Cooperativas C-LM rectifica a la baja sus expectativas en vendimia y cree que cosecha disminuirá un 18% respecto a 2024

Cooperativas Agro-alimentarias de Castilla-La Mancha ha constatado una «importante reducción» de la cosecha durante esta vendimia, que ha justificado en las altas temperaturas del mes de agosto.

Según ha informado la organización cooperativa en nota de prensa, el calor «extremo» de los primeros veinte días de agosto ha afectado considerablemente al viñedo castellanomanchego, reduciendo las buenas expectativas productivas que se preveían el pasado mes de julio.

Si en su anterior reunión de la Comisión Sectorial Vitivinícola Cooperativas calculaba una estimación preliminar que superaba la cosecha del año 2024 por la buena evolución de los viñedos a causa de las lluvias de principios de año, en su último encuentro, celebrado en la localidad conquense de Mota del Cuervo, ha expuesto que el calor extremo de los primeros veinte días de agosto ha causado en el viñedo castellanomanchego una «merma importante» de su cosecha hasta el punto de rebajar las expectativas iniciales y estimar la campaña de vendimia 2025 en un volumen que rondará los 18,5 millones de hectolitros de vino y mosto.

Esta cifra, unida a unas existencias de inicio similares al año anterior, que ya fueron reducidas, dibujan un escenario con disponibilidades más escasas que la campaña vitivinícola pasada lo que, según la sectorial, influirá notablemente en el desarrollo comercial de los transformados vitivinícolas que se elaboren en la presente campaña 2025/2026 en Castilla-La Mancha.

Tras una primavera húmeda, con un mes de junio y primera quincena de julio especialmente calurosos y con incidencia de tormentas, en algunos casos desafortunados acompañadas de granizo, la vid se desarrollaba de forma satisfactoria en general hasta que la ola de calor de la primera mitad del mes de agosto fue desgastando y deteriorando los viñedos. Un calor sofocante y continuado con temperaturas máximas superiores a los 40 grados, lo que durante casi veinte días ha provocado la deshidratación de gran parte de la superficie vitícola regional, reduciendo el peso y el número de los racimos que se vienen recolectando.

Castilla-La Mancha, que en 2024 obtuvo prácticamente una cosecha media de 22,7 millones de hectolitros de vino y mosto, en la presente vendimia, según las estimaciones a 17 de septiembre y tras haber empezado a cosechar ya la variedad mayoritaria, la blanca Airén, disminuiría alrededor del 18% respecto al año anterior, con algo más de 4 millones de hectolitros menos de vino y mosto.

A falta de que aún finalice la vendimia, si se cumplieran las previsiones, Castilla-La Mancha podría representar el 58% de la producción nacional en esta campaña, en la que España no alcanzaría los 32 millones de hectolitros de vino y mosto (en 2024, la producción vitivinícola fue de 36,8 millones), suponiendo una disminución de más del 13% respecto al año anterior y configurando «posiblemente la menor cosecha del siglo en España, incluso menor que la del 2023».

Con una producción europea que se prevé igual de escasa que en 2024, en torno a los 145 o 146 millones de hectolitros, junto a una cosecha media-baja en el hemisferio sur, alrededor de los 48 millones de hectolitros, se dibuja una producción vitivinícola mundial en 2025 muy parecida a la del año anterior, que fue de 228 millones (según OIV), por lo que se encadenaría por tercera campaña consecutiva las tres menores cosechas mundiales del siglo XXI.

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