Cuarenta personas se dieron cita este pasado domingo en la Plaza del Ayuntamiento de Argamasilla de Calatrava para participar en la Caminata por la Esclerosis Múltiple, una marcha solidaria de 10 kilómetros impulsada por Rocío Córdoba, una joven de 31 años de edad diagnosticada con esta enfermedad hace poco más de tres.




La cita, que transcurrió en un ambiente de hermandad y total apoyo, no solo sirvió para dar visibilidad a esta “enfermedad de mil caras”, como la califica la organizadora, quien da cuenta de todas sus iniciativas a través del perfil de Instagram ‘Una entre Mil’, sino también para recaudar fondos destinados a la investigación.
El motor de la acción era la particular historia de Rocío y su testimonio personal de superación para trasladar un mensaje de esperanza y el interés por hacer ver a la sociedad que sigue siendo muy necesario arrimar el hombro y que quienes padecen la enfermedad, y sus familiares, no se sientan en soledad en una travesía, a priori, llena de incertidumbres.
“Cuando me diagnosticaron con 27 años, siempre te vas a lo malo. Pensé que mi vida iba a acabar en una silla de ruedas o que se había cortado esta adolescencia adulta en la que estaba”, confiesa Rocío, reviviendo aquella fría sensación entre la falta de información clara y un miedo vital más que lógico.
Y ayudar a otras personas que se enfrentan a esta tesitura viene siendo desde entonces su principal motivación, algo que ya le ha llevado a escribir dos pequeños libritos contando su experiencia y dando consejos en primera persona. Su empeño era tal que incluso se los tuvo que autoeditar ella misma para poder ver la luz.
“Me gustaría que nadie tuviera ese primer pensamiento que tuve yo por desconocimiento. La gente oye ‘esclerosis múltiple’ y no sabe qué es, de dónde viene, al contrario que otras enfermedades como puede ser el cáncer”, apunta.
“La esclerosis múltiple es una enfermedad crónica del sistema nervioso central que ataca a la mielina, que es la capa protectora de las fibras nerviosas, dejando al nervio en descubierto y provocando dicha inflamación. Pero la vida sigue, y hay que seguir bailando con ella, disfrutando, viajando y riendo”, afirma plena de vitalidad.
Con esa misma determinación, Rocío decidió tirar hacia adelante organizando la marcha de este pasado domingo, algo posible con la colaboración de sus más cercanos, pero también con las facilidades que le ha propiciado el propio Consistorio, algo que desea agradecer públicamente a sus responsables, en particular al concejal Sergio Gijón.
Apoyo del Ayuntamiento
Éste reconoce que la acogida a la propuesta de Rocío fue inmediata, apuntando que el Ayuntamiento se encargó de la difusión a través de sus canales oficiales, como el canal de WhatsApp que llega a más de mil personas, pegada de carteles y el soporte logístico necesario para el día de la caminata.
“En nombre del alcalde [Jesús Ruiz] y en el mío propio, queremos darle la enhorabuena por la organización porque para ser domingo por la mañana, se reunió un grupo bastante numeroso y, lo más importante, consiguió un apoyo notable en donativos para la investigación”, subraya Gijón, quien brinda toda colaboración para próximas ocasiones.
Se da la circunstancia de que la vinculación de Rocío con la localidad rabanera es relativamente reciente. Natural de la vecina Puertollano, ella y su familia se trasladaron a Argamasilla de Calatrava hace unos tres años y, aunque su trabajo la lleva a diario a Ciudad Real, en esta población de acogida reside junto a sus padres, todos muy contentos.
No en vano, ha encontrado en ella una vecindad activa y solidaria. “Hay muy buen ambiente en el pueblo, siempre organizan cosas”, comenta feliz de ello porque, desde ese espíritu que aprecia, vio posible de hacer realidad un nuevo escenario para dar este importante paso por la visibilidad de la esclerosis múltiple.
La caminata partió a las diez de la mañana desde el edificio consistorial y recorrió un circuito de casi una decena de kilómetros por el entorno de campo del municipio, alcanzando incluso la Vía Verde del ‘Trenillo’, en un recorrido guiado por José Ramón Serrano y cuyo ritmo, acompasado a las condiciones de todos, dejó “con ganas de más”.
Los logros solidarios de la caminata
La organizadora también destaca que antes de la salida, hubo mesa informativa donde los participantes podían recoger un lazo naranja, símbolo de la enfermedad y una hucha para donaciones y por la venta solidaria ejemplares del libro de Rocío, ‘Una entre mil II’.
Se trata de la segunda parte de esos libros de corte tan personal que Rocío Córdoba se autoeditó y, si su primera parte fue más bien diario personal en el que narraba su propia experiencia, en este segundo da voz a familiares, amigos y a otras dos personas con esclerosis múltiple, para mostrar que la enfermedad “es muy diferente en cada persona”.
Del primero ya no tiene ejemplares en existencias, pero del segundo sí y para quien tenga interés en conseguirlo y, de paso, seguir ayudando, en Argamasilla de Calatrava solo tiene que acercarse a Calzados Perea, Carnicería de Javi Viñas y Deportes La Roja. El precio es de 10 euros y también ha dejado allí huchas para seguir recabando apoyos económicos.
Solamente el domingo, la generosidad de los caminantes permitió recaudar 100 euros y donarlos para fines de investigación científica, algo que Rocío canaliza directamente a través de la Asociación de Esclerosis Múltiple de España, por los mismos cauces que tiene toda la sociedad para contribuir a la causa.
En concreto, lo quiere destinar íntegramente al Proyecto M1, que investiga la esclerosis múltiple progresiva, una de las formas menos comunes y con menos recursos para su estudio y que, a diferencia de la esclerosis múltiple recurrente, sus síntomas provocan un aumento gradual de la discapacidad y apenas existen tratamientos.
Lejos de la imagen que ella misma temió cuando recibió su diagnóstico, Rocío practica fitboxing, entrenamiento de fuerza y corre carreras populares de 5 y 10 kilómetros, para las cuales incluso diseña sus propias camisetas para competir con un lema que resume su lucha, ‘La esclerosis múltiple es invisible, pero yo no’, nacido del Instagram @midiarioem.
Por último, “me gustaría darle las gracias públicamente a mis padres y a mi hermana, porque sin ellos nada de esto tendría sentido. Al trabajar fuera, ellos son los que se encargan de hablar con todos, y siempre lo hacen con las mejores de su sonrisa, aunque tengan un mal día”, concluye Rocío desde el sentimiento más puro de gratitud.