Comunicado.- Cáritas Diocesana de Ciudad Real apuesta por la inserción social de las personas más desfavorecidas a través de un modelo de empleo que pone en el centro a la persona, teniendo presente los derechos humanos y el cuidado de la Creación.
La economía solidaria continúa siendo un reto para Cáritas, a la par que una realidad que cada vez tiene más presencia en su programa de empleo. La Institución invita a reflexionar sobre responsabilidad de nuestras decisiones en la construcción de un mundo más justo y recuerda que es posible un modelo económico que no excluya a las personas.
Cáritas Diocesana de Ciudad Real cree que es posible realizar una actividad económica sostenible, con principios de solidaridad y justicia, dirigida a garantizar el bienestar y el desarrollo de las personas en situación más precaria. Este modelo tiene como objetivo principal la promoción sociolaboral de las personas excluidas para lograr que la rentabilidad económica se ponga al servicio de una auténtica rentabilidad social.
Desde la Administración Pública se han puesto en marcha herramientas, como los planes de empleo, que pretenden conseguir cambios rápidos en las personas. Cáritas Diocesana de Ciudad Real, considera que esos “cambios rápidos” son más difíciles con las personas en situación o riesgo de exclusión si no hay herramientas apropiadas, como son los procesos de acompañamiento personal. Por eso, la inserción laboral en estas circunstancias se hace más lenta. Por otro lado, es importante entender que las causas de la pobreza y la exclusión social afectan al conjunto de la persona, por ello la coordinación interdepartamental es fundamental para conseguir una mayor y mejor inserción.
Durante el año 2016, Cáritas Diocesana de Ciudad Real, ha trabajado con 261 personas, desde los diferentes servicios de Acogida y Orientación Laboral, Talleres Pre-laborales y cursos de formación reglada, que permiten dotar de las competencias básicas necesarias para mejorar sus procesos de empleabilidad. Se puede hablar de 40 personas insertadas. Es desde esta perspectiva, donde Cáritas renueva su compromiso por el acceso al empleo de las personas más desfavorecidas, desde el acompañamiento personalizado en todo el itinerario.
Un año más, Cáritas Diocesana de Ciudad Real, lanza a la sociedad, a los medios de comunicación y a las Administraciones Públicas una llamada a la responsabilidad y a la corresponsabilidad para devolver la esperanza a todas las personas que sufren el desempleo en sus propias vidas. Una invitación a ser comunidad y a caminar con los que más lo necesita.
