¿Empieza a hartar Alemania?

MarcelinoLa llamada UE, cada vez enseña más su verdadera condición. Si nos atenemos a los hechos y no a la retórica, ésta, mal llamada Europa, no camina hacia una federación de estados en igualdad. Se dirige inexorablemente hacia un nuevo imperio alemán.

Y, como decía Perogrullo, lo que es evidente es evidente, y no se puede negar.

En este contexto, el pasado lunes, 19 de Junio, se produjo un hecho al que no se le ha dado mayor importancia. Sin embargo, la tiene.

Se reunió el Centro de Cooperación para la Defensa de Europa Central (CDEC) formado por la República Checa, Eslovaquia, Hungría, Eslovenia, Austria y Croacia, todos países de la UE.

Y lo hicieron, nada más y nada menos, para estrechar su cooperación tanto por medios civiles como militares ante la inmigración ilegal.

No están dispuestos a ser títeres del dictado alemán. No están en contra de admitir a un número de refugiados. Pero exigen que se implante un campo en Libia donde se revise la situación de cada uno al objeto de evitar una entrada indiscriminada y descontrolada.

Ellos saben que la cara amable de Merkel ante los refugiados es falsa. Saben que el presidente de los empresarios alemanes reclamó la necesidad de admitir a unos 800.000 para cubrir con salarios reducidos las necesidades de su industria.

Es curioso, en los años 60 trabajadores cualificados españoles emigraban a Alemania con un contrato de trabajo en buenas condiciones sin necesidad de formar parte de ninguna Unión Europea. Hoy, ese mismo país se atreve a arengar a sus socios europeos para labrar juntos el destino de Europa (traducción: el destino de Alemania y el que quiera que me siga) pero es incapaz de ofrecer esos puestos de trabajo a los ciudadanos de la misma Europa que andan mareados en busca de un trabajo digno.

Eso no es todo.

La semana pasada la UE se vio forzada a renovar las sanciones económicas contra Rusia. Por cierto, sanciones que afectan de forma importante al campo español. Pues bien, días después, Alemania puso el grito en el cielo cuando se le recordó que las sanciones también afectaban al gasoducto con origen en Rusia. ¡Ah, eso no! El gasoducto ni se toca ¿Cómo? ¿Me lo puede explicar, por favor? No hay explicación alguna. Alemania manda y punto. Dicho gasoducto facilitará un gas barato para sus necesidades y se acabó.

Pero eso sigue sin ser todo

Si Alemania tuviera que comerciar en este momento con el marco, sus productos industriales se encarecerían entre un 20 y un 25%. Por tanto el euro le viene como anillo al dedo. Al contrario, la estructura exportadora de España se ve penalizada en un porcentaje similar al que beneficia a la industria alemana. Pero ese inmenso superávit, Alemania se niega en rotundo a compartirlo de algún modo ¿De qué hablan cuando mencionan la palabra solidaridad?

Pero sigue sin ser todo

Para que la producción alemana tenga mercados donde vender necesitó, primero, desindustrializar prácticamente a los países de la futura UE. España fue laminada. Pasó de tener la industria un 30% de peso en el PIB a un 12%, más o menos.

Primer paso conseguido ¿Cuál fue el siguiente? Asegurarse que los mercados cautivos (traducción: el resto de los países obligados a desindustrializarse) tuvieran dinero para no dejar de comprar las producción alemana ¿Qué pasaría si hubiera una crisis? Nada en absoluto. El BCE emitiría todo el dinero que hiciera falta y lo prestaría a los países necesitados de él para ser utilizado en la compra de los productos “hecho en Alemania”.

Claro esas compras continúan inflando el superávit alemán; a su vez, generan la ficción de un incremento del PIB español, pero a costa de un endeudamiento permanente. Es como si una familia comprara cada vez más cosas, pero no con el dinero fruto del trabajo de sus miembros, sino porque un amigo de un banco les da todo el que necesiten. El asunto es que, al final, eso habrá que devolverlo.

La UE es un Imperio encubierto. No lo dudemos.

Lo más interesante de la medida tomada por los 5 países del CEDEC es que son países hermanos. Sí, lo son. El enorme detalle es que formaron parte del Imperio Austro-húngaro. Se conocen. Esos vínculos no se pierden. Y puestos a tener que depender de un emperador que dicta y dicta, yo entendería perfectamente que su coordinación fuera a más y no al revés.

