Alamillo ha puesto fin a uno de los problemas más largos y demandados de su historia reciente, porque el agua que llega a los hogares vuelve a ser completamente potable. Este avance marca un antes y un después para el municipio y el Ayuntamiento quiso compartirlo con vecinos y vecinas en un acto público que reunió a representantes institucionales que han acompañado todo el proceso. Entre las personas asistentes se encontraban el subdelegado del Gobierno en Ciudad Real, David Broceño Caminero, el delegado de Desarrollo Sostenible, Agustín Espinosa, la subdirectora de gestión del Área Sanitaria de Puertollano, Lola Ortega Bernal, y la alcaldesa de Chillón, Manuela Escudero.
El alcalde, Ángel Alcalde, ha recordado que el equipo de Gobierno actuó con total rapidez desde el primer día, después de comprobar la evidente deficiencia en la calidad del agua que durante años había llegado a los grifos del municipio. El regidor ha explicado que las familias llevaban demasiado tiempo conviviendo con turbidez, mal olor y mal sabor en el suministro y ha descrito esta situación como “un problema de salud pública que exigía una respuesta inmediata”.
La solución definitiva ha sido posible gracias a una inversión cercana a los noventa mil euros procedentes de la Junta de Comunidades, que ha contribuido con más de cincuenta y siete mil euros e incluye la actuación principal y la reparación de la tubería del depósito antiguo. La Diputación de Ciudad Real ha aportado treinta y un mil ochocientos euros y el Ayuntamiento ha completado la intervención con cerca de quince mil. Esta suma ha permitido actuar tanto en el embalse como en la planta potabilizadora, reforzando unas infraestructuras que llevaban más de quince años sin recibir mejoras suficientes. Ángel Alcalde ha destacado que estas actuaciones han sido esenciales para devolver a los hogares un agua segura y de calidad.
El alcalde ha explicado que el Ayuntamiento tuvo que pedir dos auditorías externas porque la antigua empresa gestora no ofrecía información clara sobre la situación del agua. “Los informes confirmaron que el problema era mucho más grave de lo que se había reconocido”, ha señalado, y ha añadido que “era necesario actuar con rapidez para proteger a las familias de Alamillo”. Con esa base, el equipo de Gobierno mantuvo reuniones con los responsables en Madrid y consiguió cerrar el contrato de forma acordada, lo que permitió iniciar una nueva etapa y buscar una solución real para el suministro.
Con el problema ya encauzado, la gestión del agua pasó en noviembre a manos de Emaser, empresa mixta de servicios dependiente de RSU, y comenzó a actuar desde el primer momento. Sus técnicos explicaron que las mejoras en la potabilización se aplicaron nada más asumir el servicio, lo que ha permitido estabilizar el suministro y asegurar un tratamiento del agua mucho más eficaz.
El alcalde, Ángel Alcalde, y el teniente de alcalde, Félix Jesús Rodríguez, han explicado la dificultad del proceso y han recordado que la resolución del problema ha exigido más de dos años de gestiones constantes, mucha insistencia y decisiones complejas. Ambos han señalado que el esfuerzo ha merecido mucho la pena y que la colaboración entre administraciones ha sido clave para alcanzar un objetivo que la ciudadanía llevaba muchotiempo esperando.
Después de tantos años de preocupación e incertidumbre, Alamillo recupera un servicio básico que nunca debió perder. El Ayuntamiento ha reafirmado su compromiso de seguir vigilando el estado del agua y de mantener una comunicación cercana y transparente con vecinos y vecinas, una forma de trabajar que se ha convertido en seña de identidad de este equipo de Gobierno. “La satisfacción es inmensa y marca un día histórico para nuestro municipio”, ha señalado el alcalde, quien ha concluido que “por fin podemos mirar al futuro con la tranquilidad que ofrece un agua limpia, segura y plenamente potable”.















