Por José Belló Aliaga
El Museo Nacional del Prado ha incorporado a su colección dos obras excepcionales del pintor francés François Boucher (1703-1770), uno de los artistas más influyentes del Rococó europeo. Se trata de El nacimiento de Adonis y La muerte de Adonis que constituyen un testimonio único de los inicios de su carrera.





Estas adquisiciones han tenido un coste de 2,2 millones de euros y han sido posibles gracias al generoso legado de Juan José Luna Fernández, figura fundamental en el estudio de la pintura francesa en el Prado, fallecido en 2020. Luna legó a la institución su vivienda en Madrid que fue subastada en 2021 y adjudicada por 3,2 millones de euros.
El museo ofrece ahora una visión más extensa de la trayectoria de Boucher, complementando la presencia de otra obra clave de su madurez, Pan y Siringa, adquirida en 1985, a instancias de Juan José Luna.
Para profundizar en el conocimiento de este autor, Françoise Joulie, considerada la máxima especialista en Boucher, impartirá una conferencia el próximo 12 de noviembre en el auditorio del Museo del Prado.
Las obras adquiridas
El nacimiento de Adonis y La muerte de Adonis representan una de las aportaciones más significativas del joven François Boucher al repertorio mitológico del siglo XVIII y también al del propio Museo del Prado, ya que, con esta adquisición, la institución amplía el número de obras en torno a este tema que también trataron Tiziano, Veronese o Carracci.
Estas dos pinturas de Boucher muestran su sorprendente facilidad técnica y su talento narrativo, influido por Antoine Watteau y Sebastiano Ricci, en un momento clave de su formación tras haber obtenido el “Prix de Rome” y residido en Italia entre 1727 y 1731.
El mito de Adonis fue recurrente en la pintura rococó por su riqueza dramática y su capacidad de integrar elementos eróticos, amorosos y trágicos en escenarios pastorales de gran delicadeza cromática. Boucher lo aborda con originalidad: en El nacimiento de Adonis representa el mito desde su inicio con la transformación de Mirra en árbol, mientras que La muerte de Adonis desarrolla la escena de la despedida de Venus tras la herida mortal infligida por un jabalí.
Ambas obras fueron pintadas sobre el mismo rollo de lienzo, y, en la radiografía, presentan arrepentimientos visibles que revelan el proceso creativo del artista y la autenticidad de su mano, también refrendada en la firma, que la reciente restauración ha hecho más perceptible.
A lo largo de los siglos, estas pinturas formaron parte de colecciones de gran prestigio, entre ellas, la del marchante Louis-François Mettra en nombre de la emperatriz Catalina II de Rusia.
La reciente adquisición por parte del Museo del Prado ha sido posible gracias al legado del conservador Juan José Luna Fernández, cuya labor en favor de la pintura francesa resulta homenajeada con esta incorporación. Con ello, el Prado amplía su colección de pintura rococó y ofrece a sus visitantes una visión más amplia de la obra de François Boucher, uno de los grandes narradores del arte dieciochesco.
François Boucher
Considerado el pintor más representativo del Rococó francés, François Boucher encarnó como nadie el espíritu refinado, sensual y hedonista de la corte de Luis XV. El enorme prestigio que alcanzó su pintura propició la producción de numerosas réplicas y copias de sus obras, lo que constituye la mejor prueba de la admiración y demanda que despertó su arte.
Su obra se distingue por la gracia, el colorido luminoso y la ligereza narrativa que sustituyeron la grandilocuencia barroca por una elegancia mundana y optimista.
Su estrecha relación con los centros de poder fue decisiva para su éxito.
Fue pintor favorito de Madame de Pompadour, la influyente amante del monarca, y Primer Pintor del Rey desde 1765. Su trayectoria ejemplifica cómo el arte del Rococó estuvo íntimamente ligado al patrocinio aristocrático y al gusto cortesano Antiguo Régimen, del que Boucher fue el decorador por excelencia.
Pero, Boucher no solo destacó como pintor de caballete, sino también como creador integral del ambiente Rococó. Dirigió la Manufactura de los Gobelinos, diseñó cartones para tapices y porcelanas de Sèvres, y realizó grandes proyectos decorativos en Versalles, Fontainebleau y otras residencias reales. Su estilo impregnó la pintura, la arquitectura y las artes aplicadas, configurando un universo visual unificado que definió la estética del siglo XVIII.
