Jesús Millán Muñoz.- Uno, uno de esos pequeños cambios, a cientos que se producen, que no somos conscientes, uno, es éste la venta de huevos cocidos en las superficies y tiendas alimentarias.
Expliquemos, pensamos sin reflexionar suficiente que los grandes cambios son los grandes inventos o descubrimientos o las grandes teorías. Que desde luego lo son. Pero después y al mismo tiempo se producen, cada generación, en unas más que en otras, decenas, cientos de cambios, miles de cambios, que modifican de alguna manera, en algunos aspectos la vida de las personas individuales, de los grupos y colectivos, de las sociedades y Estados, de las culturas, y, religiones. Esta es la realidad, esto es lo real.
Una, de las cosas que más me ha llamado la atención es ver en los estantes de venta, me he enterado hace unos meses, no sé cuándo y desde cuándo y cual diríamos es el origen de esta práctica, huevos envasados pero no sólo frescos sino cocidos. Creo que es un invento esencial y muy importante. En su pequeñez, creo que es original e innovador, por eso se indica, en la historia de la invención humana, lo pequeño se puede hacer grande. Quién sabe, decían los historiadores, empezaron a guardar y poner en corrales a animales recién nacidos o jóvenes, par el juego de sus hijos, y, ese es el principio de la ganadería –hace años se indicaba que la ganadería es anterior a la agricultura, y, las primeras ciudades-aldeas-pueblos podría ser que su sistema de alimentación y de economía, fuese la ganadería compartido con la recolección y la caza-.
Alguien nos podría indicar, aquí abajo en los comentarios, un lector o lectora, si sabe, qué comercio o qué lugar o en qué tienda se considera la primera, que en estos tiempos, o, quién sabe en décadas pasadas fue la primera vez que se vendieron y compraron huevos cocidos, y no sólo frescos…
Me pregunto, sin infravalorar los huevos frescos, porque es la base de mucha gastronomía, me pregunto, cuántos huevos frescos, millones a lo largo de los siglos se habrán perdido por el transporte, haya sido desde campos rurales medievales hasta el mercado de la plaza del pueblo, quizás a cinco o diez kilómetros. O, desde la granja avícola pasando por los sistemas modernos de almacenamiento y transporte hasta las tiendas, mercados de abastos, grandes superficies… Me pregunto, entre serio y en broma, si podríamos saber o calcular una hipótesis de cantidad…
En definitiva, de alimentos que se han perdido. No es una cuestión baladí, una de las revoluciones alimentarias de estos dos siglos, es el transporte, y, esto lo han facilitado los sistemas de congelamiento/refrigeración y los sistemas de transportes más rápidos. Así se pueden sustentar la alimentación de ciudades de varios millones de habitantes…
Me llama la atención abrir el frigorífico familiar y encontrar dos secciones de huevos: uno, los huevos frescos, el otro los huevos cocidos. Es cierto, que también huevos frescos en el seno familiar se convierten en cocidos, existen varias variedades, nos referimos al huevo cocido duro, así se denomina –huevo pasado por agua, huevo poché, y, al que nos referimos huevo duro-.
Supongo/imagino que el huevo cocido duro, pasando por sistemas de refrigeración convenientes y adecuados puede durar como alimento más tiempo que el huevo fresco. Por tanto, si esta inferencia o inducción o hipótesis es cierta y es verídica, tenemos la base para una fuente más de alimentación humana. Porque la revolución alimentaria, siglo tras siglos, ha sido encontrar y buscar sistemas de conservación. Es decir, si los prehistóricos cazaban un ciervo, un grupo de doce o quince no podrían comerse todo en un día. Y, por tanto la necesidad de conservarlo, se piensa que los primeros sistemas fueron la carne seca y ahumada, al fragor del humo de la lumbre. A partir de ahí, se han inventado todos los sistemas que conocemos…
Me pregunto siendo y habiendo sido y seguirá siendo la enorme importancia del modesto y simple huevo, me pregunto, si existe en algún lugar, en alguna rotonda de las miles de existentes, algunas plazas, algunas calles, alguna escultura dedicado al huevo, en homenaje al huevo. Podría pensarse el tema científico filosófico y humorístico: ¿Si es antes fue el huevo o la gallina…?
Bueno, terminemos este artículo recordando que existe una Fiesta Internacional del Huevo en Tepatitlán, México, Festival Gastronómico del Huevo, Mirando do Douro, Portugal, Feria del Huevo en Sant Guim de Freixenet… Ferias que coinciden con el Día Internacional del Huevo, que es el segundo viernes de octubre…
Levanto la voz a la España vaciada, deshabitada, olvidada y más adjetivos y nombres que les hemos ido poniendo durante estos años… Me digo a mi mismo, pregunto a la sociedad, ¿No podríamos aquí en la Mancha, hacer una Fiesta Gastronómica del Huevo? ¿Qué abarcará el tema del huevo, el tema de alimentos con el huevo, la famosa tortilla…?
¿Algún ayuntamiento de los 919 que tiene la comunidad manchega no podría recoger el guante y la bandera, y, empezar a estudiar esta posibilidad y sugerencia…?











