2004, un año de creación de empleo

Francisco Rueda (Secretario General del Sepecam)

   El pasado 2 de febrero el pleno del Consejo de Dirección del Servicio Público de Empleo (SEPECAM), con la presencia de los Sindicatos, la Confederación Regional de Empresarios, la Federación de Municipios y Provincias y el Instituto de la Mujer, analizó la evolución del mercado laboral en Castilla-La Mancha durante 2004.
   En este país desde los años ochenta, nos hemos acostumbrado, no tanto a discutir sobre cómo evoluciona el empleo, como a intentar aprovechar o justificar políticamente las cifras del paro. Parecería que nos resulta más fácil trabajar para encontrar culpas o méritos, que para analizar con frialdad una realidad compleja y así poder tomar decisiones acertadas. Por eso es bueno que en Castilla-La Mancha los agentes sociales, los municipios y la administración seamos capaces de trabajar juntos los indicadores estadísticos de nuestro mercado laboral. Es bueno que sepamos hacer un análisis tranquilo, sincero y valiente de nuestra realidad, que sepamos distinguir los retos y oportunidades que realmente tenemos delante.

   El objeto de estas líneas es presentar, ahora que se han calmado las polémicas que surgen con la aparición de cada dato concreto, una radiografía somera de nuestro mercado laboral. Una radiografía en la que se aprecian con claridad algunas realidades muy evidentes.

   Durante 2004, en Castilla-La Mancha, es cierto que el paro remontó moderadamente, pero es innegable que nuestras empresas han creado empleo y si el número de parados ha subido, es porque lo ha hecho el número de aquellos, en particular mujeres, que aspiran a encontrar un empleo. El año pasado las mujeres en Castilla-La Mancha se han incorporado al mercado de trabajo cuatro veces más rápido de lo que lo han hecho en el resto de España. Ésa es una muy buena noticia, y el hecho de que ocasionalmente se pueda traducir en un aumento de número de paradas, que no de la tasa de paro femenino que es menor que la del 2003, no nos debe hacer dudar de que andamos por el buen camino.

   Otras regiones de España ya experimentaron esta incorporación de la mujer al mercado de trabajo; en Castilla-La Mancha lo estamos viviendo ahora y de forma muy intensa. Si hay algo que define la última década es la irrupción masiva de las mujeres en nuestro mercado laboral, al tiempo que progresivamente se va reduciendo la presión de entrada de los jóvenes. Piénsese que los que ahora cumplen 20 años nacieron en la 1985 en los momentos en que la tasa natalidad tocaba fondo.

   Según la Encuesta de Población Activa, que publica el Instituto Nacional de Estadística, durante el año 2004, en Castilla-La Mancha, se han incorporado al mercado de trabajo 24.500 personas, el 90% de ellas encontraron un empleo y el 76% de esos empleos fueron además ocupados por mujeres; en total, 17.400 mujeres consiguieron un empleo. Y lo más interesante es que esto no es una realidad nueva, sino que confirma la tendencia de los años anteriores. El 64% de los empleos creados en los últimos tres años han sido ocupados por mujeres; de alguna manera podríamos decir que las empresas de Castilla-La Mancha han asumido una cierta paridad ante el empleo.

   Acabamos el año 2004 con el número de hombres y mujeres con empleo más alto de nuestra historia, 684.000 personas. Además, si repasamos los datos del paro registrado, que suministra el INEM, nos encontramos con que en 2004 el número de jóvenes menores de 25 años parados se redujo en un 15%, en particular el número de mujeres que descendió en casi un 17%. Hemos transformado nuestro crecimiento económico, 2,8% de incremento del PIB regional, en empleo, con un 3,1% de subida de la tasa de ocupación. El empleo crece y lo hace tan rápidamente como para absorber el intenso crecimiento de nuestra fuerza laboral, aunque no tanto como para reducir de forma sensible el “stock” de paro.

   Si reparamos en el comportamiento del paro por sectores económicos, nos encontramos con que, por supuesto, es el sector servicios el que ha tirado del empleo, pero hay que resaltar cómo la industria, a pesar de la crisis que atraviesan sectores como el textil o el calzado, está manteniendo el empleo e incluso contribuyendo moderadamente a la reducción del paro. El colectivo que más ha reducido su presencia en el registro del paro es el de aquellos que buscan su primer empleo, lo que vuelve a confirmar la realidad de una economía regional que crea empleo con rapidez para ofrecérselo a los que se incorporan al mundo del trabajo. En el lado malo del análisis vuelve a aparecer la temporalidad, que además se incrementa este año 2004. El 92% de los contratos que se firmaron en Castilla-La Mancha fueron de carácter temporal

   Si tuviéramos que resumir, tres serían las conclusiones básicas a extraer del comportamiento de los indicadores del mercado laboral durante el año pasado: tenemos que reforzar las políticas de incorporación de las mujeres al empleo, eliminado los obstáculos, en particular los que dificultan la conciliación de la vida familiar y profesional; hay que explorar toda la capacidad de creación de empleo que encierra el sector servicios; y por supuesto, trabajar desde el acuerdo y el diálogo social, para mejorar la calidad del empleo.

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