Artículo del grupo municipal del PSOE de Puertollano.- Lo primero es lo primero: felicitamos a Miguel Ángel Ruiz por su nombramiento al frente del Partido Popular en nuestra ciudad y, por supuesto, a José Antonio Barba, su número dos en el Ayuntamiento, como nuevo Secretario General. Precisamente, de éste esperamos que su nuevo cargo suponga el impulso definitivo para que, de una vez por todas, adquiera un rol más participativo y dialogante en la vida política local.
Y en cuanto al alcalde, luciendo su “elegante” traje, podemos decir que ha completado su transformación de presidente independiente a acérrimo seguidor del PP. Sin embargo, la gestión sigue siendo un acto en solitario. Con nueve concejales liberados, insistimos, el líder no tiene equipo que le respalde.
La asamblea del PP no fue para formar ejecutiva, sino un acto para vanagloriarse. Ruiz se erigió como el único protagonista, aplazando el anuncio de la lista completa de más de veinte miembros para los próximos días. El “juego de manos político” se repite, esta vez dentro de su propio partido.
Su discurso fue un manual de cómo hacer desaparecer la verdad, presumiendo de haber inventado la pólvora. Hablar de asfaltado, señalización, mejora de acerado o el aumento de la seguridad vial no es gestión extraordinaria; es la obligación mínima e indispensable de cualquier gobierno municipal. Son los cimientos que cualquier alcalde debe garantizar, no son logros.
Es obligación nuestra, como PSOE de Puertollano, señalar la gran ilusión del mago: atribuirse el mérito ajeno. Gran parte de lo que presume es, en realidad, un legado consolidado, financiado o impulsado por los gobiernos socialistas en Puertollano: como los proyectos estratégicos: Carriles Bici, Paseo del Bosque, inversión socialista que él solo continúa, festivales Winter y Prewinter, y eventos en la Feria y Fiestas. El Museo de la Minería, cuya inversión principal fue gestionada y obtenida por la Diputación Provincial de Ciudad Real, bajo un gobierno socialista.
¿Y su aportación distintiva? Únicamente la instalación de nebulizadores y fuentes refrigeradas. Una gestión basada en trucos de chistera y fotos para disimular la ausencia de un modelo de ciudad ambicioso.
¿Dónde se ha materializado el verdadero avance? ¿Dónde están las nuevas empresas y la atracción de inversión que prometió? ¿Por qué, si presume de limpieza, los vecinos siguen denunciando la falta de desinfección real? ¿Cuándo veremos el cuidado del cementerio o las mejoras en Las Pocitas?
Alcalde, la ciudad no es su escenario, y usted no es un mago; es un gestor. Deje de buscar el aplauso fácil y la foto del día. Guarde su ego personal y su carné de partido para cuando se reúna con Feijóo o Paco Núñez. Puertollano necesita un plan serio y resultados, y un gobierno que deje de jugar a las apariencias y empiece, de una vez por todas, a trabajar por la ciudad que le ha elegido.








