La injusta historia de una emprendedora en Miguelturra

Carta al director de Luis Vinuesa.– Nunca suelo escribir nada, pero me siento en la obligación de hacerlo. Os quiero contar la historia de mi madre. Un referente para mi debido a su tenacidad, su valor y su incansable lucha por sacar adelante un negocio, una ilusión y una familia. Me gustaría que dieran a conocer en sus medios su historia debido a que es una injusticia.

Tras varios años en paro habiendo estado trabajando casi 20 años como administrativa en una empresa local de Miguelturra pero que, como mucha gente por la crisis, se fue a la calle. Cansada de no encontrar nada decidió hacerse autónoma y lanzarse a la aventura de montar una pequeña empresa. Este negocio consiste en una oficina técnica agrícola. Su trabajo consiste en visitar a los clientes junto una ingeniera agrónoma. Por ejemplo, entre otras cosas, la ingeniera elabora un plan de abonado y mi madre les vende los productos fitosanitarios los cuales son ecológicos (una de las ventajas es que los agricultores no necesitan el titulo de manipulador de productos fitosanitarios). Hasta aquí todo perfecto. 

El problema surge cuando decide montar su negocio en un local de la cooperativa agrícola de Miguelturra. La junta directiva que es la que coordina y decide sobre el local, empieza a poner trabas, problemas y muchos impedimentos a mi madre. Tengo mis dudas sobre el porque de ellos ¿celos?, ¿envidia?, ¿por ser una mujer?, ¿un negocio que pueden ver como competencia?, no lo sé. Tras poco más de un año de andadura y cansada de ello, decide ir un paso más allá y decide volver a realizar una nueva inversión para mejorar su negocio habilitando una oficina en la cochera de mi casa para atender a sus clientes.Tras dar de baja el antiguo local en la Calle Real de Miguelturra, se informa si tiene que volver a pagar las tasas de apertura del negocio ya que no cambiaba de empresa ni de actividad empresarial, solo de lugar (a mi casa cuando finalice la obra). En el ayuntamiento le informan de que tiene que volver a pagar sus correspondientes tasas igual que la vez anterior.

Examinando la ordenanza municipal nos damos cuenta de que a los parados de larga duración (como era el caso de mi madre en la apertura del primer local) se les hace una rebaja del 90%, la cual ni se la hicieron ni la avisaron de esto y pago la tasa entera. Y claro la tendrá que volver a pagar enterita cuando reabra en su nueva ubicación.

Hace unos días leí una noticia en la web del ayuntamiento que recalcaba la admiración por las mujeres emprendedoras churriegas por parte de varios miembros del equipo de gobierno. Tras leer esto me reí. Me rio debido a que en ningún momento el equipo de gobierno ha apoyado a mi madre sobretodo siendo Miguelturra un pueblo agrícola. En ningún momento el ayuntamiento de Miguelturra le ha facilitado nada y ha tenido que pagar mas impuestos de los que les correspondía. Espero que la próxima vez que hable el equipo de gobierno de feminismo, igualdad o equidad entre hombres y mujeres sea extensible a TODAS (y no a unas pocas como hasta ahora) y mas en el terreno laboral.

Me gustaría dar las gracias a aquellas personas que la han apoyado como son la presidenta de Amfar Mujer Rural, la presidenta de Afammer Nacional y un partido político que no esta en el equipo de gobierno ya que han visitado las antiguas instalaciones al comienzo de la andadura y han mostrado en todo momento su apoyo. Y sobre todo a sus clientes que han hecho posible que el proyecto siga adelante y han sido, son y serán el pilar fundamental.

Gracias por ser como eres mamá. Se que no necesitas el apoyo ni el reconocimiento de nadie pero el mio lo vas a tener SIEMPRE.

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