En capilla y con una paradoja: pasión-tensión ante unas elecciones eurogenerales con el fantasma de la abstención rondando urnas. Debiera, en buena lógica, ser lo contrario. Si se ha tomado el asunto cual intramuros (un lector de Miciudadreal, alega diez razones para no votar a Rosa Díez, todas domésticas), lo normal sería que los electores socialistas rebosaran las urnas para levantar un buen dique anti-PP y los populares, que acudieran en enjambre para que se visualice la primera derrota socialista desde 2004, con la vista puesta en 2012. Dentro de seis meses España presidirá el Consejo y en los próximos días veremos si ZP afronta la planetaria responsabilidad con un Grupo Socialista Europeo mayoritario o no y con un aporte de diputados mayor que el de su adversario. En fin que ya todo está dicho sobre Europa, o sea nada. Esperemos que la meteorología dominical nos sea propicia aunque llover, llover lo hará el mismo lunes con las papeletas en la mano. A modo de rapapolvo. Una derrota para cualquiera de los dos, ZP o Rajoy será un serio aviso. Y para los demás sufridos electores, también caerán chuzos porque vamos a asistir a semanas enteras de echarse los resultados a la cara, aunque de todos es sabido unas elecciones es una cosa que nadie pierde y todos ganan. Menos mal que nos quedan Bulgaria, Polonia, Eslovenia…. ¿Qué votaran éstos? Pronto lo sabremos. Que ustedes lo voten bien.














