Predebate de opereta

Manuel Valero.- Lo más interesante del debate del lunes postconstitucional y preconcepcional fue el poder la televisión para sobredimensionar un evento que en democracias consolidadas es pura rutina.
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De ese modo, el medio televisero de los números primos que van del 3 al 6 y del 4 al 5 montan un sarao modelo Sálvame en el que lo que prima es lo puramente sensacional con lo que enganchar a la audiencia (las televisiones siempre creen que los audientes son bobos comenzando por la propia definición de audiencia siendo la videncia el primer sentido angular de la cajatonta), y apuntarse la escarapela exitosa del programa más visto del año o del lustro, que da igual.

El alarde de lo que se llamó el debate decisivo que apenas tuvo un par de momentos de interés llegó hasta el punto de llevar la conexión de los preliminares hasta niveles de innecesario ridículo como las tomas del interior del coche que sugería según y cómo la carroza principesca de los cuentos o el carro de los ajusticiados de la historia. Que luego saliera un tío en un aforo pidiendo a los seguidores del cartel matador que corearan sus consignas fue el desparrame. Hasta el punto de que uno tuvo que confirmar si se trataba de un simple debate a cuatro en una simple campaña electoral o de un programa basura de los que abundan desgraciadamente en las parrillas de asar vísceras.
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Era, desgraciadamente, el debate, o más exactamente los prolegómenos del debate, toda vez que éste, una vez metidos en faena los aspirantes presentes y la suspiranta por el ausente fue correcto pero no fue más allá de donde suele ir un debate político por mucho jaleo real o republicano que se le eche en las vísperas: un incesante bla-bla con un par de puntos de verdadero interés. Tuvo, eso sí, el morbo de ver a los emergentes codo con codo con el emergente del PSOE y la experta sugerente del PP, que lleva las trazas de convertirse en la primera presidenta del país y si no al tiempo.

Claro que también hubo ausentes, despreciados ausentes, por los organizadores atresmedianos, que querían darle a un rutinario debate el paleto acento del combate del siglo con un formato, un aspaviento y una sobreactuación mediática más propio de un Gran Hermano en su edición más decadente, que ya es decir.

Por lo demás esto de los debates los gana quien considere el amigo simpatizante del candidato, pero el verdadero ganador fue el emporio televisero que vendió una rutina sin decisión de nada como un año cero de la democracia española. Los prolegómenos extenuantes y artificiosamente agigantados tuvieron ya digo, el momento álgido en esa intimidad automovilística que ratifica precisamente esa denostada costumbre de que un personaje público sin coche guiado por otro no es nadie; y el momento civilizado de los muchachos de la UPyD que careto en cara con el careto del candidato desahuciado recriminaban a lo televiseros de boina y pantalón su derecho a un lugar bajo los focos. Lo mismo que IU. Pobres. También hubo un puñado de ganosos con ganas de silbar al adversario pero poca cosa.

La televisión es un medio que se parece a la poesía en una cosa: entre lo sublime y lo ridículo hay un pelo. Y eso fue lo que pasó la sobremesa-tarde-noche-madrugada del siete entre dos aguas: un ridículo previo salvado por un debate correcto con menos interés del suscitado aspaventosamente por sus hacedores. Por cierto, de Cultura ni una palabra. Menos mal que nos queda La 2 y su This is Opera, programa que es capaz de salvar el solito el medio por antonomasia: la tele. No por la diletancia de sus seguidores ni la exquisitez de los amantes del genero sino por hacer atractivo para el ajeno, con calidad, ritmo, guión, montaje y didáctica, el pentagrama cantábile. Pues eso.

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27 COMENTARIOS

    • Hobbes:

      ¿Qué te pareció el debate? ¿Y la ausencia del Ausente? ¿Quién lo hizo mejor? ¿Y los moderadores? Y lo que tú quieras contar…

      Alguna vez he cazado al vuelo el This is Opera y es, sencillamente, fantástico; a la altura de cualquier buena producción de la BBC o similares.

