El alcalde de Ciudad Real ha encabezado la importante representación institucional que ha acudido al último partido de 2025 de Liga Asobal en el Quijote Arena, en un palco de autoridades que también ha contado con la presencia de la Infanta Cristina
El Balonmano Caserío de Ciudad Real no ha podido despedir de mejor manera un año histórico para el deporte de la capital provincial, el año del ascenso a la Liga Asobal. Los ciudadrealeños han vencido a uno de los grandes del balonmano español, el Granollers, tras un partidazo que ha finalizado 26-24, ante más de 4.500 espectadores que se han dado cita para vivir la fiesta en el Quijote Arena.
Entre esos espectadores, una nutrida representación institucional encabezada por el alcalde, Francisco Cañizares, quien ha reconocido que el de este domingo es un día de fiesta, “de fiesta por las fechas en las que estamos, pero también para celebrar un año, un 2025 que ha sido en el que el Balonmano Caserío ha conseguido el ascenso a Liga Asobal y Ciudad Real ha ascendido con él. Esa sensación de pertenecer a la élite del balonmano es algo que la ciudad quería y necesitaba, por ese sentimiento de orgullo que tenemos que intentar fomentar desde el Ayuntamiento y todas las administraciones”. Un gran logro que, recuerda el primer edil, ha sido posible gracias “al trabajo que ha hecho esta entidad que es ejemplar tanto en lo deportivo como en lo social, lo hemos conseguido con el esfuerzo de una ciudad, pero sobre todo de un equipo técnico y de una directiva que han hecho un trabajo extraordinario”.
El presidente de la Diputación Provincial, Miguel Ángel Valverde, también ha asistido al encuentro y ha aprovechado para anunciar grandes eventos relacionados con el deporte del balonmano que van a venir a Ciudad Real en los próximos meses, empezando con la Copa del Rey de 2027, en la que el Caserío será anfitrión, y siguiendo con un partido de Los Hispanos el próximo mes de marzo en el Quijote Arena y un torneo de Las Guerreras que tendrá lugar en otoño en Puertollano, “es una apuesta de la Diputación en conjunto con los Ayuntamientos de Ciudad Real y de Puertollano, agradezco esta disposición de albergar este tipo de eventos que van a redundar en seguir apostando por este deporte como una seña de identidad de la provincia de Ciudad Real”.
Por su parte, el presidente del Balonmano Caserío, Julián Amores, ha reconocido que “para nosotros es un orgullo y estamos encantados de seguir compitiendo en esta liga que es muy ilusionante, sólo puedo dar la bienvenida a todo el mundo y esperar que disfruten del espectáculo”.
Todo ello ha sucedido en un encuentro que también ha contado con la presencia de la Infanta Cristina, en este caso como aficionada y madre de uno de los jugadores más destacados del Balonmano Granollers, Pablo Urdangarín.











