El presidente de la Hermandad de Donantes de Sangre de Puertollano, Santiago de Tera, se ha mostrado hoy más optimista sobre el futuro de la institución durante la asamblea anual celebrada este sábado. Según De Tera, la hermandad ha superado las barreras económicas que se han puesto en el camino, si bien ha recordado que la Junta de Comunidades mantiene una deuda de 9.000 euros.
“Nos han puesto muchas dificultades para que la Hermandad de Puertollano siguiera funcionando. Su junta rectora ha luchado para que por todos los medios subsista, lo que ha permitido que se cuente con 70.000 donantes registrados, de los que el 35% son jóvenes”, ha dicho.
Durante el año 2013 se registraron 1.759 donaciones de un total de 6.580 donantes registrados, de los que 171 son nuevos. En estos momentos la hermandad trabaja en la consecución de la plasmaféresis (separar el plasma del resto de componentes de la sangre) y la posibilidad de realizar extracciones extrahospitalarias.
En el acto, celebrado en el Auditorio Municipal, han recibido la placa de honor la Fundación Repsol y también han sido reconocidos una veintena de donantes con la Gran Cruz. Además, han sido entregadas insignias de oro y de plata y diplomas. Con motivo de esta asamblea ha estado abierta una exposición fotográfica sobre la actividad de la hermandad en sus cuarenta años de existencia, así como una muestra de los dibujos realizados por los hijos de los donantes.
Por su parte, la alcaldesa de Puertollano, Mayte Fernández, agradeció el compromiso con la vida de los donantes de sangre de la Hermandad de Puertollano, que sigue siendo un referente en Castilla-La Mancha.
Para la alcaldesa «es una manera de reconocer a los donantes anónimos, a los ciudadanos de a pie que ofrecen vida sin pedir nada a cambio». “Gracias a muchas personas que deciden donar sangre se salvan vidas todos los días. Los donantes reflejan una manera de ser de la gente de aquí, que es una ciudad solidaria, altruista y comprometida con los demás. Es un ejemplo de la cantidad de ciudadanos que deciden donar sangre y también su médula», dijo.
En 1974, un año después de la apertura del Hospital Santa Bárbara, se crea la primera junta local que fue el germen de la hermandad presidida por Miguel Bueno Mora. Su andadura comenzó con numerosos obstáculos, como que en el diseño del hospital no se hubiera previsto un espacio para el banco de sangre y un departamento de hematología. En los años ochenta se incorporan los dos primeros hematólogos y a partir de ahí se refuerza la actividad de la hermandad.
Tras numerosas gestiones de su primera junta directiva, se aprueban sus estatutos el 12 de enero de 1987. Desde entonces ha orientado sus esfuerzos en facilitar el suministro de sangre al hospital de Puertollano y en la realización campañas informativas y de sensibilización.
Se vivía demasiado bien ( viajes, comidas, … ) gracias a las partidas del PSOE cuando gobernaba sin control de los fondos.