El parque del ministro

Estanislao Z.Navas.-Recorres las calles de una ciudad y muchas veces te sientes invadido por el cemento y el alquitrán y asfixiado por la contaminación de los medios de transporte, pero de pronto llegas a una zona donde el color más destacable es el verde y te sientes otro, respiras, es aire en estado puro –o casi-. Así ocurre en Ciudad Real, siendo uno de sus pulmones principales el que hoy vamos a conocer mejor: el Parque de Gasset, el más antiguo parque de la ciudad, que se ha convertido en abanderado de la política institucional de disfrute de las zonas verdes dentro del entramado urbano, tal como se muestra en la plataforma vivirlosparques.

Recuperando lo pasadoDifícil sería centrarse en alguno de los múltiples espacios que se encuentran a lo largo y ancho de estos 90.000 m2 de zona verde –desde su última reforma en el año 2000-, pues muestra un intenso colorido a lo largo de todo el año. Aunque originariamente el Parque de Gasset se hallaba a las afueras de la ciudad, en la actualidad su ubicación es más céntrica como consecuencia del crecimiento urbano fuera de rondas. Todo ello queda limitado entre dos cruces: por un lado, la entrada del Parque que se halla presidida por la escultura cruciforme, homenaje al alcalde José Cruz Prado, uno de los principales responsables de la existencia de esta maravilla de la naturaleza, pues fue un gran impulsor del Parque al promover el traslado al mismo de la feria y de los desfiles de carnaval con el fin de conseguir una mayor afluencia de público, y que tiene por vecino al Museo del Quijote, y por otro lado, en el otro extremo, la conocida como “Cruz de los Casados”, la cruz humilladero que conmemora una tragedia romántica.

Parque de GassetOriginariamente, lo que hoy se conoce como Parque de Gasset, en 1915 era un terreno perteneciente al Marqués de Treviño que se encontraba a las afueras de la ciudad y, tras la cesión al Ayuntamiento, su función principal era la de constituir el vertedero utilizado por RENFE, al estar cerca la estación de tren. Sin embargo, en esta época, destacan dos figuras muy emblemáticas y totalmente responsables del impulso que recibirá esta gran zona verde: por un lado, don José Cruz Prado, alcalde de la ciudad en dos ocasiones en 1916 y 1919, y por otro, don Rafael Gasset y Chinchilla, abogado, periodista y político español que fue Ministro de Agricultura, Industria, Comercio y Obras Públicas, y posteriormente también de Fomento, siendo no sólo uno de los impulsores del Parque sino también de la puesta en marcha del cercano Pantano que lleva su nombre que traería el agua a la ciudad.

Desde que en 1915 fuese inaugurado el Parque de Gasset, aparecerán sucesivamente los diversos iconos que representan a esta gran zona verde, la más antigua de la ciudad: la Fuente de La Talaverana, las estatuas del “Cura de los Bichos” don José María de la Fuente, la escultura del ministro Rafael Gasset y Chinchilla, la antigua fuente de “Hernán Pérez del Pulgar” y la Cruz de los Casados

Parque de GassetLos referentes escultóricos que se muestran en este Parque son los siguientes:

  • Monumento a don José Cruz Prado (1941), en la entrada al Parque.
  • Monumento a don José María de la Fuente, conocido como “el Cura de los Bichos” (1934), por Felipe García Coronado. Este sacerdote, en sus científicas narraciones nos habla de entomología y otros bichos tales como saltamontes, reptiles y anfibios, especies todas ellas que aparecían en Ciudad Real en las postrimerías del siglo XIX y los comienzos del XX. Su labor, a nivel provincial, y sus clasificaciones reflejadas en sus obras y sus vínculos con otros especialistas nacionales e internacionales muestran su importancia en el legado que nos albergan los fondos del Museo de Ciudad Real.
  • La Primavera (1925), por Jerónimo López-Salazar, y
  • La Cruz de los Casados (1929), la cual es testimonio de una historia trágica que ocurrió en el siglo XV. Esta cruz, que se encuentra al final del parque en una de sus plazas, descansa sobre una columna de tipo corintio, encima de una escalinata circular, y está hecha de hierro forjado. Varias veces ha sido reconstruida la cruz, al igual que ocurren con los amores trágicos que transcienden el devenir de los tiempos. La historia que simboliza esta cruz es la del ciudarrealeño Sancho y la miguelturreña Blanca, pareja que cual “Romeo y Julieta” luchasen por su amor, aunque tuvieron que combatir igualmente el odio y la enemistad acérrimos de las familias, que desembocaría en el fallecimiento de los protagonistas tras haberse casado en secreto. Ocurría igualmente con la pareja veronesa inmortalizada por Shakespeare. Así lo relataba Ramírez de Arellano: “Salió Blanca de Villa Real por la puerta de Alarcos, y reunidos en el Humilladero los unió Fray Ambrosio. A punto de emprender la fuga se presentó con gente armada Remondo en persecución de su hija. Se interpuso Fray Ambrosio, pero Remondo ciego de furor traspasándole con la espada el hábito fue a matar a Blanca que se amparaba detrás de él. Sancho quiso vengar aquella muerte y al acometer a Remondo cayó atravesado por las lanzas de los que éste capitaneaba. Al día siguiente los vecinos de Villa Real colocaron la cruz llamada de los casados en el Humilladero.”

