Los estudiantes de 14 a 18 años de Castilla-La Mancha, entre los primeros en iniciarse en el consumo de cannabis

Los estudiantes de 14 a 18 años de Castilla-La Mancha se inician en el consumo de cannabis a los 14,7 años de media, los más jóvenes solo por detrás de Ceuta (14,4) y empatados con Baleares y Andalucía.

Es uno de los datos recogidos en la Encuesta sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias de 2025 (Estudes) presentada este miércoles por el Ministerio de Sanidad y que deja en mínimos históricos el consumo de sustancias psicoativas entre los alumnos de secundaria en el conjunto de España.

El informe, que para Baleares emplea una muestra de 868 estudiantes de entre 14 y 18 años, revela que los jóvenes del archipiélago se inician en el consumo de tabaco a los 14,2 años, ligeramente por encima de la media nacional, de 14,1.

Eso no quita que, cuando se habla de consumo diario de tabaco, la edad media de inicio se sitúe en los 14,3 años, 0,1 puntos porcentuales por encima del promedio del conjunto del país.

Los jóvenes de entre 14 y 18 años comienzan a consumir bebidas alcohólicas a los 13,9 años –en la línea del resto del país– y cannabis a los 14,7.

Aunque son solo 0,1 puntos porcentuales por encima del promedio nacional, los estudiantes baleares son los segundos, junto a los andaluces y los castellanomanchegos, más precoces a la hora de consumir este estupefaciente.

PRIMERO EL ALCOHOL Y LUEGO LOS CIGARRILLOS ELECTRÓNICOS

Al estudiar la prevalencia de consumo de las sustancias psicoativas, el informe del Ministerio de Sanidad pone de relieve que las más consumidas por los jóvenes de entre 14 y 18 años del archipiélago son las bebidas alcohólica, seguidas por los cigarrillos electrónicos.

Así, de los más de 800 alumnos encuestados, el 69,6% dijo haber bebido alcohol al menos una vez en la vida, el 64,5% en el último año y el 43,5% en el último mes.

En esa línea, el 37,7% reconoció haber tenido una borrachera en algún momento de su vida, el 32,6% en el último año y el 13,6% en los últimos 30 días.

En ambos casos, la prevalencia de consumo es ligeramente mayor entre las mujeres cuando se habla de los dos primeros supuestos, pero no en el tercero.

Por lo que respecta al consumo de tabaco, el 24,6% de los estudiantes de secundaria de Baleares han fumado alguna vez en su vida, el 17,9% en los últimos 12 meses y el 12,2% en el último mes. Aquí las tasas son más elevadas entre los hombres que entre las mujeres.

El 22,35 dijo haber fumado cannabis alguna vez en su vida, el 15,1% en el último año y el 11,7% en el último mes, con clara predominancia de los hombres sobre las mujeres.

El consumo de cigarrillos electrónicos, por el contrario, es sensiblemente más habitual entre ellas. El 46,9% de los jóvenes de las Islas los ha fumado alguna vez y el 37,8% lo ha hecho en el último año.

MÍNIMOS HISTÓRICOS EN ESPAÑA

Según el estudio, en el conjunto de España el consumo de alcohol, tabaco y cannabis entre los estudiantes de 14 a 18 años ha registrado mínimos históricos.

«Los jóvenes de nuestro país tienen los hábitos más saludables de los últimos 25 años, desde que existen registros. Las tres sustancias más consumidas, alcohol, tabaco y cannabis, presentan las prevalencias más bajas», ha celebrado la ministra de Sanidad, Mónica García, durante la presentación de los datos.

El informe muestra un descenso en la prevalencia de consumo de alcohol, tabaco, cannabis e hipnosedantes en todos los tramos temporales analizados. En particular, el consumo en los últimos 12 meses se reduce en 2,6 puntos para el alcohol; 6,5 puntos para el tabaco, y 6,3 puntos para el cannabis. También se observa el primer descenso en el uso de hipnosedantes desde 2014.

«Estos datos nos dicen algo muy claro, y es que las nuevas generaciones están cambiando, que cada vez son más conscientes de los riesgos, que cada vez se cuidan más y que están construyendo una nueva forma de entender la salud y una nueva forma también de entender el ocio», ha destacado García.

El alcohol continúa siendo la sustancia psicoactiva más consumida, aunque los datos de 2025 muestran un descenso respecto a la edición anterior de 2023. El 73,9 por ciento del alumnado declara haberlo consumido alguna vez en la vida (frente al 75,9% en 2023), el 71,0 por ciento en los últimos 12 meses (frente al 73,6%) y el 51,8 por ciento en los últimos 30 días (frente al 56,6%).

También disminuyen las prácticas de riesgo: el 17,2 por ciento de los estudiantes se ha emborrachado en el último mes (frente al 20,8% en 2023) y el 24,7 por ciento ha practicado ‘binge drinking’ (frente al 27,8%), ambos en sus niveles más bajos desde el año 2000. La edad media de inicio en el consumo se mantiene en 13,9 años, mientras que el inicio del consumo semanal y de la primera borrachera se sitúan en 14,8 y 14,6 años, respectivamente.

El consumo de tabaco también sigue una línea descendente y registra en 2025 los niveles más bajos de toda la serie histórica. El 27,3 por ciento del alumnado ha fumado alguna vez en la vida (frente al 33,4% en 2023), el 21,2 por ciento en los últimos 12 meses (frente al 27,7%) y el 15,5 por ciento en los últimos 30 días (frente al 21,0%). Además, el consumo diario en el último mes se reduce al 4,3 por ciento, lo que supone una disminución de 3,2 puntos porcentuales respecto al 7,5 por ciento registrado en 2023.

La edad media de inicio se mantiene en 14,1 años, y la del inicio del consumo diario en 14,4 años. La modalidad más común combina cigarrillos de cajetilla y de liar, y el 46,4 por ciento de los fumadores ha intentado dejar el hábito en el último año.

No obstante, el uso de cigarrillos electrónicos continúa siendo elevado entre los estudiantes de 14 a 18 años, aunque en 2025 se registra una caída significativa respecto a la edición anterior. El 49,5 por ciento declara haberlos utilizado alguna vez en la vida, lo que supone una reducción de 5,1 puntos porcentuales respecto a 2023. La prevalencia es ligeramente mayor en chicas (50,5%) que en chicos (48,5%), y el consumo tiende a aumentar entre los 14 y 17 años, con un ligero retroceso a los 18 años.

«En cuanto a los nuevos productos del tabaco, como los cigarrillos electrónicos o los vapeadores, los datos nos lanzan una señal de alerta. Tenemos que avanzar en su regulación y tenemos que avanzar en su control. Sabemos que no son inocuos y que además pueden ser la puerta de entrada al consumo del tabaco tradicional. Por eso la reforma de la ley antitabaco también incluye específicaciones para proteger a los menores y limitar la exposición a estos productos», ha explicado la ministra.

El cannabis continúa siendo la sustancia ilegal con mayor prevalencia de consumo entre los estudiantes de 14 a 18 años, aunque los datos de 2025 reflejan un descenso notable respecto al año anterior en todos los tramos temporales. Un 21 por ciento del alumnado declara haberlo consumido alguna vez en la vida (frente al 26,9% en 2023), un 15,5% en los últimos 12 meses (frente al 21,8%) y un 11,6 por ciento en los últimos 30 días (frente al 15,6%).

La edad media de inicio se sitúa en 14,8 años, una décima menos que en la edición anterior. Estos valores marcan el nivel más bajo registrado en la serie histórica para esta sustancia.

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