El túnel

Fermín Gassol Peco.- Expresiones como…estamos metidos dentro de un túnel, para finales de dos mil…quince ya empezaremos a ver alguna luz al final del túnel…El túnel como concepto recurrente utilizado para expresar los momentos de crisis en muchas situaciones, tanto personales como colectivas, momentos de oscuridad y desconcierto en los que parecen estar inmersos muchos elementos estructurales que soportan hoy el peso de nuestra sociedad.
fermingassol
Los “túneles existenciales” siempre se han dado en nuestras vidas. En etapas como la juventud, cuando las fuerzas empleadas para vivir de otra manera nos hicieron discurrir por trayectos abruptos y escarpados, la experiencia de penetrar en los túneles vitales fue necesaria y conveniente para poder abordar paisajes más idóneos y en otras ocasiones también más inhóspitos. Trayectos oscuros por los que transcurrieron distintas épocas sociales, tiempos fuertes, tiempos de crisis étnicas, no las olvidemos, morales, filosóficas, ideológicas, económicas…épocas tras las cuales estos valores sufrieron un cambio radical en sus paisajes.

El gran túnel en el que al parecer estamos sumidos ahora mismo creo que se corresponde en el fondo con una fuerte oscuridad en los valores culturales y que busca de manera denodada su salida a través de la luz de la economía. Cuando hablamos de cómo salir de esta crisis lo hacemos refiriéndonos y limitándonos a la crisis financiera. Sin embargo, si nos detenemos a pensar en las causas que han llevado al advenimiento de esta situación, si analizamos los elementos que han arrastrado a nuestra sociedad a este estado de desesperanza, tendremos que deducir que fue la excesiva polarización de nuestro futuro en un desmedido descontrol del bienestar la que nos ha llevado paradójicamente ahora, a entrar en este túnel que nos ha hecho desembocar en un mundo de carencias.

Si algo nos debe quedar muy claro y es lo que nos ha demostrado la experiencia, es la evidencia de que nunca se sale de un túnel por el mismo lugar en que se ha entrado; quiere esto decir que sería un grave error querer encontrarnos al final de esta crisis con el mismo paisaje que dejamos antes de entrar en él. En otras palabras, desear volver a ese estado de aparente bienestar, infravalorando todo lo que es necesario y sobrevalorando todo lo superfluo.

Pero hay una cosa que quizá no hemos pensado. ¿Quién nos asegura que estamos todavía dentro de un túnel? ¿No se puede dar la circunstancia de que hayamos salido ya de él y sigamos sin ver nada? ¿No es posible que haya caído la noche…en las ideas y que con los faros únicos de la economía no acertemos a vislumbrar el paisaje que nos rodea? Porque me da que esta crisis que padecemos no es debida ya a la oscuridad propia de un túnel…sino a la oscuridad de una noche sin estrellas, sin otros valores que nos orienten y en la que por eso nos encontramos tan perdidos.

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6 COMENTARIOS

  1. Lo más preocupante de esta crisis que estamos viviendo no es solo la dificil situación económica, también lo es el ataque a los valores culturales y morales, circunstancia en la que nos han emplazado aquellos años de apariencias ilusorias que tristemente recordaban las frivolidades en las que hace casi un siglo la sociedad «pacata y recatada» creaba su gran espejismo. Confiemos en que lo que nos espera a salida del tunel sea mejor de lo que dejamos a la entrada.

    • Sí José Ignacio, yo siempre digo una frase que puede resumir lo sucedido:..le perdimos el respeto al dinero, pensando, que ya nos encontrábamos en el definitivo paraíso terrenal.
      Por mi trabajo, he podido observar el comportamiento de muchas personas con el dinero.Muchos contrajeron el síndrome de nuevo rico. Etapa creo que necesaria, por otra parte para llegar a saber manejarlo. Espero que esta experiencia sirva de vacuna, aunque la codicia y el ansia, junto con la envidia y el odio, son parásitos difíciles de erradicar en el corazón del ser humano.
      Además nos empeñamos en convertir al hombre en mero sujeto económico y claro, las demás facetas de la personalidad, claman irritadas.
      Un saludo

  2. Es posible que tengas razón, Fermín, se dice que las crisis suelen ser de crecimiento pero también es cierto que de forma inconsciente entendemos que se trata de crecimiento «económico», no sé si la siguiente generación será capaz de cambiar el segundo termino por otros menos tangibles, con la nuestra, lamento ser pesimista.
    Saludos

    • Aquí lo preocupante, creo, es que todos tenemos derecho a un hueco en esta vida y los hay empeñados en ocupar demasiado sitio, provocando un crecimiento anormal de la sociedad. El aspecto del «quercus» resultante es para nada armónico.Un saludo «roble»

  3. Me quedo con Allen. Aunque lamentablemente no somos dueños al 100% de la propiedad de nuestro futuro. Y, lo peor, es que si o si es el lugar donde vamos a vivir. Soy emprendedor nato desde hace muchos años pero, la realidad es que las administraciones gastan más en sus campañas para vender las ayudas que en las propias ayudas.

    Hay ayudas de las càmaras de comercio, de las organizaciones empresariales, de ayuntamientos, de comunidades autónomas y del Gobierno, pero la realidad es que en España emprender es muy difícil. Eso solo significa que la mayorìa de las ayudas prometidas no dejan de ser un engaño. Te lo digo por experiencia.

    • Recibido…y perdona la tardanza en contestarte…pero ya he comenzado la tourné…
      Sí, desde un punto de vista económico, no somos dueños de nuestro futuro…para nada. Pero sí lo somos de nuestra dignidad y decencia personal.Un saludo.

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