García-Page incide en que “España no necesita cambiar de Constitución” sino “mejorar” para optimizar “su convivencia” a través del “acuerdo”

 El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha incidido esta mañana, en Toledo, en que “España no necesita cambiar, ni de Constitución, ni de régimen, solo necesita mejorar” y “hacer más eficaz lo que ya son sus instrumentos de convivencia”, ha subrayado en torno a una cuestión que “tendría que ser una obligación permanente de la Administración y de todos los responsables políticos”.

“Me gustaría que en España hubiera una década de proceso armonizador y es inmensa la agenda posible de acuerdos de todo tipo”, ha proseguido el presidente García-Page en el acto institucional con motivo del Día de la Constitución Española que ha tenido lugar en las Cortes regionales y que ha congregado a representantes de toda la sociedad castellanomanchega a nivel político, social, cultural, económico, o académico entre otros.

El jefe del Ejecutivo autonómico ha insistido en que “la España constitucional de los próximos años necesita de un proceso de entendimiento, de acuerdo” que puede ser “a gran nivel o en lo elemental”, puesto que las “pequeñas cosas son las que dan legitimidad y eficacia al Estado autonómico”, ha especificado. A este respecto, se ha preguntado en qué momento el hecho de “dialogar o pactar” se ha convertido en “sinónimo de traicionar”.

De igual modo, ha lamentado que, en ocasiones, “el Estado, cuando ha ido pasando competencias a las autonomías, lo que ha hecho es desentenderse, despreocuparse, y no es lo mismo confiar en un territorio para unas competencias que, literalmente, olvidarse”. En este sentido, ha añadido que “la inmensa mayoría de las autonomías estamos en esa estrategia” de coordinación, al tiempo que ha advertido que “se está equivocando” aquel que “piense que puede irle mejor en su territorio con un Estado débil”.

El ejemplo de una Castilla-La Mancha “plenamente leal” a la Constitución

En su intervención y coincidiendo con la tramitación de la reforma del nuevo Estatuto de la Comunidad Autónoma, García-Page ha apuntado que el nuevo texto “es plenamente leal” a la Constitución Española y “tiene la aportación de garantizar al máximo posible las grandes conquistas sociales que ha supuesto la andadura autonómica en Castilla-La Mancha”.

De la misma manera, ha celebrado el “consenso” y la “participación de multitud de sectores” que han propiciado ese acuerdo y que “hoy se ven aquí representados”, ha dicho, en “un acto voluntario que no debiera ser una opción para aquellos que aspiramos a tener la confianza mayoritaria de la ciudadanía”. “Siempre hay que poner por delante a Castilla-La Mancha respecto a nuestro sindicato, nuestro partido, o nuestros intereses distintos, y hay que demostrarlo” porque “esos no son fallos de protocolo, son orden de prioridades”, ha apostillado.

Paralelamente, ha considerado que “esta región patentiza el éxito del Estado autonómico contra aquellos que lo quieren atacar” y que plantean en sus programas electorales la propuesta de “devolver las competencias en Sanidad o en Educación”, una idea que es “absolutamente alocada y enormemente perjudicial”, ya que “las autonomías han significado la consolidación del Estado del Bienestar y la apuesta por el crecimiento económico no siempre para los mismos”, ha relatado.

La Constitución y la protección de la diversidad

En la conmemoración del 47 aniversario de la aprobación de la Carta Magna que, en la región, ha coincidido con el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, el presidente autonómico ha destacado que el texto constitucional “introduce la reflexión colectiva de que la mejor manera de amparar y proteger la diversidad es, precisamente, apostar por la igualdad de derechos”, ha reflexionado, dado que “la mayor garantía para proteger la diversidad es que ninguna de esas diversidades pretenda privilegios”.

En la celebración del que ha descrito como “el mayor éxito colectivo que ha tenido la nación española desde su existencia, que es la más prolongada de Europa”, el presidente regional ha recordado que “España ha vacilado muchas veces entre aceptar la diversidad y conciliarla con la igualdad”, que son “dos ejes” para los que la Carta Magna ofrece “un punto de inflexión”.

La realidad política española “más distante” con respecto a la Transición

“Estamos en el momento más alejado, más distante, más opuesto al de la Transición”, ha continuado García-Page, quien ha ahondado que “con la realidad política española, sería absolutamente impensable, no ya una reforma, menos aún alumbrar una Constitución”. Igualmente, el presidente regional ha expuesto que “hoy no es un día cómodo para aquellos que se han constituido en gestores del odio y del frentismo” que han convertido estos elementos en “su mercancía política y su medio de subsistir”.

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