Este fin de semana, el Tren del Quijote ha vuelto a encontrar su destino en Alcázar de San Juan. La iniciativa cultural y turística, que une Madrid con el corazón de La Mancha para promocionar la esencia cervantina y el patrimonio local, ha vuelto a acercar a nuestra ciudad a un amplio número de visitantes, quienes han podido disfrutar de una completa experiencia que ha combinado historia, tradiciones, gastronomía y vino; elementos que hacen de Alcázar de San Juan un referente turístico en la región.
La concejala de Turismo, Bárbara Sánchez-Mateos, ha sido la encargada de dar la bienvenida a los visitantes, subrayando el valor de este tipo de propuestas para el impulso de la ciudad como destino. «Alcázar de San Juan es un enclave estratégico en el corazón de La Mancha, y acciones como el Tren del Quijote nos permiten mostrar la riqueza de nuestra tierra a quienes vienen a descubrirla», ha expresado la edil, agradeciendo la colaboración de Renfe, Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha e instituciones implicadas.
El itinerario ha comenzado en la estación de ferrocarril, punto de encuentro de viajeros y anfitriones, y se ha prolongado con un recorrido por algunos de los lugares más emblemáticos de la ciudad. Entre las paradas destacadas, se ha llevado a cabo la tradicional molienda en los molinos de viento del Cerro de San Antón, donde los asistentes han podido conocer de primera mano uno de los símbolos más universales de La Mancha.
La jornada ha continuado con la visita a una bodega típica, en la que los viajeros han tenido ocasión de adentrarse en la cultura vitivinícola, así como de degustar y adquirir productos locales. Además, el programa ha contemplado tiempo libre para que los participantes pudieran elegir entre la variada oferta gastronómica de los restaurantes de Alcázar de San Juan, ampliando la experiencia a través del contacto directo con la hostelería local.
El recorrido se ha completado con la entrada a espacios culturales de referencia como el Complejo Palacial del Gran Prior y la Casa del Hidalgo, que han permitido a los visitantes profundizar en la historia y el legado patrimonial de la ciudad. «Queremos que cada persona que llegue a Alcázar se marche con la sensación de haber vivido una experiencia única, en la que se mezclan cultura, tradición y hospitalidad», ha señalado Sánchez-Mateos, recordando que el Tren del Quijote seguirá acercando a nuevos viajeros a lo largo de la temporada.