Otros motivos a destacar serían los paseos que vertebran el parque, en homenaje a grandes artistas de la tierra, tales como:

  • Paseo de Manuel López-Villaseñor, que comienza en la entrada del Parque en dirección oeste.
  • Paseo del escultor Joaquín García Donaire, paseo interior del parque,
  • Y, por último, en el otro extremo del parque, el paseo dedicado al pintor Vicente Martín.

parqueministro03Como gran pulmón vegetal de la ciudad que es, el Parque de Gasset tiene junto a las zonas verdes, varias fuentes repartidas por todo el parque, siendo la mayoría de ellas realizadas con cerámicas de Talavera, y siendo igualmente el testigo del paso del tiempo y de los cambios climáticos a partir de la viveza de los colores, el dulce sonido de las aguas y el crepitar de las especies vegetales del entorno. Entre estas caben destacarse: la Fuente de La Talaverana, realizada como toda la cerámica del Parque, por Ruiz de Luna, en los años 20 (1925); la Fuente Homenaje a Hernán Pérez del Pulgar, trasladada desde la Plaza del Pilar, la más antigua de Ciudad Real, y en la que se rinde homenaje a un personaje que nos vincula con la Guerra de Granada, la Reconquista y los Reyes Católicos: Hernán Pérez del Pulgar y Osorio, y el Monumento a Rafael Gasset y Chinchilla (1932), por Ignacio Pinazo Martínez.

El Parque de Gasset, zona verde, más tradicional de Ciudad Real por su trazado y por su uso por los ciudadanos (aunque ahora se ve acompañada de zonas como el Parque de El Pilar, la Vía Verde, el Parque Puerta de Toledo o el Parque de Atocha, entre otros), tras el traslado de la feria al recinto ferial, cambió algo su fisonomía al consolidarse la zona próxima a la ronda que se hallaba abandonada, zona lineal en la que aparecían varias partes diferenciadas. Esta ampliación del parque, proyectada por los arquitectos Diego Peris e Ignacio Moraleda, supuso la consolidación definitiva de esta zona verde importante para la ciudad. El tratamiento de la zona de acceso al Parque con las fuentes situadas en su parte delantera –que en la actualidad se ven acompañadas por las figuras escultóricas de Don Quijote y Sancho, como puerta de entrada al Museo del Quijote-, los hitos de protección de la ronda y la rehabilitación del antiguo Colegio Ferroviario -ahora en no muy buen estado, y sustituido por un nuevo edificio ubicado dentro del mismo parque-, contribuyeron a valorar positivamente este punto de acceso al conjunto.

Finalmente, de este parque poco más nos queda que decir salvo que son prácticamente innumerables los ejemplares de pinos, rosales, tilos laureles, árboles y arbustos tóxicos, etc. Las diferentes especies que muestra el Parque de Gasset al visitante aparecen en su mayor plenitud ufanas y orgullosas, así ocurre por ejemplo cuando las adelfas están en flor, aunque habría que ser cautos al respecto pues a modo de anécdota cabe decir que en época napoleónica, los españoles invitaron a las tropas francesas a comer, posando sobre ramas de adelfas los trozos de carne para asarlos. Triste final tuvieron aquellos soldados pues en poco tiempo comenzaron a morir.

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2 COMENTARIOS

  1. POR FIN UNA DE PARQUES!!! OJALÁ SE REPITAN MÁS!! ENHORABUENA SR. NAVAS Y SIGA DELEITÁNDONOS CON SU INICIATIVA DE INFO-FORMACIÓN PATRIMONIAL SOBRE LA CIUDAD
    UN SALUDO

  2. La verdad es que «el parque de toda la vida», el Parque de Gasset tienen buenos recuerdos creo para casi todo el mundo por diversas razones.
    Lo que es una pena es que hoy esté tan reformado en algunos aspectos como el carril bici que bajo mi punto de vista como ciclista, está mal diseñado y con muchos defectos.
    O como el colegio ferroviario que le da la bienvenida en su entrada, a punto de fenecer…
    Tampoco me gustan las pintadas que hay en algunos bancos y en lo que fue la pequeña biblioteca con ladrillos rojos junto al palomar…
    Tampoco me gusta el árbol encerrado en cemento.

    Me encantan las pérgolas y los paseos laterales.
    Una pena que desapareciera el antiguo kiosko que mas tarde fue sustituido por el «auditorio» talaverano y que hoy es una fuente.

    En fin, recuerdos!!

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