Hace 45 años CCOO en el Gran Teatro. Marcelino Camacho venía a Puertollano

Jesús Camacho Segura. Militante de CCOO.- El 27 de abril de 1977 CCOO depositaba sus Estatutos Confederales en la “oficina pública establecida al efecto” para dar cumplimiento a lo determinado en la Ley de Asociación Sindical de 1 de Abril de ese año, publicada en el BOE a los pocos días.

Marcelino Camacho, en su última visita a Puertollano

Con ese hecho se producía, de facto, la legalización de los sindicatos en el aquel difícil período de la Transición; los partidos políticos balbuceaban su estrenada legalización –habilitados por el RDL sobre derecho de asociación política del mes de febrero, y se legalizó al PCE el sábado santo de 9 de abril-, un paso indispensable para llegar a las primeras elecciones generales democráticas después de sufrir 41 años de dictadura franquista.

Comisiones Obreras en la zona de Puertollano venía desarrollando un proceso de resistencia, información y captación de militancia que intensificó durante cuatro años con anterioridad a la presentación de sus Estatutos para la legalización. El día 28 de abril, día siguiente de la presentación de los Estatutos, se celebró una gran Asamblea en el cerro de San Sebastián con la presencia de Julián Ariza -histórico dirigente sindical con reciente publicaciónde su libro de memorias “El precio de la libertad. Recuerdos de un antifranquista”, que nos animó por la conquistada “legalidad” y se detuvo en valorar la situación, explicó “La alternativa sindical de CCOO” y los hitos que se iban a desarrollar de forma continuada. El más inmediato la celebración del 1º de Mayo.

No obstante, ni en Puertollano ni en otros muchos lugares de España se pudo conmemorar aquel 1º de Mayo en libertad. La autoridad gubernativa consideraba que aún no estaba cumplimentado el proceso de legalización y, en consecuencia, no había permiso de manifestación para que se celebrara el día internacional del Trabajo. En nuestro caso, el Gobernador Civil se aplicó en la doctrina oficial del gobierno sobre nuestra ilegalidad en un intento de acallar la reivindicación. No obstante, el 1º de Mayo se celebró con una concentración en las “Pocitas” del Parque de la Rincona, eso sí acompañados de una nutrida vigilancia policial, repartida por el entorno para disuadir a los congregados y a
los que se iban concentrando.

La resolución de la legalización llegó meses después, pero era imparable el ímpetu sindical para extender la afiliación y el agrupamiento organizativo para afrontar los retos de un sindicato en la incipiente democracia que se iba conquistando y construyendo. Las CCOO en Puertollano había constituido su estructura organizativa el 28 de noviembre de 1976, en una humilde casa adquirida por 25.000 pesetas –aledaña al cerro de San Sebastián-, dando cumplimiento a la decisión de reforzamiento que se acordó en la Asamblea General de CCOO celebrada en Barcelona en Julio de 1976 y que, tras arduos y calurosos debates, tomó la decisión de pasar de movimiento sociopolítico a sindicato de clase. Un hecho transcendente para el devenir de los acontecimientos posteriores.

La militancia de las CCOO, sus grupos establecidos, pasaban de la clandestinidad a una acción colectiva, ordenada y creciente, de oposición al régimen franquista para hacer imparable el proceso de transición hacia la democracia plena que, con otros grupos sociales y especialmente con el movimiento universitario, impulsaba. Eso sí todavía con muchos obstáculos, represión y adversidades. Mientras a UGT y USO se les permitió celebrar sus congresos durante 1976, a CCOO se le seguía persiguiendo y dificultando el
desarrollo del sindicalismo de “nuevo tipo” que propugnaba. No era inocua aquella estrategia gubernamental para evitar la expansión de la fuerza sindical predominante en el panorama laboral.

En el mes de enero de 1977, quince días antes de los asesinatos del despacho laboralista de CCOO en Atocha 55 de Madrid, se llevó a cabo en ese mismo local la constitución de la Unión Regional de CCOO de Castilla La Nueva (hoy Castilla La Mancha), eligiendo a Pedro Ruíz para el cargo de Secretario General. A partir de ese momento se consideró imprescindible un plan de mayor visibilidad del sindicato, buscando una masiva presencia en los centros de trabajo y en la sociedad, llamando a grandes asambleas y mítines depresentación.

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La presencia de CCOO en Puertollano ya tenía su evidencia más notable desde la Huelga de 1962, “la huelga de los treinta duros”, y reafirmo su presencia en las Elecciones Sindicales que el régimen franquista convocó en 1966. En las candidaturas aparecieron los hombres de aquel incipiente movimiento sociopolítico que optó por entrar en las estructuras del sindicato vertical para provocar su debilitamiento y forzar el cambio de los Jurados de Empresa por representantes sindicales elegidos en libertad. El ejemplo más significativo se dio en las dos grandes empresas de la zona, la minera SMMP y la ENCASO –hoy Repsol-.