      • Te mentiría si te dijera que lo vi, porque solo vi un trocito y fue suficiente para darme cuenta de que, si tuviera que votar por lo que escuché, ahora mismo sería un apátrida político. Qué coño, soy un apátrida político…y lo digo con enorme tristeza.

        En este momento estoy como Gonzalo. En blanco. Creo que es evidente (visto hoy en moviola, en el telediario de Antena Tres, que ha sido monotemático) que Pedro Sánchez es un cero a la izquierda (a la ex izquierda), que Soraya es muy lista y supo aguantar, pero solo aguantar en un debate donde nunca debió estar, y que Rivera e Iglesias manejan bastante bien los medios, pero no tienen una poso e infraestructura nacional para ser un partido en el poder o presidente del Gobierno (aunque visto lo precedente…). Y me he dado cuenta de que no me gusta Pablo Iglesias. Sí que me gustan muchas cosas de Podemos (no todo, of course), pero cada vez estoy más convencido de que Errejón es más persona de Gobierno y Pablo Iglesias de Partido. Ay, si Soraya fuera progresista…ya tenía el voto decidido. Qué lista es la jodía.

        Pero, vamos, hablando de las cosas que interesan… que This is ópera es una delicia de programa. Una delicatessen que jamás huiera imaginado en una tele española. Es mucho más BBC como dices ¿No? A ver qué nos depara el 20D. A mí me gustaría más BBC y menos Telecinco, porque ya me cansa ver a políticos haiendo el ganso en el hormiguero, mientras que casi cinco millones de españoles no llegan a final de mes ¿Qué harán luego si ganan?. No sé si me explico…Quizá votaría a Puccini. Es un tipo que se adelanta a lo que va a pasar y te prepara…ojalá y hubiera sido así con Cospedal y Rajoy jejeje.

        Saludos.

        • Ahora, y perdón que se me había pasado, este que suscribe no piensa ver el clásico NI DE CO-ÑA. Ayer Don Tancredo tuvo la oportunidad de defender su gestión y la honradez de su partido en estos 4 años «inolvidables» para España, pero se estaba mejor en Doñana…

          Pues el próximo día que le vayan dando. O que me mande a Soraya a casa a que me lo cuente, que la invito a cenar.

    • This is ópera sería un programón si la protagonista fuera la ópera, la música, y no el presentador, que es simpático, carismático y con bagaje divulgador y docente, pero a quien le pierden sus ejemplos a lo Barrio Sésamo. Si de lo que se trata es de ampliar el número de aficionados al belcantismo, que abunden las retransmisiones de óperas o simplemente de fragmentos de las mejores arias y coros de los grandes compositores. Pilar Miró, cuando fue directora de RTVE, nos ofrecía retransmisiones semanales desde los grandes teatros con un pedazo de crítico musical que amenizaba los descansos entre actos. This is ópera es un programa perfecto para pasar el rato pero, en mi opinión, no gusta demasiado a los amantes de la ópera ni creo que sirva eficazmente para su divulgación.
      No está solo el señor astracanada, yo tampoco vi al caco, el jorobado, la canija y al riverín. Estar con mi chica era un plan mucho mucho más divertido.

  1. Fui el único que no vio ni los prolegómenos? Fui el único que castigó a ATresmedia sin enchufarla desde que se anunció el debate y seguirá haciéndolo hasta dentro de un año …o más? Fui el único que vio mientras se emitía la mierda de la sexta un documentos Tv en la 2 donde se hablaba del problema de los ancianos y sus cuidadores? Hablaron de ese problema, el de la población que envejece y enferma, y de la responsabilidad de los poderes públicos en el asunto? Hay alguien ahí?

    • yo también me sumé a la lectura de un libro en la cama, mucho mas interesante que el circo que se montó…

      Ah….y por supuesto tampoco veré al dúo pan-pun

  2. En cuanto hay más de dos y tantos temas la cosa queda en cuatro ocurrencias y los medios tratando de vender el producto como algo insuperable para ganar pasta. El tiempo dedicado a educación fue lamentable. O limitación de temas o debates a dos.

