Antonio Díez Ruiz, geólogo experto en Geología de cuencas y ambientes sedimentarios, colaborador con el paleontólogo Rodrigo Soler, desde hace más de 12 años, en la investigación del Carbonífero de Puertollano y copartícipe en la elaboración de los informes que se presentaron para la declaración de Monumento Natural al Carbonífero de Puertollano, ha enviado a los medios, por medio del periodista local Julián Gómez, una serie de puntualizaciones sobre el Monumento Natural del Carbonífero, ubicado en La Mina La Extranjera de Puertollano, en el que desvela nuevos aspectos del yacimiento.





La verdadera y olvidada amenaza, sobre todo, es el peligro de derrumbamiento de un talud sobre el yacimiento con consecuencias nefastas. Una amenaza de la que hace tiempo advirtieron geólogos y paleontólogos que ha sido olvidada. Díez Ruiz advierte que este es el gran peligro para el Monumento y no la llegada de las lluvias de invierno dada la resistencia, por sus características, a las inclemencias meteorológicas. Por lo que afirma que la protección con arena y geotextil que sopesa la Junta no será efectiva y advierte que, por experiencias anteriores, podrían provocar zonas de humedad perjudiciales.
Al mismo tiempo aboga por realizar un estudio técnico para poner los medios con los que evitar su derrumbamiento como por ejemplo su apuntalamiento. Por todo ello considera «que sería más eficaz primeramente asegurar ese talud inestable que he mencionado a la vez que se podrían ejecutar las cimentaciones para esa cubierta de estructura metálica e incluso pensar en el montaje mediante bastidores de un suelo transparente de cristal o metacrilato (a decidir en su momento) con una serie de pasarelas para que el visitante pudiera observar con más detalle estas maravillas geológicas y paleontológicas que estarían a escasa distancia de sus pies».
Texto íntegro del correo enviado por Antonio Díez:
Me gustaría añadir a lo escrito hasta ahora un hecho importante que se está olvidando, aunque ya lo avisamos con anterioridad, y es que el afloramiento está expuesto a un fenómeno de basculamiento de toda esta zona hacia el talud por la gran inestabilidad del mismo que amenaza con provocar su derrumbamiento sobre el yacimiento con consecuencias que serian nefastas para el mismo ya que se perdería gran parte del trabajo realizado siendo muy improbable su recuperación. Ahí sí que habría que actuar con rapidez encargando un estudio a ingenieros de minas para apuntalar ese talud y que no vaya a más, repito, provocando su hundimiento. Y eso es mucho más grave que el deterioro que la Junta cree pueda haber en la superficie de ripples porque están muy bien cimentados por sílice y por tanto creemos que son bastante resistentes a los agentes climáticos externos. Además tengo que aclarar que la protección a la que La Junta de CLM piensa someter a este yacimiento, dudo que sea efectiva.
Esto lo digo desde mi experiencia cuando hace tres años por estas mismas fechas yo personalmente con la ayuda de la Dirección del Museo de La Minería, Raúl Menasalvas, procedimos al tapado de la parte de ripples excavada hasta ese momento y que no llegaba ni a una cuarta parte de la superficie actualmente descubierta mediante geotextil y encima aproximadamente unos 0,15 metros de tierra seleccionada del yacimiento y el resultado cuando antes del verano de año siguiente lo destapamos fue que debajo del geotextil había grandes zonas de humedad. Por lo que no sé si sería mejor dejarlo a la intemperie con un control de la escorrentía cuando se produzcan copiosas lluvias. Aunque este hecho ya lo hemos observado y no representa un gran problema, pues por las pendientes propias de la superficie del ripple las aguas van a parar o bien hacia al talud o hacia los puntos bajos en los que se producen algunos encharcamientos que al final incluso las arcillas de decantación sirven de protección a lo que hay debajo.
Es por lo anterior que creo que sería más eficaz primeramente asegurar ese talud inestable que he mencionado a la vez que se podrían ejecutar las cimentaciones para esa cubierta de estructura metálica e incluso pensar en el montaje mediante bastidores de un suelo transparente de cristal o metacrilato (a decidir en su momento) con una serie de pasarelas para que el visitante pudiera observar con más detalle estas maravillas geológicas y paleontológicas que estarían a escasa distancia de sus pies. Y es que como se ha dicho, un yacimiento de este tipo que a nuestro políticos les cuesta valorar en su justa medida está a la altura de otros yacimientos como por ejemplo el de Atapuerca.
Pienso que la inversión que se haga en este tipo de actuaciones no sería de una cantidad desmesuradamente alta como se dice si se reparte en las diferentes administraciones e incluso con la participación a modo de mecenazgo de grandes entidades como REPSOL y/o algunas de las eléctricas que actualmente están operando en la zona.