Eduardo Toledano lleva a Almodóvar del Campo la obra que hace justicia con los moradores que fueron el alma del Valle de Alcudia

El Museo Palmero de Almodóvar del Campo acogió en la tarde de este sábado la presentación en la localidad del libro ‘La última gente del Valle de Alcudia’, escrito por Eduardo Toledano y publicado por Ediciones Puertollano.

Cita cultural que invitaba a reflexionar, como lo hace la propia obra, sobre la dura vida cotidiana y los quehaceres de antaño en un territorio intrínsicamente ligado a la ganadería tradicional, estampas que hoy día son ya solo fotos sepia y recuerdos en retirada.

Junto a Toledano, la convocatoria a la que acudió una asistencia muy selecta, contó con las intervenciones del alcalde, José Lozano; el editor de la obra, Javier Flores; y la técnico de turismo de AMPACE, Carmen Cervera.

Flores, que a lo largo de su trayectoria editorial ha dado a distintos autores voz impresa a más de una docena de trabajos sobre el pasado y evolución del Valle de Alcudia, destacaba de este nuevo libro el hecho de centrarse en los testimonios de pastores y trabajadores.

“Un acto de justicia” para con los habitantes que durante tantos años del pasado siglo articuló la vida en tan vastos territorios, aseveró, coincidiendo en lo que se viene diciendo respecto de este último libro de Toledano desde que viera la luz, semanas atrás, en Brazatortas y que, por el gran interés que ha despertado, ha agotado ya su primera tirada.

El alcalde, por su parte, hizo referencia a una de las muchas personas que son aludidas en el libro, de gran peso en la economía de Almodóvar del Campo, pero que ya antes había contribuido a la modernización en las dispersas fincas alcudianas y en sus moradores.

Se trata de Eulalio Chirveches, cuya viuda y uno de sus hijos estuvieron en el acto junto al medio centenar de asistentes que se dio cita, y de quien dijo fue “prototipo de ese emprendedor empático, cercano y bonachón que se hacía querer por todos”.

No en vano, añadió el regidor almodovareño, a sus clientes en las fincas “les fiaba con esa confianza ciega en la palabra dada, diciéndoles esa frase que hoy […] suena a ciencia ficción: ‘Ya me lo pagarás cuando puedas’”.

Y es que, quien fuera luego, a principios de la década de los años 80 del pasado siglo, fundador y alma máter de Quesos ‘El Valle’, vio en los avances técnicos para las gentes del Valle de Alcudia, con televisores o lavadoras a batería, la ocasión de ganarse la vida.

Y en un análisis sociológico y demográfico que subyace, paralelo, a la obra de Eduardo Toledano, a quien José Lozano felicitó por este nuevo trabajo que hace “reflexionar en términos de realidad y por encima de cualquier otra convicción”, aludió al descenso de habitantes que, desde mediados del siglo XX, sufre Almodóvar del Campo como población.

El regidor apuntó, así, datos estadísticos sobre tal regresión, desde el máximo histórico alcanzado en 1960, cuando la localidad contaba con 15.618 habitantes. Desgranando hitos clave en esta caída, refirió en particular cómo en el año 1980 ya se había perdido casi la mitad de habitantes, pues por entonces eran solamente algo más de 8.000.

En línea a lo que se retrata a través de los testimonios que recoge ‘La última gente del Valle de Alcudia’, el primer edil atribuyó este descenso a factores estructurales en la comarca, como la mecanización agrícola, una progresiva falta de interés por el relevo generacional y la emigración por estudios superiores y, en consonancia, profesionales.

Por su parte, Carmen Cervera, en representación de la Asociación de Amigos del Museo Palmero (AMPACE), quien se congratuló de la oportunidad de que la pinacoteca volviera a tener la oportunidad de acoger una nueva presentación, abordó el valor del libro de Toledano, en particular, también como registro de la memoria oral de la comarca.

En este sentido, Cervera destacó la inclusión de un glosario de términos locales en desuso y leyó fragmentos de la obra referentes a la transformación del paisaje y el abandono de las construcciones rurales, Sugiriendo que el libro funciona como una herramienta para mantener el “arraigo” y la identidad cultural frente a la despoblación.

Y el autor, Eduardo Toledano, cerró el turno de intervenciones explicando la metodología empleada. Según detalló, el trabajo de campo se llevó a cabo entre el otoño de 2019 y el invierno de 2020, realizándose la redacción del texto durante el confinamiento.

Refirió cómo sus ejes principales se estructuran, respectivamente, en torno a 42 entrevistas, denominadas por el autor como “testimonios”, y un archivo gráfico de casi 200 fotografías.

Toledano explicó que las conversaciones se realizaron mayoritariamente en los domicilios de los entrevistados, personas jubiladas, algunos de una edad avanzada y residentes en la comarca, abordando temas como los relativos a las condiciones de vida en la posguerra (años 40), la presencia de lobos, la actividad del maquis y la figura de personajes locales.

Asimismo, el protagonista de la tarde, quien tuvo luego la ocasión de dedicar ejemplares de su puño y letra, señaló la importancia de la historia oral como fuente documental para registrar la vida cotidiana y las vivencias de la población, complementada en el libro con una sección de firmas invitadas que aportan escritos propios y con un apéndice con recuerdos personales del propio autor.

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