    Ganó Pablo, el sentimentalismo vende y lo hace bien pero no dio ni de lejos aspecto de presidente. No me pareció tan mal Sánchez al que sacuden por todos lados, mal la chaqueta azul, pero dio imagen presidenciable. Muy nervioso Rivera que tiene creadas muchas expectativas por las encuestas y por el repaso que le metió a Pablo en el bareto (en este formato es más fácil perderse en la nada sin concretar y dejar al rival en pie). Y la gran triunfadora a otro nivel fue la sparring, que aguantó y salió casi de rositas, dando imagen de experiencia y seguridad, algo que vende como el sentimentalismo en poblaciones ya talluditas.

    Y Mariano estaba en Doñana por si no nos enteramos.

      • Bueno, no le falta razón a Peterot ¿Quién de nosotros hubiera ido voluntario a defender la gestión de Rajoy? El marrón era mayúsculo y en su equipo ¿A quién podría haber mandado, a Montoro, a Cospedal, a Margallo…? ella era la única que podía salir con dos cornadas, pero con vida. Yo no sé que me pasa que Soraya me cae bien, debe ser influencia de mi pareja. Estoy convencido de que para los que somos progresistas sería un palo que ella fuera la candidata, porque tiene tirón.

        Ahora, de ahí a decir que ganó Soraya….Yo creo que ganamos todos un poquito en democracia, pero solo un poquito. Al final todo es show, lo que hay que hacer ahora es coger el programa del partido que más te interesa y leerlo. Eso es lo maduro, no votar por un espectáculo televisivo en donde quien más ganó fue Atresmedia con esos bloques de anuncios de 6 minutos que se pagan a cojón de mico. En los buenos momentos, 20 Sg de prime time a 80.000 euros.

        Yo os aconsejo hacer lo siguiente: No ver un solo telediario, ni ir a un solo mitin hasta el 20D y leer a lo Julio Anguita: programa, programa, programa. Porque hora empieza el trazo grueso, el protagonismo boceras y bacín, el griterío y la payasada para atraer la atención. Y ya sabéis que los cantos de las sirenas no son buenos, nos llevan directos a….ahí mismo.

    • «O limitación de temas o debates a dos.»

      O más debates, peterot. Y si el candidato del PP se presta a participar, mejor. Hasta pareceríamos una democracia «de corte occidental».

      • Obviamente.

        De todas formas, no me dejo llevar por los medios que venden esto como una mejor democracia. Puro espectáculo americano en buena medida vacío que favorece el personalismo del candidato y del que se valora si debate bien (lo que hacía Rivera en la Uni defendiendo una cosa y su contraria), cómo gesticula, los errores,… no si será un buen gestor responsable.

        Prefiero siempre que unos periodistas informados y de diversa procedencia, con derecho a réplica, debatan con un candidato o el experto del partido sobre un tema. Y luego que pase el otro. Y cada día un tema. Lógicamente eso es un coñazo para la audiencia.

        Sigo pensando en el tiempo que dedicaron a educación …

        • «Prefiero siempre que unos periodistas informados y de diversa procedencia, con derecho a réplica, debatan con un candidato…»

          ¡Claro, coño! Y que además sean imparciales; y que disparen al higadillo.

          Pides mucho tú, peterot. Pero llevas razón.

          Los hijos de los «debatidores» estarán matriculados en caros y exclusivos colegios privados. Pedro Sánchez era profesor en una universidad privada. Campo abonado para don Pablo. Quizás sea ése el motivo para no hablar de Educación.

  3. No lo vi empezar, me perdí media hora más/menos.

    Sánchez me parece un cadáver insepulto. Un sujeto tan grande como vacío. Demasiado impostado, no le vi un discurso coherente; quizá porque arrastra una pesada mochila de contradicciones, es lo que tiene liderar el PSOE. Iglesias lo puso en evidencia, fue inclemente: «Pedro, mandas poco en tu partido».

