Las noches de la Talaverana se rindieron a la Orquesta Filarmónica de La Mancha

Más de un millar de vecinos asistieron en la noche del domingo al concierto de la Orquesta Filarmónica de La Mancha (OFMAN), que convirtió la Fuente de la Talaverana en un espacio de encuentro cultural abierto a toda la ciudad. Bajo el título Ritmos del mundo, la formación ofreció un variado programa que transportó a los asistentes por diferentes países y continentes a través de la música.

Aurora Galisteo, concejal de Servicios Sociales, destacó que este concierto representaba un giro hacia una propuesta cultural y cosmopolita en el marco del tradicional entorno de la Talaverana. Subrayó que Ciudad Real había podido disfrutar, por tercer año consecutivo, de una orquesta de prestigio internacional en un enclave tan emblemático, con un aforo superior al millar de personas que prácticamente se completó.

Galisteo añadió que la actividad estaba pensada tanto para los mayores como para las familias y el conjunto de la ciudadanía, consolidándose como una cita muy esperada que cada edición despertaba mayor expectación. Valoró, además, la extraordinaria calidad de la OFMAN y la emoción que transmiten sus actuaciones en la ciudad.

El director de la orquesta, Francisco Antonio Moya, señaló que cada obra había supuesto un reto especial por la diversidad de estilos, armonías y ritmos, lo que exigió máxima concentración a los músicos. Recordó además la intensa agenda de la OFMAN, que supera las cuarenta actuaciones anuales en distintos escenarios de la región y del país.

Desde óperas a mambos, tangos o fados

El repertorio incluyó piezas tan populares como la Danza húngara nº5 de Johannes Brahms, la Canción gitana de la ópera Carmen de Georges Bizet, el colorido Mambo de West Side Story de Leonard Bernstein y el célebre Danzón nº2 del compositor Arturo Márquez, que puso un brillante broche final a la velada. También sonaron obras de Strauss Jr., Gardel, Abreu o Matamoros, en un verdadero viaje intercontinental que combinó la tradición europea con los ritmos latinos y americanos.

El público disfrutó especialmente de las intervenciones solistas: la soprano Alicia Hervás deslumbró con el fado Locura de J. de Sousa, aportando una nota de lirismo y emoción, mientras que el barítono Daniel Bañez puso voz a los tangos, entre ellos el célebre Volver de Carlos Gardel, que arrancó los aplausos más sentidos de la noche. El violinista Alejandro Domínguez, por su parte, brilló como solista en diversas piezas del repertorio.

El concejal de Cultura, Pedro Lozano, compartió también la velada con los asistentes, en una noche que unió patrimonio, convivencia y excelencia musical, reafirmando el compromiso del Ayuntamiento de Ciudad Real con la difusión de la música clásica y el acceso a la cultura para toda la ciudadanía.

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