Pedro Ruy Blas en Ciudad Real

Antonio Fernández Reymonde.- Para celebrar el décimo aniversario de “Universijazz”, la noche del jueves pasado tuvo lugar un concierto, primero con el grupo Dummie y después Pedro Ruy Blas (para saber más de su biografía, pincha aquí). Llenazo.  En la presentación, Javier Bercebal llamó la atención sobre el hecho de que ahora proliferen cantantes femeninas, pero no masculinos y Antonio García  dijo que Pedro Ruy Blas es una referencia del jazz español, a la altura de Tete Montoliú o Jorge Pardo – y creo que no fue una afirmación gratuita.

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Foto: Pedro Lozano

Los cantantes son músicos de una especie diferente de los instrumentistas. Estos, se parapetan detrás de un instrumento, y desarrollan sus habilidades. El cantante no, el cantante es el instrumento. Trabajar sobre una base casi intangible es casi un misterio hasta para los profesionales. Y es un instrumento que se deteriora con los años. Por eso es normal que vayan dejando registros agudos (Sting) cambien el repertorio o se dediquen a otros menesteres como la dirección (Plácido Domingo). Pedro Ruy Blas es, todavía de otra especie más rara. No es solo su timbre, sino su interpretación. En un género tan difícil como el jazz, Pedro se mueve como un auténtico Maestro. En jazz, las canciones no se hacen de forma plana, sino que cada momento se moldea como una pasta blanda, casi líquida. Lo fácil es que los cantantes confundan lo que es una interpretación hábil, poniendo música a la letra con una sucesión de poses sonoras, o haciendo un remedo de viejas glorias. La interpretación de Pedro Ruy Blas resulta natural, propia, y por ello convincente. Es comedido en sus onomatopeyas y scats, interesante en las improvisaciones, flexible en la ornamentación. Pero además su voz es prodigiosa. A sus 66 años, maneja los registros, la afinación y la potencia a su antojo… bueno, más bien a lo que dicta la música. Sin escatimar y sin regateos.

Vino con un trío de lujo: Mariano Díaz al piano, Victor Merlo al contrabajo y Paco García a la batería. Cada uno de los cuatro podría haber brillado con luz propia, pero su talento era una aportación al conjunto. El uso de los platos, los apoyos en caja o el ritmo de Paco, el equilibrio entre la base y la contestación melódica de Victor, la contención general y el virtuosismo oportuno de Mariano. Mucho podría decirse de una generación amplia de músicos que surgieron en los años ochenta y que ya son leyenda, las referencias musicales para las nuevas generaciones.

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Foto: Pedro Lozano

El repertorio que trajo fue clásico. Pero no porque fuera antiguo, salvo algún caso – como Porgy and Bess. Clásico es José Guardiola o Los Beatles. Clásicos son sus temas de los años 70. Clásico es aquello que con el paso del tiempo se convierte en referencia – un clásico reconocido es Steven Spielberg. Hablamos de un tipo de jazz que, sin perder la identidad del tiempo en que se vive, entronca con el blues, con los orígenes. Algo tan difícil de ver hoy en día, que cuando lo vives te sumerge en una sensación indescriptible.

No se puede decir que estemos de suerte, porque en este caso la suerte no existe. Lo que existe es la perseverancia de un grupo de personas, cuya cara visible es Antonio García Calero, que trabajan para que en Ciudad Real haya jazz, y haya un público aficionado y entendido. Tiene mucho mérito que una iniciativa de este tipo haya prosperado y arraigado en esta ciudad, donde las iniciativas no duran demasiado. En Ciudad Real hay jazz de forma casi permanente desde  mediados de los años 90, con la creación de “El Continental”, un bar de copas de El Torreón que traía todas las semanas a prestigiosos músicos de jazz nacionales e internacionales, e incluso organizaba jam sessions para que los músicos locales pudiéramos tocar. Aquello cristalizó en un Festival Internacional de Jazz, que al cabo de varias ediciones cerró por falta de apoyo económico del gobierno de Gil Ortega. Así que el espacio para el jazz se trasladó a la UCLM. En condiciones normales, podría haber evitado este párrafo, pero creo que esto último no se puede pasar por alto, y que hay que ponerlo en valor.

P.D. No puedo hablar de Dummie, me perdí su concierto porque llegué tarde. Mi profesión no es ser cronista, y mi horario de trabajo me retuvo. Otra vez será.

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3 COMENTARIOS

  1. Hola!
    Después de un día dificilillo, por decir algo, después de 25 años que hacía que te vi en concierto, en Madrid en «El Berlín», ha sido uno de los días mejores en los últimos tiempos, de emoción, de mirar el brillo de tu ojos, de escuchar tu voz, esa voz, que…que no no solo sigue siendo igual, sino que si cabe posibilidad, es mejor, evocadora..única, personal, ya te escuchaba y te cantaba mucho antes de haberte visto por primera vez.
    Haberte dado un abrazo..no será algo que olvide. Gracias es una palabra que no expresa ni mucho menos, lo que sintieron mis entrañas.
    Han sido muchos regalos, me invitaron (mi futuro exmarido) de la entrada, fué un regalo de cuna copita de cava ante de entrar, fue un regalo de la vida, del momento, pero el mayor regalo, fue poder escuchar tu voz y ver tus ojos, tu mirada, darte un un abrazo, GRACIAS queda pobre, pero no he de olvidar a los músicos, y especialmente al batería que hizo posible que pudiera hablar contigo aunque fuera menos de lo que me hubiera gustado, es muchísimo más de lo que hubiera imaginado. gracias a todos.
    No tengo palabrasw para describirlo. GRACIAS
    pARO

    • Perdón por los errores en las palabras mal escritas, las teclas (del ordenador) me pierden, las demás no tengo ni idea.
      Aún así creo que se medio entiende. un abrazo mas y un beso

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