Jesús Millán Muñoz.- Los viajes y el viaje tienen muchas finalidades y funciones y formas y materializaciones. Un viaje nos cambia en algo, el viajero también cambia el viaje y el lugar.
La prueba más fehaciente y evidente, es el Viaje a la Alcarria de Cela. Internacionalmente esta comarca es conocida por ese libro y por este autor. Sobre esa materia, esa harina de tierra y geografía y hombres un tal señor Camilo José Cela, por los años cuarenta, se le ocurrió tomar el tren en Atocha y andar sus caminos. Nos contó un mundo, siempre se cuentan dos mundos en uno: el interior del narrador y el exterior de lo narrado. La Alcarría es ya una mirada de Cela. Creo que mientras los humanos sean humanos, incluso cuándo existan y vivan en la Luna pequeñas aldeas humanas, alguien desde allí leerá o percibirá o recordará la Alcarria, por este libro de Camilo José Cela… ¿Por qué se marchó Cela de Madrid a las Baleares…?
Un articulista de opinión sea considerado importante o menos importante, reciba estipendios económicos o no, publica sus escritos dónde puede y donde le dejan. Esta es la realidad. Viene a cuento este enunciado porque se publica dónde se puede. Ya sé, ya sé por experiencia, que alguien me indicará, cómo usted nos narra este texto de otro pueblo o comarca o provincia que no es la nuestra. Y, les digo, entre otras muchas razones: si en una comarca se hace esto o lo otro, y, es bueno y eficiente y útil, porqué no lo hacen ustedes lo mismo. Copien lo bueno de otros lugares, aldeas, pueblos, comarcas. Pueden intentar e invitar a que en su comarca se escriban artículos sobre su comarca, libros de ensayo, quizás, también de viajes, textos escritos o con fotografías. Se va quedando “plusvalía cultural”, IVA cultural. Tenemos que crear y criar plusvalía cultural. No nos queda más remedio. Más en los lugares que no tenemos arena y agua con sal de las estrellas de los ojos…
Arribamos a Cifuentes, las cien fuentes Los viajeros recuerdan, los viajeros añoran, los viajeros caminan, los viajeros vuelan. Las ideas viajan y los viajeros mueven las ideas para que vuelen. El Castillo de Cifuentes, dicen que lo hizo Don Juan Manuel. Don Juan Manuel es la prueba que la literatura queda. Cientos y miles y decenas de miles, posiblemente, hubo de condes y marqueses en siglos medievales, en diez siglos, sin entrar en el Renacimiento y la Modernidad, y, se recuerda a Don Juan Manuel, porque escribió letras que han quedado. La casi inmortalidad humana por las letras y las artes. Decía el maestro Cela, las palabras duran más que las catedrales. Y, llevaba razón, los templos griegos han quedado malhechos y maltratados, pero todavía tenemos obras de Platón y Aristóteles y Esquilo y Sófocles y Eurípides.
Leí El Viaje a la Alcarría en la adolescencia, no recuerdo si del todo o sólo parte, debido a las obligaciones del Bachillerato. Cuánto tiempo ha pasado, cuántas aguas, cuántos otoños, cuántos meses, más de quinientos meses, más de dos mil quinientas semanas. Me pregunto, si he dejado bienes en esa cosecha de años y no demasiados males. Se siembran también bienes, aunque surjan también cizañas malas. La vida es intentar criar hierbas buenas y la menor cizaña posible. Escribir es una forma de sembrar árboles buenos. Unos regalan y donan su tiempo y su trabajo y sus vasos de agua, otros, con sus palabras y sus colores intentan que el mundo funcione mejor. No recordaba a Doña Mayor, nombre de mujer, dicen que fue amistad íntima de Alfonso X, y, dicen, que fue la fundadora de la iglesia del pueblo.
La historia de cada comarca y pueblo, el más pequeño o el más grandes están llenas de microhistorias, de minihistorias, de microrelatos, de microhistorias, leyendas que son historias, mitad inventadas e imaginadas, mitad reales… Cada comarca, debemos crear un Renacimiento de/en la Submeseta Sur de esta Península Ibérica, tenemos que producir un Renacimiento de nuestros pueblos de la Mancha, Madrid también es Mancha –aunque no políticamente, pero si en el sueño y en la geografía, porque Madrid es Castilla la Nueva, medio Madrid era del Reino de Toledo medieval y hasta siglos entrados en la Edad Moderna-.
