Vinilos

Anselmo Alañón Alcaide.– Éramos adolescentes cuando empezamos a disfrutar con estos maravillosos portadores del mejor y más genuino sonido, lo más puro al sonido en directo, de cualquiera de nuestros artistas preferidos.

Todo un ritual el hecho de colocar el LP en el tocata, girando a 33 rpm. Poder disfrutar del sonido de cada microsurco. Elegir cualquiera de las canciones (cara A o B), indistintamente, en aquellas minicadenas, entre 20 y 300 watios por canal, dependiendo de la potencia, de aquellos portentosos equipos bien dotados para el disfrute de la música: la mejor expresión del arte.

El vinilo, como formato de estudio, fabricado a mediados del siglo XX en Estados Unidos, vuelve ahora con más impacto social que nunca.
Se ha convertido en un producto «vintage» que también forma parte del universo coleccionista de los jóvenes adolescentes de hoy dia, no solamente por el vinilo físico en sí, si no también por el atractivo de la carpeta que lo contiene: maquetacion, fotos, libretos, etc.

El vinilo como reproductor de música nos acerca a un mundo que está enraizado en un cosmos global: diferentes corrientes artísticas que expresan distintas sensibilidades en lo cultural y artístico de entender la realidad del mundo, a través de la música, como vehículo expresivo del arte. Los vinilos forman parte de nuestra historia.

Relacionados

ESCRIBE UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí


spot_img
spot_img
spot_img
spot_img