Fenómeno histórico en Daimiel: El Guadiana y el Acuífero 23 remontan las profundidades y afloran en lagunas olvidadas

No son charcos. Son afloramientos subterráneos. Es un acontecimiento histórico que muy pocos confiaban en ver. Y muchos, probablemente no lo hayan visto jamás. Según informa tablasdedaimiel.com a través de su página de Facebook ya se han producido los primeros afloramientos del acuífero 23 en la laguna de la Albuera, la que presenta la cota más baja (610 metros) de las que hay en Daimiel. Es otra «prueba de cargo» de que el cercano Guadiana está remontando con fuerza desde las profundidades en las que, durante décadas, ha estado sumido. En el paraje del molino de Zuacorta, el Guadiana ya ha hecho su aparición.

Detalle del afloramiento del acuífero en la Albuera. Foto: Tablasdedaimiel.com
Detalle del afloramiento del acuífero en La Albuera. Foto: Tablasdedaimiel.com

Tablasdedaimiel.com ha sido testigo de cómo el acuífero 23 ha empezado a rebosar en dos puntos a mitad de camino entre las carreteras a Malagón y el Camino de Molemocho. Y los testigos no dudan: «como apunta la tradición, agua en la Albuera, al poco en los Ojos». Se trata de una zona de humedales en las que muy pocos recuerdan haber visto el agua. Tanto, que los testigos afirman que «ahí siempre ha habido cultivo porque era una tierra  muy fértil».

Esta serie de imágenes han sido recogidas en primicia por los gestores de Tablasdedaimel.com También te ofrecemos otra instantánea del afloramiento del «Guadiana desconocido» en el paraje del Molino de Zuacorta.

Afloramiento del Guadiana en Zuacorta. Foto: José Luis Marchán-Marchandesign
Afloramiento del Guadiana en Zuacorta. Foto: José Luis Marchán-Marchandesign
Segundo afloramiento del acuífero en La Albuera . Foto: Tablasdedaimiel.com
Segundo afloramiento del acuífero en La Albuera. Foto: Tablasdedaimiel.com
Detalle del primer afloramiento del acuífero en La Albuera. Foto: Tablasdedaimiel.com
Detalle del primer afloramiento del acuífero en La Albuera. Foto: Tablasdedaimiel.com
Primer afloramiento. Al fondo se aprecia la humedad donde ha surgido el agua desde el acuífero. Foto: Tablasdedaimiel.com
Primer afloramiento en La Albuera. Al fondo se aprecia la humedad donde ha surgido el agua desde el acuífero. Foto: Tablasdedaimiel.com

 

Estas fotos son, según informa Daimiel Noticias,  una prueba más del espectacular estado del acuífero 23 que también va poco a poco va asomándose cada vez más cerca del emblemático punto de los Ojos del Guadiana. Según ha confirmado en Radio Daimiel, el jefe del área de Hidrogeología del Instituto Geológico Minero (IGME), Miguel Mejías, hace unos días se ha detectado el “ojillo” más cercano a este paraje. Mejías ha comentado que este surgimiento se localiza a 800 metros de la zona donde la carretera corta el paraje y tiene “unos dos o tres metros cuadrados”. Así las cosas, el experto del IGME entiende que “a finales de mayo o principios de junio” podrían surgir “pequeños encharcamientos” en el lugar donde tradicionalmente nacía el río Guadiana, aunque veía difícil que éstos pudieran formar regueros como sucedía antaño.

No obstante, Mejías subrayaba que “lo especial de este momento” es que ya han surgido “nuevos” ojos en el Guadiana, unos afloramientos que se localizan en el entorno de los molinos de Zuacorta, La Máquina, El Nuevo o Griñón y que, en los años en los que el río corría unos kilómetros atrás, quedaban tapados por el agua que les llegaba de los “antiguos y tradicionales” ojos.

En este sentido, Miguel Mejías explicaba que el ritmo de subida de los niveles del acuífero se ralentiza cuanto más cerca de la superficie está el agua. “El nivel va a subir algo a más, pero cuando el nivel freático se acerca a la superficie, se producen evaporaciones en puntos como los que hemos comentado y por tanto la subida es más lenta”. Aun así, los últimos datos que se manejan en el IGME hablan de que entre el 3 y el 10 de abril se ha producido “un ascenso de 30 centímetros en los Ojos del Guadiana y lo lógico es que continúe este lento ascenso hasta bien entrado el verano”.

Mejías también se ha referido a los “hundimientos” que han vuelto a aparecer, como en los años 96 y 2010, en el cauce del Guadiana o en zonas próximas a éste. Unos fenómenos que “no son extraños” dada la composición del subsuelo del término daimieleño, formado en su mayoría por rocas carbonáticas (calizas) y margas, y la crecida espectacular del agua subterránea. Según explicaba, estos colapsos del terreno, “dolinas” en términos geológicos, aparecen porque el agua disuelve esas rocas del subsuelo y se producen cavidades bajo tierra que después aparecen en superficie en esa forma redondeada.

En este 2013, se han localizado nuevos hundimientos en las cercanías de la laguna de Escoplillo, que se suman a los ya referenciados años atrás en El Sordico y en el Rincón. Éste último es el más espectacular de todos ya que, según los datos de Guardería Rural, podría tener unos 15 metros de diámetro.

Para concluir, Mejías ha estimado que este histórico periodo húmedo se debería aprovechar como “un punto de inflexión” para racionalizar y compatibilizar los usos del agua y que “un río como el Guadiana nazca donde tiene que nacer”.

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