Esa versatilidad lo convirtió en el gran decorador de su tiempo, capaz de trasladar la pintura a los espacios cotidianos y transformar los interiores aristocráticos en auténticos escenarios del gusto y la fantasía cortesana.
Fue un maestro en el tratamiento de temas mitológicos, pastorales y sensuales, donde la figura femenina ocupa un lugar central. Obras como Diana después del baño, Desnudo en reposo o Pan y Siringa (esta última también conservada en el Prado) son ejemplos paradigmáticos de su talento para combinar erotismo, elegancia y virtuosismo técnico.
Su influencia se extendió a toda la pintura del siglo XVIII y se le ha reconocido como el gran narrador visual del Rococó, un pintor que supo retratar la sensibilidad y los ideales estéticos de su época.
La relativa escasez de pinturas de Boucher en colecciones españolas se explica por varios factores históricos y de gusto. Durante el reinado de los primeros Borbones, la Corona española favoreció la escuela italiana y, más tarde, el Neoclasicismo, promovido por Antonio Raphael Mengs, pintor de cámara de Carlos III.
Asimismo, las temáticas religiosas e históricas, predominantes en la pintura cortesana española, contrastaban con las escenas galantes, mitológicas y pastorales que caracterizan la producción de Boucher y, la mayoría de sus obras permanecieron en Francia, ligadas a encargos reales o aristocráticos, lo que dificultó su adquisición por parte de la monarquía española.
Conferencia
Miércoles 12 de noviembre de 2025 18.30h
François Boucher, primer pintor del rey Luis XV (1703-1770)
Françoise Joulie, doctora en Historia
Con motivo de la adquisición de estas dos nuevas obras de este artista, la conferencia, patrocinada por la Fundación Amigos del Museo del Prado, versará sobre la trayectoria de este gran pintor de la corte francesa, para situarlo en su entorno artístico y cultural, demostrando a través de sus dibujos y pinturas que fue un artista muy creativo, y explicar la importancia de alguna de sus obras.
Joulie es responsable del departamento de artes gráficas del Museo del Louvre desde 1984, doctora en Historia, especialista en el siglo XVIII francés y profesora de la Escuela del Louvre, Françoise Joulie ha participado en numerosas exposiciones de dibujo en Francia y en el extranjero (Ottawa, Tesalónica, Moscú, Copenhague, Boston, Chicago). La más importante, sobre el dibujo en Europa en los siglos XVII y XVIII, tuvo lugar en Francia y reunió 800 dibujos expuestos simultáneamente en siete instituciones francesas diferentes, sobre el tema del dibujo en Italia.
Paralelamente, Françoise Joulie ha dedicado específicamente sus investigaciones durante más de treinta años a la obra pictórica y dibujística de François Boucher, y como tal fue comisaría general de diversas exposiciones con motivo del tricentenario del nacimiento del artista en París, Londres, Versalles y Dijon, y en 2012 presentó en Copenhague un conjunto de dibujos y bocetos que mostraban la influencia de François Boucher en el norte de Europa. En 2020, colaboró en la organización de la exposición François Boucher del museo de Karlsruhe. Actualmente está preparando una publicación sobre el trabajo de François Boucher para la manufactura de Beauvais, que se publicará próximamente.
José Belló Aliaga
Pies de foto
Foto 1: El nacimiento de adonis . François Boucher. Oléo sobre lienzo, 65,5 x 81,4 cm. Hacia 1730
Foto 2: Muerte de Adonis. François Boucher .Óleo sobre lienzo, 65,3 x 81,6 cm. Hacia 1730
Foto 3: Imagen de las obras en la sala 38 del Museo Nacional del Prado
Foto 4: Imagen de las obras en la sala 38 del Museo Nacional del Prado
Foto 5: De izquierda a derecha: Andrés Úbeda Jefe de Colección de Pintura del Siglo XVIII y Goya del Museo Nacional del Prado; Javier Solana, Presidente del Real Patronato del Museo Nacional del Prado; Miguel Falomir, Director del Museo Nacional del Prado; Marina Chinchilla, Directora Adjunta de Administración del Museo Nacional del Prado y Alfonso Palacio, Director Adjunto de Conservación e Investigación del Museo Nacional del Prado