfecto para que las emociones se entrelazaran con cada libro firmado, con cada mirada compartida, con cada historia contada. El clima, generoso, acompañó con un cielo limpio y una temperatura amable que parecía entender lo importante del momento.
Los autores que compartimos esta experiencia fuimos muchos, y todos llevamos a casa el mismo sentimiento: la felicidad de haber conectado con nuestros lectores y entre nosotros. Allí estuvimos:
- Elena M. Doll
- Emilio Testa
- Encar González Gall
- Eusebio Loro
- José Luis Ramírez
- Julián García Gallego (yo mismo)
- Leonor Rodríguez Almendros
- Manuel Sánchez Ormeño
- Mari Cruces de la Flor
- Nicoleta Talpa
- Verónica Bella
- Viky Ciudad
- Y la Asociación Camino de Guadalupe
Gracias a todos ellos por las palabras compartidas, por las sonrisas, por la complicidad que solo nace cuando el amor por los libros se convierte en vínculo.
Las actividades fueron otro de los grandes tesoros de la jornada:
Taller de marca-páginas con el Centro Joven
Representación de una escena quijotesca por parte de las Amas de Casa
Cuentacuentos “Pelusa y Chispita en el bosque verde” con la autora Viky Ciudad
Batucada con la Asociación Transeúnte
Recital de poesía de la Asociación Literaria Quijote
Micrófono abierto
Otro cuentacuentos interpretado por la Compañía Catarsis
Cada actividad fue un regalo para el público. Los niños reían, los adultos escuchaban atentos, y las palabras cobraban vida más allá del papel. Fue un día donde la cultura salió al encuentro de la gente, y la gente respondió con aplausos, abrazos y mucha gratitud.
La Feria no solo fue un escaparate de libros; fue una muestra de que cuando se quiere, se puede. Que en un tiempo en el que la literatura lucha por encontrar su lugar en la vida cotidiana, hay espacios —como este— donde florece con fuerza.
Gracias, Malagón, por ser tierra fértil para las letras.
Gracias por abrirnos las puertas, por tratarnos con tanto respeto, cariño y calidez. Volveremos. Y lo haremos con más libros, más historias y el mismo corazón abierto.
Hasta la próxima edición. Que no tarde.
