Caravana a Grecia: Cuatro ciudadrealeños que «no miran para otro lado»

Eusebio Gª del Castillo Jerez.- Elena Fernández, Virginia Tamayo, Ana Campos y Sergio Carretero partían esta mañana a primera hora rumbo a Barcelona. Estos cuatro ciudadrealeños forman parte de la iniciativa “Caravana a Grecia, abriendo fronteras”, una ruta reivindicativa en autobús que tiene como objetivo celebrar una gran concentración en Tesalónica después de haber realizado varios actos de protesta en ciudades del camino, como Marsella Milán, Zagreb, Budapest o Sofía.caravana a grecia ciudad real

En la Ciudad Condal se ha celebrado un acto de presentación de la Caravana a Grecia, que este sábado iniciará su ruta con destino a Milán, objetivo de la primera etapa, parando de camino en Marsella.

Preguntados por la motivación que les ha empujado a emprender este viajo, Elena Fernández comenta que quiere dejar de ver este problema por la televisión y poder hacer algo. Virginia Tamayo desea ayudar para aportar su granito de arena en la cuestión de los refugiados. Por su parte, Ana Campos pretende conocer la situación real en los campos para ser más consciente y actuar. Esperan también que, con su gesto, nuevas personas se impliquen en esta causa.

Sergio carretero se ha subido a la Caravana a Grecia porque cree que la solución a este problema es una responsabilidad política que tiene que ver con cumplir con la legalidad y con la ética; es, a la vez, subraya, una cuestión social, «porque esto nos puede pasar a cualquiera».  Recuerda que españoles acudieron a Siria durante la Guerra Civil y la posguerra y se les acogió con dignidad. «No podemos mirar para otro lado, hay que dar una respuesta ya y las autoridades tienen que ponerse a ello», reclama. «La dignidad de las personas tiene que ser una prioridad».

Estos cuatro activistas desean que esta iniciativa tenga repercusión en los medios de comunicación y en la política, y que la ciudadanía reflexione sobre la «tremenda injusticia» de atrapar en campos de refugiados a estas personas que huyen del horror de la guerra.

Se pueden hacer muchas cosas, aseguran convencidos. Mañana, alrededor de 250 personas «aportamos nuestro tiempo y dinero para presionar y mostrar nuestro apoyo a las personas refugiadas». Un gesto que tratarán que se convierta en el principio de una red solidaria y de acogida.

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