Miciudadreal te ofrece la segunda entrega de las mejores piezas interpretadas por la Banda Municipal de Música de Puertollano. En este caso, Juan Sebastián López Berdonces, profesor superior de Trompeta y miembro de la banda, nos acerca magistralmente al preludio y farruca del sainete «La del manojo de rosas». No te pierdas este viaje sonoro al Madrid de la II República.
Para escuchar la pieza, pincha en el icono superior. También te la puedes descargar en este enlace.
Juan Sebastián López Berdonces. Profesor superior de Trompeta y miembro de la Banda Municipal de Música de Puertollano.- Un pequeño preludio de melodía apasionada ligado con el número de la presentación de una plaza típica del Madrid de la Segunda República, con cafetería, floristería y taller; todo el ambiente roto por un: ¡Mantecaoooo¡, la primera palabra cantada, casi podría decirse eyaculada, con el apoyo estridente de las disonantes trompetas con sordina, con sabor al Stravinsky de La consagración de la Primavera . Como no podría ser de otro modo a estos sonidos tan molestos, se le contesta con un castizo: “ya está aquí el pelmazo”.
Este es el principio de La del Manojo de Rosas, sainete madrileño en dos actos, compuesto en 1934, época en la que este género se consideraba muerto, de hecho según el propio Sorozabal “al sainete Los Claveles se le se perdonaba la vida por tratarse de Serrano”.
Sorozabal contempló el libro que Moreno Torroba había rechazado previamente. El donostiarra puso como condición eliminar cosas demasiado frívolas en el libreto porque, a diferencia de Torroba, él sí lo vio musical. Y así el martes y trece de noviembre de 1934, se estrenó con éxito grandioso en el Teatro Fuencarral de Madrid la obra salida de una frase de La Revoltosa de Chapí.
Dice Sorozabal: “yo ya había cantado a Madrid en Adiós a la Bohemia (Adiós a la taquilla según mi mujer)…ahora iba a cantar, no al Madrid clásico sino al Madrid al día… demostrar que el sainete estaba ahí al alcance, en la calle y que se podía hacer en dos actos. ¡Qué osadía la mía!”
Esta obra emblemática del género chico está escrita en su mayor parte en la primavera y el verano del 34, entre Barcelona y Madrid. El remate se produjo en pleno otoño una vez salvados algunos escollos entre uno de los autores del libreto, el periodista Ramos de Castro, “con fama de gracioso” según Sorozabal “no tanto como él se creía. Carreño (coautor del libreto) era en el fondo más gracioso”.
Pues bien, cuenta el maestro que tuvo que rechazarle varias canciones propuestas al periodista porque siempre incrustaba un par de palabras en caló, y finalmente Ramos de Castro se enfadó tanto que “trajo el diccionario Palas con vocabulario caló y gitano y dejándolo en mi mesa me dijo: Hazlo tú. Me acosté con el diccionario, apunté un montón de palabras gitanas y salió lo de:
Chinochilla de mi charniqué
chipicalli ties que trajenar
que es la chipi con bullapipen
pal chupendi y pa chamullar.
Cuando llevé la farruca al ensayo, nadie salvo mi almohada y yo sabíamos lo que esto quería decir” concluía el compositor.
Esta farruca es uno de los fragmentos más conocidos de La del manojo de Rosas. Es un dúo cómico protagonizado por una pareja de novios, Capó y Clarita (tenor y tiple cómicos). Está incluido en el Segundo Acto y su música servirá también de Intermedio orquestal que precederá a la Habanera “¡Qué tiempos aquellos!”, pieza que abordaremos en nuestra siguiente entrega de este sainete.
Disfruten pues de esta fabulosa descripción del Madrid popular de los 30, de la mano de la Banda Municipal de Puertollano, dirigida por uno de los discípulos predilectos de Pablo Sorozabal, don Ángel Parla Candenas, salvaguarda y fiel transmisor de las ideas del compositor. Con ustedes el preludio y la farruca de La del Manojo de Rosas de Pablo Sorozabal, trascrito para banda por Pascual Marquina.
Para escuchar la pieza, sólo tienen que pinchar en el icono situado en la parte superior de este artículo. También pueden descargarse el audio en este enlace.
Qué maravilla. La del manojo de rosas y todas las de Sorozabal. El Preludio rezuma pasión y fuerza y el juguete cómico derrocha salero y picardía.
Les animo a que, sin abandonar el género chico, nos ofrezcan las grandes desconocidas para el gran público, las operetas de Luna y sobre todo las grandes de mi favorito, Amadeo Vives, Francisquita, Bohemios y la más chispeante, frívola y cosmopolita de todas, La Generala.
Gracias por acercar a la gente nuestro patrimonio musical.Junto a las romanzas y preludios más pegadizas y populares, existen auténticas joyas musicales.
Carlota, en ello estamos.
Ciertamente tenemos joyas, pero muchos complejos.
Uno de los no acomplejados fue Sorozábal, culto, formado en Leipzig y con recio carácter.
Muchas gracias Miciudadreal
Está genial acercar a Sorozabal a la gente. Es un bonito homenaje y reconocimiento a este gran personaje por parte de los componentes de la Banda MUNICIPAL de Puertollano.
Una delicia. ¡Enhorabuena a la primera banda digital de la provincia! 😉