Puertollano: De capacetes de Filipinas de 1890 a la División Azul en una exposición de cascos de la Guardia Civil

El Museo Cristina García Rodero de Puertollano acoge hasta el 31 de octubre la exposición “Cascos reglamentarios en la Guardia Civil”, de la colección de Santiago García Sánchez. Un recorrido histórico por la evolución y de su vestimenta esencial para el trabajo diario de la Guardia Civil, como elemento de protección, pero también como símbolo de autoridad y tradición.

Jesús Santos Rincón, comisario de la muestra, explica que con esta exposición se trata de homenajear a las distintas unidades y “que cuando la gente venga y la vea se vincule al cuerpo”, como ya han tenido oportunidad alumnos del Instituto Fray Andrés, que han sido los primeros en conocerlas e incluso probarse algunas de las piezas que se exhiben.

Una muestra en la que descubrir desde capacetes de latón de la Guardia Civil en Filipinas, a los cascos de pincho del primer tercio del siglo XX, a modelos de acero y cobre, a los utilizados en la Guerra Civil, en la División Azul, por la Agrupación de Tráfico, Seprona, Unidad de Caballería, antidisturbios, los Tedax de desactivación de explosivos, de combate y servicios marítimo, aéreo, subsuelo y de montaña, entre otros.

La pieza más antigua y más singular

La pieza más antigua que se puede encontrar en la segunda planta del Museo es un capacete de latón que fue utilizado por la Guardia Civil entre 1890 y 1898 y un casco de pincho de 1889.

El de mayor valor y el más difícil de conseguir quizás no sea el más longevo, sino por su especial singularidad es el casco “Fedur”, utilizado por la unidad especial de intervención en los años ochenta con un peso de nada más que de dos kilos, “muy elevado para una época contemporánea y había que tener bastante fortaleza para poder llevarlo”, detalla Jesús Santos.

Casco de la División Azul

También sobresale un casco alemán del modelo M-40 de la División Azul por la trascendencia del entorno histórico y el casco de conductor de motocicleta de la Guardia Civil que se usó entre los años 40 a 60 de la marca zaragozana “Fedur”.

Un recorrido histórico por los primeros cascos de fibra de vidrio, la evolución hacia el Kevlar para una mayor protección balística, cascos antifragmentos que han estado presentes en misiones internacionales, etc.

También hay un espacio dedicado a la reparación de los cascos antidisturbios y todo el proceso técnico a veces muy desconocido para el público, con el diagnóstico, enmasillado, lijado y pintado.

Piezas que Santiago García espera que formen parte del futuro Museo de la Guardia Civil de Puertollano con cientos de objetos y uniformes de su colección particular.

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