    A Rivera le sobraban las manos, no sabía qué hacer con ellas, y le faltaba un litro de sangre. Es inconcebible que no dijese frases como: «en Cataluña los únicos que han defendido a España han sido los de Ciudadanos», o: «en Cataluña no se puede estudiar en Castellano. Mientes, Soraya, y lo sabes». A continuación que lo adorne, pero el mensaje ya está dicho. Aunque no estuvo mal del todo. Siendo justos, a veces parecía un «todos contra Albert», síntoma de que le temen más que a una vara verde.

    Soraya, en su papel. Mejor dicho, en su papelón. Lo que ayer hizo podemos verlo todos los viernes tras el consejo de ministros. Le sobró soberbia: «con este consenso es imposible reformar la Constitución», dijo con desdén, perdonando la vida a esos advenedizos que molestaban en su plató. Lo peor es que nos la quieren meter (a Soraya) a la fuerza, el relevo de Rajoy.

    Iglesias fue, en mi opinión, el que mejor estuvo. Directo al mentón, sin miramientos ni complejos; si hay que pedir el derecho a decidir de Cataluña, se pide. Y punto. Lo tiene claro: esto es la guerra y sólo hay un vencedor. Ni tantos por cientos ni vainas; la mierda de pensión del abuelo Juan y la basura de sueldo del nieto Manuel. En dos frases ha cubierto a todo el cuerpo electoral. Y tocando el bolsillo y el corazón de los votantes al mismo tiempo. Sus mayores problemas venían cuando alargaba los turnos de palabra, ahí empezaba a oler.

    El escenario del debate, penoso. Si Iglesias hubiera vestido de traje y corbata, quitando el volumen al televisor, hubiera parecido un concierto de Il Divo.

    Los moderadores: mal Ana Pastor, piensa que interrumpir y preguntar con cara de cabreo es hacerlo mejor; y bien su compañero, con un tono más tranquilo puso en algún apuro a los moderados.

    Aunque, no nos engañemos, lo de ayer fue una farsa. No nos dejemos confundir. ¿Dónde estaba UPyD o Izquierda Unida? Estos dos están en el Congreso. Hagamos más debates, que todos particicipen. Sí, ya sé que en España la pluralidad en los medios de comunicación es una especie en peligro de extinción. Una pena.

    Espero que don Manuel no se moleste por nuestros ladrillos.

    • A los que alguna vez habéis visto This is ópera, os dejo este enlace de abajo y, aprovecho para decir que me ha gustado mucho el comentario de Blablabla. En la Universidad, creo que a través de streaming video también se hizo algo parecido a través de la web a nivel universitario europeo, pero estamos en España y el belcanto no tiene nada que hacer al lado de Pitingo….o como se diga.

      Espero que os guste. Para mí Juan Cruz es un gurú de la cultura española:

      http://politica.elpais.com/politica/2015/12/08/actualidad/1449571569_758156.html

      • El intelectual del régimen socialista, modelo de servilismo cultural del que ya sabes lo que va a decir antes de abrir la pluma en el emporio prisaico. Modelo de pelota profesional como le llamó Gregorio Morán.

        • Todo lo que tú quieras, es verdad que su tufo socialista se huele a kilómetros, pero le pasa como a Gaudí, que era un puto pederasta pero hizo la SaFa y ahí lo tiene la Iglesia, en una de las capillas, enterrado como si fuera un santo.

          Pues Juan Cruz tres cuartos de lo mismo. Si le tratas desde la política, pues te doy la razón y no te puedo contrariar, pero sus trabajos y libros en Cultura y sobre todo literatura en castellano son un referente a tener en cuenta.

          Y en cuanto al artículo, no le falta razón. Ni se habló de cultura, ni se habló de I+D+i. Solo de Educación y para decir que si, que todos querían su pacto y que los demás lo firmaran.

          España es un país donde la cultura es uno de los valores añadidos más importantes. No se la puede relegar como se hizo anoche. Porque ahora mismo la cultura nos puede servir para crear riqueza y empleo.

