El interminable veroño ha obligado a retrasar la apertura del tradicional puesto de castañas asadas de la Plaza Mayor, pero desde el pasado jueves ofrece ya los viandantes, por docenas, este suculento y nutritivo manjar que durante siglos fue considerado «pan de pobres».
La castaña es un fruto seco peculiar, diferente al resto, porque su contenido en grasa y proteínas es menor, y es una gran fuente de carbohidratos. Además, contiene fibra, potasio y magnesio.