Cifuentes visto desde arriba, desde el cielo, como un pájaro, un pájaro de hierro, se perciben teselas de diversos colores, que son los techos de las casas, con distintos colores, También trozos de las paredes y de los muros, ladrillos y cementos de todas las formas. Se dice que un pueblo es un pueblo cuándo la Iglesia del pueblo sigue siendo el edificio más alto, deja de ser pueblo y pasa a ciudad, cuándo dicha Iglesia, es grande pero no es ya el edificio más alto. En fin, los humanos hacemos clasificaciones de todas las formas y maneras. Al final, un viaje mental como éste, es un recuerdo y un deseo de recuerdo, un viaje realizado o un viaje pensado o un viaje proyectado por y para realizar… No sé, no sé cuántas comarcas estará formada la Mancha, quizás unas veinte… no me voy a poner a contarlas ahora. Pero cada comarca, podría aprender de la Alcarria, -también la comarca de Calatrava- e, invitar a escritores que redacten textos. Es fácil, creen algún concurso o premio, de ensayos o de relatos o de artículos o de fotografía o de las todas las realidades. Y, empiecen a acumular significados y significantes. Que vengan otros ojos a contarnos lo que nosotros percibimos todos los días y no valoramos…
Cifuentes con su Balsa del Molino. Todavía existen patos en dicha balsa, acumulación de agua, clara y fina, suponemos fría también. Hace tiempo cada año, tenía que cumplir el ritual de señalar localidades donde hubiese enseñanza secundaria, porque durante un tiempo me he recorrido grandes trozos de esta tierra, intentando enseñar y aprender de otros seres humanos, especialmente adolescentes, a los que intentábamos que aprendiesen algo de esa tradición de milenios de la Filosofía, y también aprendiesen a crecer, y, también aprender de ellos, porque cada generación viene con un macuto de nuevas sensibilidades. Siempre la correcta moral como dosel y monumento de las palabras.
A varios cientos impartí esta asignatura, ya muchos serán adultos en su primera etapa, ya muchos se habrán casado, ya muchos y muchas tendrán hijos, ya muchos habrán migrado a otros lugares, ya muchos tendrán responsabilidades laborales y sociales, ya alguno/alguna sabrá si existe el Ser Supremo o no –cosa que lamento que haya volado tan pronto, si es que se ha producido este caso-. Ya, ya muchos quizás sean más tolerantes con esos viejos profesores del pasado, quizás alguno te recuerde con estima y sonrisa. Quizás, muchos capten ya, con cierta edad, la moralidad del enseñante. De ahí, que recordamos tantos pueblos, mucho visitamos la media naranja y este escribiente, a veces, acompañados también con descendientes. Muchos lugares conocidos los nombres, y, las distancias, muchos habiendo pasado por sus carreteras como éste, si la memoria no me falla…
El fin de la Balsa de Cifuentes era para mover un molino, molino que troceaba en granitos pequeños el cereal, para que animales y humanos comiesen energía. Respirasen un día más. Porque somos seres biológicos que necesitamos energía alimentaria: proteínas, calorías, minerales, vitaminas, agua, y, también necesitamos silencio. El silencio de esos caminos, siempre recorriéndolos con seguridad, y, buena compañía. Esos viajes interiores al realizar los viajes exteriores.
No podemos obviar y olvidar la Trufa negra de Cifuentes, de la Alcarria. Siempre que alguien de algun pueblo pequeño o mediano o grande habla de cómo incentivar el turismo y la visita a su localidad, siempre les indico que en la Web o Página del ayuntamiento, que ya todos tienen, o de algún museo o entidad de la localidad, o en ambos, abran una etiqueta para recoger testimonios, fotografías, relatos, cuentos, artículos, documentación sobre su pueblo y su historia. Y, verán como la lluvia de la primavera se van llenando los lagos de información que muchos de los habitantes desconocen. Hay que recoger información, para después ofrecerla al mundo…
Todo artículo de opinión es un invento e instrumento humano con solo mil palabras. Y, aquí ya nos hemos pasado. Recorrer un pueblo, es recorrer la vida de nuestros abuelos o bisabuelos, porque el mayor tanto por ciento de la población de la Península Ibérica, sus antecesores, eran de pueblo. Como éste o cómo otro. Inviten los de Cifuentes a que los visiten, los descendientes de algún padre o madre o abuelo o abuela o bisabuelo que fuese de la comarca o de allí. Inviten los que se fueron hace años o décadas que todavía respiren. Inviten, a algún acto, y, verán como quizás vayan surgiendo recuerdos y recuerdos del pasado y recuerdos del ayer que pueden ser y volver a ser hoy, aunque sea por un día… Aquí dejo el guante… Paz y bien…