Miguel Ángel Valverde Menchero. Presidente de la Diputación de Ciudad Real.– Ha llegado la Navidad. Es tiempo de reflexión, de gratitud y de esperanza compartida, un momento que nos invita a mirar atrás para valorar lo que hemos conseguido juntos y, al mismo tiempo, hacia adelante con ilusión y determinación para seguir construyendo una provincia más humana, cohesionada y próspera.
Desde que asumimos responsabilidades de Gobierno en la Diputación de Ciudad Real, hemos trabajado con el propósito firme de hacer crecer nuestra provincia, de fortalecer nuestros municipios, garantizando que cada inversión pública se traduzca en bienestar y calidad de vida. Hemos impulsado una gestión responsable, eficaz y cercana, basada en el diálogo leal con todos los ayuntamientos, tejiendo una cooperación institucional y sincera con todos. Nuestro objetivo principal es combatir la despoblación y para ello hay que considerar diferentes acciones transversales que de manera sinérgica contribuyen a alcanzarlo. La provincia ha crecido en población en los dos últimos años.
Uno de los compromisos más relevantes que venimos manteniendo es con el agua, un bien esencial que define el desarrollo de los territorios y las formas de vida. Por eso pusimos en marcha y seguimos manteniendo un ambicioso plan de renovación de redes de abastecimiento de agua potable en los pueblos de la provincia y nos apoyamos también en un PERTE que las digitalice y modernice, conscientes de que garantizar un suministro seguro, eficiente y sostenible es una obligación moral con las generaciones presentes y futuras. Somos la única administración que está apostando seriamente por este cometido.
El Gobierno provincial pone un especial empeño en mejorar las comunicaciones de nuestra tierra, entendidas como elemento esencial de progreso y vertebración. Por un lado, se han incrementado de forma notable los recursos destinados al arreglo y mejora de las carreteras provinciales, asegurando la movilidad y la igualdad de oportunidades para todos los municipios, en especial para los más pequeños y alejados. Y por otro, trabajamos para acercar la conectividad digital a todos los rincones de la provincia, impulsando la implantación de la tecnología SG, reforzando las infraestructuras de telecomunicaciones rurales y desarrollando este y otros proyectos de inclusión digital que permitan a los vecinos de nuestros pueblos acceder a las mismas oportunidades tecnológicas que en los entornos urbanos.
Del mismo modo, hemos puesto en marcha Planes de Obras y de Gasto Corriente extraordinarios que han complementado los que se pusieron en marcha con el ejercicio, que permiten a los municipios afrontar con estabilidad sus necesidades cotidianas y acometer proyectos de mejora de todas sus infraestructuras. Estas herramientas son la mejor expresión de la colaboración leal con los ayuntamientos, pilar sobre el que descansa la acción de esta Diputación. No en vano, los consistorios de la provincia han merecido un apoyo financiero histórico a lo largo de 2025 que asciende a más 75 millones de euros.
Otro de los ejes fundamentales de la gestión, orientados todos ellos a combatir la despoblación, han sido los planes de empleo. Además de participar en el promovido por la Junta de Comunidades, se han llevado a cabo iniciativas similares institución provincial, pero sin copagos ni condicionantes que privan de autonomía a los consistorios. Unas iniciativas que reflejan la vocación social de esta institución y su compromiso con la igualdad de oportunidades, la cohesión territorial y la dignidad de las personas.
Hemos querido que la Diputación sea también un referente en materia de igualdad y justicia social, tanto dentro de la institución, con la puesta en marcha del II Plan de Igualdad y el Protocolo contra el Acoso, como en su proyección hacia la sociedad. Trabajamos para evitar cualquier forma de discriminación, para garantizar la igualdad real entre hombres y mujeres y para luchar contra toda expresión de violencia, en especial la que sufren las mujeres. Y no hemos dudado en estabilizar la situación laboral de la plantilla de la Casa de Acogida a Mujeres Víctimas de Violencia Machista que gestiona la Diputación.
Nuestra acción social se ha reforzado con programas de apoyo a los colectivos más vulnerables, como el servicio de apoyo nutricional a las personas mayores, y con la financiación del Plan Corresponsables, tras el recorte de recursos por parte del Estado y de la Junta de Comunidades. El año 2026 la Diputación contará con un presupuesto histórico destinado a cubrir necesidades sociales en la provincia dando continuidad a una apuesta cada vez más firme en esta línea, atendiendo a nuestros pueblos y a las entidades del tercer sector.
A la dimensión social se une la dimensión económica de nuestra gestión, que busca impulsar el desarrollo en toda la provincia. Hemos intensificado el apoyo a los sectores productivos, a los empresarios y a los emprendedores, promoviendo la inversión, la innovación y la creación de empleo. Todas estas actuaciones responden a una visión integral del territorio, en la que la lucha contra la despoblación se afronta con medidas concretas, mejorando servicios, fomentando oportunidades y generando confianza en el futuro de nuestros pueblos.
La modernización de la administración, la reorganización de servicios, la aprobación de un nuevo reglamento de prestación de servicios a los ayuntamientos sigue el objetivo de mejorar desde una adaptación organizativa propia la estructura administrativa de la Diputación provincial para ofrecer más y mejores servicios a los ayuntamientos y a la sociedad de la provincia.
Hemos seguido apostando por la promoción de la provincia vinculándola de manera principal la figura don Quijote, nuestro mejor embajador, pero también enraizando la propuesta en nuestra tradición e identidad, con las fiestas de singular interés provincial y aprovechando también el deporte como vehículo de promoción y posicionamiento de la provincia. Los datos están ahí, la provincia no para de crecer en número de visitantes y pernoctaciones y el retorno de estos esfuerzos ya da claramente sus frutos.
En definitiva, trabajamos por construir desde nuestras competencias y capacidades una provincia mejor, una provincia orgullosa de sus raíces y de su identidad, que entienda cada vez más nítidamente que contiene potencialidades absolutamente singulares que vamos a aprovechar mejor y en donde los más vulnerables van también a encontrar nuestra colaboración.
Para terminar, quiero trasladaros que en estas fechas tan entrañables en las que con la llegada de Jesús renovamos nuestro sentimiento de esperanza, deseo que la Navidad renueve en todos nosotros los valores que nos definen como Diputación asociados a este sentimiento, y que todos podamos disfrutar de una provincia más justa, solidaria y humana.
Que el nuevo año traiga salud, prosperidad y el impulso necesario para seguir construyendo una Ciudad Real más dinámica, más viva y con oportunidades para todos.
Con el afecto y la gratitud de quien se siente orgulloso de trabajar por nuestra provincia, os deseo una Feliz Navidad y un próspero Año Nuevo.











