Cien velas, una por cada año, esperan a Genara Sánchez Zamora. Velas que soplará junto a su familia y las monjas de la Residencia Santa Angela de la Cruz, que la atienden con una facultades admirables para el siglo. Y es que no es para menos, una naturaleza que la ha honrado con una genética a prueba de decenios con la que se ha plantado hasta los cien años con la intención de seguir entre nosotros el tiempo que sea menester. Como todas las personas de su edad que son pocas, vio la luz el 8 de diciembre 1925 y si las cuentas no engañan ha sido coetánea del devenir de la historia minera de Puertollano. Una mujer dura que ha tenido la suerte de ingresar en el selecto club de las personas centenarias. Natural de Cabezarrubias, ha vivido casi toda su vida en Puertollano, al calor de las minas. Con un minero se casó con quien tuvo tres hijos, Domingo, un jubilado de Repsol, José Luis, policía nacional también jubilado y Pedro, que fue durante años el encargado de la tienda de muebles Espinosa, igualmente jubilado. Es lo que tiene alcanzar esa edad: que puedes contar y ver la jubilación de los hijos. Un regalazo. El lunes día 8 de diciembre recibirá unas felicitaciones especiales en la residencia donde es amorosamente atendida, por su hazaña tan personal de ganarle tiempo al tiempo hasta cumplir el siglo y con ganas de más. MICR le desea toda la felicidad en compañía de su familia.















