Carlos Guerra plasma en un monumental escudo de bronce los principales hitos de Almodóvar del Campo

Uno de los elementos ornamentales que más está llamando la atención de la remozada Plaza Mayor de Almodóvar del Campo y que está cumpliendo uno de los objetivos, el de inmortalizarse junto a él, es el nuevo escudo del municipio que ha sido confeccionado en bronce por el prestigioso escultor Carlos Guerra del Moral, natural de esta población manchega.

Por esta condición, reconoce ser para él todo “un orgullo, un privilegio y un honor” haber tenido la oportunidad de concebir una monumental obra donde, por otro lado, ha repasado para propios y extraños, lo más particular de la vasta y enriquecedora historia de una población con gran peso, antaño, en el conjunto peninsular y que todavía hoy atesora uno de sus mayores términos municipales.

“Fue una petición del Ayuntamiento para sustituir el escudo del pavimento antiguo y, dándole vueltas, consideramos que lo mejor era elevarlo sobre una especie de atril de piedra, para que todos, los que tienen el privilegio de vivir aquí y los que no tenemos el privilegio de vivir en Almodóvar del Campo, cuando vengamos al pueblo nos podamos hacer una fotografía que, creo, es patrimonio de todos”.

“Es una obra que primero se ha hecho con mucho cariño, en la que yo he intentado vaciarme”. Así lo dice este artista de reconocida trayectoria y que, para el caso, ha concebido un escudo de gran formato con sus preceptivos cuarterones, “pues las armas de Almodóvar no se pueden cambiar”, aunque tienen ciertos toques y guiños como la puerta norte del templo parroquial, la polilobulada, que ha plasmado en el castillo.

Una corona ‘real’ sobre el escudo

Para la corona, Guerra ha optado por el modelo conocido como ‘real’, en lugar de la ‘ducal’ que era hasta ahora la más generalizada. La razón se explica en la referencia con que el escultor quiere dejar constancia a la concesión del título de ‘Ciudad’ que para Almodóvar del Campo hizo, por la vía del real decreto, el rey Alfonso XII en el año 1879.

Tres siglos antes, concretamente en 1575, durante el reinado de Felipe II, Almodóvar del Campo tenía el título de ‘Villa’, Cabeza de Jurisdicción, asiento de Gobernación de la Orden y Caballería de Calatrava, jurisdicción y gobierno sobre muchas villas y lugares y el citado escudo de armas.

Orla y medallones explicativos

Es en la orla que lo rodea, donde consta la leyenda ‘Muy noble. Muy afable. Muy leal. Muy antigua. Ciudad de Almodóvar del Campo’, donde el escultor ha concebido, con total libertad creativa, seis elegantes medallones en los que ha aprovechado para repasar los hitos históricos y culturales de Almodóvar del Campo, con un colofón en la parte inferior relativo a la tradición taurina que representa con las cabezas de dos bravos toros.

El primero de los medallones hace reseña de las tres culturas que se sucedieron en la población. “Almodóvar es una fundación musulmana, con una población originalmente judía muy importante y después conquistada por los caballeros de Calatrava”, explica. Por eso aparece la Estrella de David en relación al mundo judío, la Media Luna en relación al Islam y la Cruz en relación a los cristianos. También muestra cómo se escribe el topónimo en sus idiomas correspondientes, y alude al Campo de Calatrava porque fue encomienda de la Orden de Calatrava.

Al otro lado, el segundo medallón versa sobre el término municipal, a su extensión, a su altitud y recoge el área de la superficie que ocupa, alcanzando parte del Valle de Alcudia.

Los medallones centrales están dedicados a los santos, “que son una referencia obligada”. El de san Juan de Ávila, con su biografía y los hitos más importantes, como su beatificación, su canonización, su doctorado, junto con su firma. Y el de san Juan Bautista de la Concepción incluye lo propio, con la novedad de que presenta la rúbrica del reformador de la Orden Trinitaria, “que era muy desconocida y que me la ha facilitado el máximo estudioso que hay de él, el padre Juan Pujana”, apunta Carlos Guerra.

Y en cuanto a los medallones inferiores, el autor reconoce que “quizá sorprendan, pero no por eso nos son menos propios”. Uno, el de la izquierda, está dedicado a Cervantes, “porque en la obra más inmortal de la literatura universal, ‘El Quijote’, menciona cuatro veces Almodóvar. Y en dos de sus Novelas Ejemplares, además, en ‘Rinconete y Cortadillo’ y en ‘La ilustre fregona’, hay pasajes que también ambienta en nuestro municipio”, recuerda.

La Virgen del Carmen que trajo san Juan de la Cruz

El otro lo dedicada a san Juan de la Cruz, en referencia a los carmelitas y a su relación con Almodóvar del Campo. Ellos introdujeron la devoción a la Virgen del Carmen, patrona de la localidad, particularmente este otro doctor de la Iglesia que “fue el primer carmelita descalzo y estuvo tan vinculado con Almodóvar, que la visitó cuatro veces, en una de ellas trayendo desde el convento de Granada la primera imagen de esta advocación mariana que se veneró hasta la Guerra Civil”, momento en que se perdió tan histórica escultura.

Además, abunda Guerra del Moral, el ‘Cántico Espiritual’ “lo empieza a escribir en la cárcel de Toledo y lo termina en Baeza y entre una y otra sabemos que está un mes y medio viviendo en Almodóvar”, por eso el artista almodovense ha querido plasmar en el citado medallón, su significativa quinta estrofa y, por debajo, también la reproducción de su firma manuscrita.

Todas las pedanías

El conjunto heráldico queda completado con un marco rectangular cuyos vértices están rematados con cuatro clavos piramidales y, entre ellos, aparecen por orden alfabético los respectivos nombres de todas las pedanías que se asientan a lo largo y ancho del término municipal: La Bienvenida, Fontanosas, Minas del Horcajo, Navacerrada, Retamar, San Benito, Tirteafuera, Valdezogues, Veredas y La Viñuela.

Carlos Guerra del Moral, que cuenta con una destacable trayectoria artística en la provincia ciudadrealeña y en otros puntos del país, ha concebido así en su tierra natal una obra que, “como todas las que realizo, siempre pretendo que la gente las haga suyas”, de manera que confía en que satisfaga a todos los que la contemplen y se llegue a apreciar la hondura de todas las reseñas que incluye.

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1 COMENTARIO

  1. El señor Guerra no tiene ni idea, pero ni idea. El timbre del escudo de Almodóvar del Campo no es una corona ducal. Se trata de una corona real abierta, de tipo antiguo, y se diferencia de la ducal, entre otras cosas, por las perlas.
    Debería documentarse y no tener el atrevimiento de modificar la heráldica de una ciudad por su capricho. Tenemos una heráldica con solera, siglo XIV, y un timbre que es la Corona de Castilla, corona real abierta de tipo antiguo, nada de ducal. En las relaciones topográficas de Felipe II y en documentación de la Diputación de Ciudad Real y en CSIC en Madrid queda perfectamente establecida la heráldica de los municipios de España. Pero es que aunque lo fuera ni un escultor ni un alcalde son quienes para ultrajar la heráldica de Almodóvar del Campo. Confío en que la Corporación Municipal corrija esta metedura de pata, defienda y proteja los símbolos del municipio. La corona o timbre del «escudo del Sr. Guerra» es una corona real cerrada, heráldica moderna, del siglo XVIII. Rectificar es de sabios. Estudie, Sr. Guerra.

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