Eduardo Muñoz Martínez.- Poco más de dos lustros antes de terminar el siglo XIX, en 1889, nacía en Almadén, en nuestra provincia, Salomón Buitrago Gamero, quien después de haber vivido 8 décadas y media, y algunos meses, fallecía en Ciudad Real hace ahora 50 años, en 1975, tras haber sido sacerdote, musicólogo, compositor, Maestro de Capilla, durante más de medio siglo, de la Santa Iglesia Prioral Catedral de nuestra Diócesis, organista del templo catedralicio, director de la Schola Cantorum del Seminario, fundador y director del Orfeón Manchego, fundador y profesor de la Asociación de Cultura Musical de Ciudad Real, director de los Coros del Socorro Rojo Internacional, profesor de la Sección Femenina, profesor de las Escuelas Masculina y Femenina de Magisterio, coleccionista de música sacra propia del estilo «cecilianista», – el Cecilianismo fue un movimiento musical nacido en las postrimerías del siglo XIX, en el seno de la Iglesia Católica y en vigencia, aproximadamente, hasta la segunda década del XX, colaborador, entre otros, de Jacinto Guerrero, autor de la zarzuela»La rosa del azafrán», o de Francisco García Márquez, que pasó a la posteridad como «Mazantini»…, etcétera, entre otras muchas ocupaciones.
Efectivamente, a Salomón Buitrago Gamero le sorprendió la hora de retornar a la Casa del Padre, – porque sus ocupaciones, anteriormente citadas las desarrolló entre 1922 y 1975 -, «manos a la obra», tal vez ejerciendo su misión como copista de obras musicales de todo tipo y de todos los tiempos, o componiendo alguna de las casi 250 obras de su autoría ahora descubiertas, – religiosas y profanas -, conocidas como el «Legado Histórico Musical» (LHMSB), de Salomón Buitrago, y es que una de sus tareas más importantes, – a las pruebas me remito -, fue la de compositor.
Tuve, en mi infancia, la oportunidad de conocer al protagonista de estos párrafos, y lo cuento sin jactancia, sin pretender la alabanza propia, desordenada y presuntuosa, y fue entonces cuando pude comprobar la cercanía, la afabilidad…, de un hombre que cultivó el estilo polifónico a varias voces, la composición para órgano, el estilo «himnomico», procedente de la forma de componer himnos, del que se conservan trabajos prácticamente en toda la provincia…
Sería del todo ilógico no hablar en este punto de Vicente Castellanos Gómez, – amigo personal del firmante -, doctor en Historia, catedrático de Segunda Enseñanza, profesor asociado a la Universidad de Castilla la Mancha, historiador, cantautor católico, cantautor de los poetas manchegos, miembro del Instituto de Estudios Manchegos, y autor, entre otros trabajos, del «Catálogo del Legado Musical de Salomón Buitrago», y del libro «Música en la Santa Iglesia Prioral», porque gracias a el he podido darle la dignidad necesaria a este trabajo que nos deja claro que «en Salomón Buitrago la Mancha tiene un patrimonio musical de gran envergadura y uno de los referentes culturales fundamentales del siglo XX. Su legado, constituido en fuente fundamental de la historia de la música en la provincia de Ciudad Real ha facilitado la reconstrucción del relato de la música en la catedral, desde 1875 hasta 1975». Por esto podemos afinar que Salomón Buitrago Gamero, sin lugar a dudas, es un emblema de la música y la composición en la provincia, – en la Diócesis -, de Ciudad Real.















