Una humilde tortuga, aunque «muy hermosa», ha sido la mascota más curiosa de las que han participado en la tradicional bendición de animales de San Antón. Su dueño, un sonriente niño, cuya «ilusión» ha sido determinante para que su reptil resultara ganador, se ha llevado como premio una estatuilla de San Antonio Abad. Como curiosidad, este año no se ha sacado a la Plazuela de Santiago la imagen del santo, en su lugar se ha utilizado un estandarte.
El presidente de la Hermandad, Ángel Patiño, ha destacado la alta participación, tanto en la bendición de animales como en la hoguera e invitación a torreznos y limoná de ayer. Momentos antes del comienzo del acto de esta tarde, la cola de mascotas y dueños salía de la Plazuela de Santiago y llegaba hasta la calle del Jacinto.
Entre los animales que han recibido la bendición del santo, perros, gatos, conejos, pájaros, peces, tortugas, cobayas, ranas e incluso un caracol. Entre los más vistosos, una espectacular gallina japonesa blanca que ya se llevó el premio en otra ocasión, según ha recordado el presidente de la Hermandad.
Interesante curiosidad lo del estandarte.
Pues, el Concilio Vaticano II, en la Constitución sobre la Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium, afirma: «manténgase firmemente la práctica de exponer imágenes sagradas a la veneración de los fieles»…Tal vez, en esta ocasión, se haya considerado que el símbolo transmite más que la propia imagen…
Hay muchas tradiciones que no entiendo ni comparto, pero ésta no tiene igual ¿a que juega la iglesia «bendiciendo a seres sin alma»?, y que conste que soy defensor de los animales y su cuidado, pero me parece una sinrazón.