El día anunciado para hacer la presentación pública de CCOO de Puertollano fue el 20 de mayo de 1977 el Gran Teatro. Se había anunciado la presencia de Marcelino Camacho que sufrió un grave accidente de tráfico en Manzanares cuándo se dirigía a nuestra ciudad desde Alcoy. El llamamiento al Mitin Sindical culminó con un éxito clamoroso ante el anuncio de la figura más relevante y máximo dirigente sindical de CCOO. Multitud de trabajadores y trabajadoras, de las distintas empresas de la localidad y poblaciones cercanas acudieron al acto sindical, eran tiempos de expectativas y reivindicaciones, de luchas por las libertades, a las puertas de las elecciones constituyentes de 15 de junio. El local estaba “completamente abarrotado” (Diario Lanza 22/05/77– F. García Sánchez).

Marcelino Camacho volvió a Puertollano para celebrar otra Asamblea multitudinaria el 29 de octubre en el Polideportivo de la calle Numancia. Quiso cumplir su compromiso y lo hizo manteniendo siempre una especial relación con nuestra zona, a la que acudió en distintas ocasiones.

El acto del Gran Teatro fue presidido por Pedro Ruiz y conducido por Manuel Caballero; ambos militantes fajados en la pelea en el sindicato vertical, represaliados por ello, y creadores de las CCOO de Puertollano en la clandestinidad, tras la huelga de 1962- junto a Huete, Cejudo y “Tole”. En el caso de Pedro se vio obligado al exilio a Francia junto a los compañeros – Huete, Cañuelo, Barbero, Donaire y Mariano Martín-, para huir de la redada del represivo cuerpo de la BPS (Brigada Político Social), volviendo de forma clandestina para reorganizar el movimiento sindical junto al dirigente histórico Julián Ariza, que era el máximo responsable de organización en todo el país con dedicación exclusiva a Castilla-La Mancha y Extremadura. En el caso de Manuel Caballero, un respetado “enlace sindical”, permaneció en la empresa Encaso desempeñando su papel de representante legal, de manera sagaz y reivindicativa. El férreo compromiso militante que les vinculaba con su partido y su sindicato, para combatir al régimen franquista, era inalterable.

La Mesa Presidencial también estaba conformada con el grupo de compañeros que asumían las funciones de liderazgo de aquella Unión Sindical de CCOO de Puertollano: Isidoro Sánchez, Carlos Polo, Manuel Gallardo, Jesús López, Juan Antonio Prieto, Francisco Castillo, Eugenio Nielfa, Jesús Camacho, Fermín Ortega, Antonio Ruiz (Tole), Luciano Palacios, Genaro García, Fulgencio Ruiz y Rufino de Tomás.

Mesa del acto en el Gran Teatro, el 20 de mayo de 1977

La realización del acto no estuvo exenta de dificultades. Había que convencer al propietario del Gran Teatro y pedir permiso de celebración al Gobernador Civil –Eduardo Ameijide- que se negaba a conceder autorización considerando que aún no éramos legales. Así, nos desplazamos a Ciudad Real para protestar por la denegación e instarle para que cambiara de opinión, se le hizo notar lo errático y abusiva de su actuación indicándole la responsabilidad en la que podía incurrir porque el acto no se iba a suspender. Al final se pudo corregir su decisión si bien pidió, por considerar que administrativamente no se había producido la resolución de la legalización, que no apareciera ningún símbolo ni bandera que marcara la convocatoria y la celebración por Comisiones Obreras; una sugerencia absurda debido a que el acto se había convocado con una amplia campaña de difusión.

El acto se llevó a efecto y con la bandera de CCOO. Para evitar sanciones se optó porque dos compañeros salieran entre el público animando a la lucha de la clase trabajadora y con un fuerte ¡Viva CCOO¡. Esa bandera, pintada a mano por Francisco Castellanos y su compañera Margarita, la hicieron llegar al frente del escenario los compañeros Cañuelo y Gerardo. Allí permaneció como símbolo del mitin de presentación de la Unión Sindical de CCOO de Puertollano el 20 de mayo de 1977 en el Gran Teatro. La bandera nos acompaña en el archivo del sindicato recordando lo que hicimos, hacemos y haremos. Los sindicatos de clase son imprescindibles, sin ellos no hay democracia.

Puertollano, Mayo 2022

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