Caracolín: una experiencia pedagógica que pretende educar para la felicidad desde la familia

El paulatino deterioro de la educación pública y una creciente preocupación de los padres por afrontar la educación de sus hijos desde una perspectiva más integral, son dos de las principales razones que explican el auge de distintas alternativas a la educación convencional. El homeschooling o educación en casa, el método Montessori o las escuelas libertarias, son sólo algunas de las alternativas a la escuela tradicional. El fenómeno de las escuelas libres va ganando adeptos entre padres y educadores, que no confían ya en las sucesivas reformas educativas que no abordan los verdaderos problemas de la educación. Índices de fracaso escolar escandalosos, apatía, competitividad, frustración e infelicidad son consustanciales a la educación convencional, anclada, en parte, a estructuras y métodos decimonónicos. Castilla-La Mancha ha permanecido ajena a este fenómeno aunque, poco a poco, va sumando experiencias en este sentido.

El proyecto Caracolín, promovido por la asociación del mismo nombre, está impulsado por un grupo de padres de Ciudad Real que pretende instituir una alternativa educativa para la etapa de Educación Infantil. La finalidad de la iniciativa, que está dando sus primeros pasos, persigue «contribuir al desarrollo físico, afectivo, social e intelectual de los niños, a través de un modelo educativo que respete los ritmos individuales de dicho desarrollo y las necesidades de cada individuo, que sea inclusivo, integral, no coercitivo y promovido por la familia e interrelacionado con la comunidad». Para este grupo de padres, «los niños constituyen el centro de todo proceso educativo, que estará orientado a promover su felicidad».

Por tanto, su objetivo principal es garantizar el desarrollo feliz de los niños y niñas en los diferentes ámbitos de su vida. Consideran fundamental el cuidado de las emociones y de las relaciones personales y defienden un modelo educativo en el que la familia participe activamente en el día a día de la escuela, en el que el juego sea el motor principal del aprendizaje y en el que niños de diferentes edades interactúen entre sí. Pretenden preparar un espacio para que este aprendizaje sea vivencial y libre, a través de una metodología flexible, que combine diferentes corrientes pedagógicas y respete el desarrollo evolutivo de cada niño. «El método al servicio de nuestros hijos y no al revés», explican.

Caracolín no tiene ánimo de lucro, es un proyecto autogestionado, democrático y basado en la cooperación. El proyecto educativo ha sido elaborado por los propios padres, algunos de ellos vinculados profesionalmente a la educación. Se trata de una iniciativa laica que promueve el respeto, la igualdad y que pretende ser asequible, de tal forma que sea accesible a todos aquellos padres comprometidos con la educación de sus hijos, sin que llegue a suponer una excesiva carga económica para las familias. Asimismo, el proyecto Caracolín apuesta decididamente por el decrecimiento, la sostenibilidad, la ecología y la simplicidad voluntaria. La asociación también trabajará en sensibilizar sobre la importancia de la educación, y en promover proyectos que mejoren la calidad de la educación pública.

Caracolín se encuentra en una fase previa a su lanzamiento, en la que miembros del colectivo está recabando apoyos de las instituciones y se está procediendo a la difusión del proyecto para hacerlo llegar a otras familias que pudieran estar interesadas. En las próximas semanas tienen previsto celebrar una charla informativa, reuniones con varios de los docentes que podrían hacerse cargo del proyecto y elegir el espacio donde se llevarán a cabo las actividades de la asociación.

http://caracolin.colciudadreal.es/