        • No hablo de política, como no lo hacía Morán, hablo de literatura. No había cosa más rastrera que leer a este tipo una recensión sobre uno de los suyos o sobre un nuevo libro salido a la luz (todos buenos por igual). Ya me cansé hace tiempo. Es el perfecto no crítico. El felpudo. Lo contrario a Ignacio Echevarría y por eso lo largaron. Y seguramente hubiera sido mucho mejor que él por sus amplios conocimientos. Y seguramente hubiera podido ser otra cosa, pero creo que es una decisión consciente de Cruz ser lo que es. Y todos lo saben. Pero a ver quién toca a Prisa y su mundo editorial. Los ayes de Molina cuando la crisis y lo calladito que estuvo hasta ese momento

  4. Deprisa, deprisa. El signo de los tiempos llevado al plató. Rivera y, sobre todo, Pedro Sánchez desbordados por los tiempos. Querían abordar más cuestiones de las que eran capaces de concretar. El caso de Sánchez es el que me pareció más evidente. No creo que nadie recuerde nada de lo que dijo.
    Pero, bueno, se trataba básicamente de vender un producto. Comentaristas todo@s, no filosofemos. En la muestra que nos ofrecieron Pablo Iglesias fue el vendedor más hábil con diferencia. Soraya, es la vendedora correosa que no quiere que te alejes de su puesto a pesar de tener una mercancía a todas luces perjudicada. Los otros no podrían mantener el puesto ni dos días. Uno con la mercancía rancia, el otro con un género que no se acaba de apreciar.
    Lo de gobernar será otra cosa. Pero tampoco será para tanto, por ello, yo no me las daré de fino entendido y compraré el producto que mejor música llevaba incorporada.

  5. Yo lo vi y no me gusto. Tampoco me sorprendió.

    Todo muy medido y profesional. Soraya debería haberse sentado, llevaba tacones.

    Interesante lo mal que se llevan Iglesias y Sanchez, que me gusto al final.

    En fin, me pareció puro teatro y personajes chichinabas. Quizás Soraya más lista y contenida.

    Todos tienen una apetencia desmesurada de poder. Ya sabemos a quien acabarán sirviendo, se servirán de él para… dejar todo igual.

    En España seguimos teniendo una crisis de liderazgo, y un panorama político que parece Broadway.

  6. Prescindible éste y el clásico.

    Por supuesto hubo ausentes, IU, UPyD y VOX. RAJOY, viviendo tan bien como un registrador, tiene a Sorayita llevando el Registro, para qué dar la cara…para que se la partan con los cobros en B que recibió…Gallego listo…e impertinente.

  7. Yo añadiría que le faltó espontaneidad. Hubiera sido bueno para Soraya haberse quejado de tener tacones y tener que estar de pie. Yo que ella me hubiera sentado y hubiera roto la rigidez y frialdad. Hubiera empatizado el público con ella si hubiese procedido así.

    Lo que menos me gusta de los candidatos es su falta de solidez personal. Demasiado jóvenes y sin carisma. Con habilidades pero sin carisma. Algo más Pablo Iglesias, pero se sabe ya demasiado de él, y detrás de esa cara de cordero…

    En fin, que yo creo que sin hablar de la reforma fiscal y del problema demográfico (o apenas se trataron) el debate fue una pasarela de candidatos. Pero no me extraña, cuando los medios de comunicación llevan días hablándonos de comunicación no verbal en estas elecciones.

    Todo es artificioso y poco creíble.

    Al final, lo que creo que está pasando y no se cuenta, es que está dándose un relevo generacional entre generaciones bien distintas (la que vivió el franquismo y la que nació tras él) que culminará cuando la generación nacida en los años 50 nos empiece a faltar.

    Dentro de unos 10-15 años, llegaremos al choque intra-generacional. Pues nuestros mayores moderan el voto, pero cuando falten… entre nosotros hay muchas diferencias nada pacíficas.

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