España ha optado por ser un satélite lacayo de Alemania sólo porque eso le permite al gobierno presentar una recuperación ficticia basada en bolsas de dinero soltadas por la ventana a destajo. Y porque todos los partidos de la oposición rinden pleitesía imperial a su dueña y señora. No conciben la vida sin oler su sudor por amargo y rancio que sea. No tienen un plan nacional que merezca ese nombre salvo besar por donde pise Alemania.

¡Qué mezquinos son, cielo santo!

¿Por cierto? ¿Y las personas de a pie? Con la mano en el corazón ¿De verdad somos acreedores a mejor trato? ¿Hemos hecho algo para merecerlo?

Entretanto se ha realizado una encuesta de amplia base para evaluar cómo ven los ciudadanos a la UE.

Se hicieron las mismas preguntas a dos segmentos distintos de la población:

1) Ciudadanos en general: 10.000 encuestas

2) Altos directivos: 1.900 encuestas

¿Ve necesario dar más poderes a la UE?   Ciudadanos                   Directivos

Más poderes                                              24%                     17%

Dejar igual                                                 28%                     52%

Menos poderes                                          48%                     31%

Más poderes + dejar igual                         52%                     69%

Menos poderes                                          48%                     31%

Puede verse la diferencia de intereses entre en ciudadano común y el miembro de la “élite”. El primero opta por reducir poder a la burocracia de la UE; el segundo no. La diferencia no es poca. Son 17 puntos porcentuales.

Alemania habla de destino común, de unidad de destino, siguiendo los conceptos idealistas que ellos mismos pergeñaron. La realidad, como decía antes, es que tratan de llevarnos como corderos detrás de un único destino:

El suyo.

Sin tapujos
Marcelino Lastra Muñiz
mlastramuniz@hotmail.com

PD: Os dedico, al más puro estilo rock&roll, “Que el tiempo no te cambie” de Tequila.

https://www.youtube.com/watch?v=VVo3GzkMngE

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22 COMENTARIOS

  1. Soy germanófilo, pero su análisis es correcto.

    En Austria antes de la entrada en la UE limitaban las compras de propiedades de parte de los alemanes en el país.

    Se podría denominar a Alemania de Estado-Google, que tiende a abusar de su posición dominante.

    Pero eso siempre fue así en la UE, cada uno barre para su casa, y los españoles que podríamos ser la huerta de Europa (y en gran parte ya lo somos) debe bloquear cualquier preferencia arancelaria de productos agrícolas de terceros países. Pero España es un país de ideólogos, una reserva espiritual progre y europeísta.

    Se puede y se debe ser EURORREALISTA. Y este análisis corrobora ese eurorrealismo pragmático de Alemania y de los países del norte.

    Otro bloque unido al de la antigua Austria-Hungría, debería ser Polonia-España-Portugal. Los italianos recelan mucho de los españoles que les disputan liderazgo, y nos ponen la zancadilla en Europa, y los griegos deberían estar fuera de la UE por hacer las cosas rematadamente mal.

    Rumania, Bulgaria y Grecia son una finca particular ya de Alemania.

    Curiosamente el bloque católico protestante del siglo XVII se vuelve a producir.

  2. Interesante artículo.
    En primer lugar, Alemania es el país más poblado de la Unión Europea con más de 80 millones de habitantes y el peso de su mercado interior, así como su potencia exportadora, convierten al país en la economía más fuerte del Continente.
    Ahora bien, la economía germana descansa fuertemente en sus exportaciones (casi la mitad de su PIB) y, por tanto, de los países que compran sus productos (en buena parte europeos).
    Las exportaciones alemanas aumentaron drásticamente con la introducción del euro como moneda común europea, lo que permitió abaratar los costes del comercio entre los países de la Eurozona.
    Pero, para mantener la competitividad de un modelo fuertemente exportador en un contexto de feroz globalización económica, con competidores directos como China, Brasil o India, el país alemán llevó a cabo reformas hace más de una década que le permitieron soportar mejor la Gran Recesión sufrida por la economía global a partir de 2007.
    A cambio, la precarización se ha extendido a una parte importante de la masa trabajadora en un país donde sigue sin existir el salario mínimo interprofesional.
    De esta manera, el poder del capital alemán se obtiene gracias al ‘dumping’ salarial.
    En Alemania, la producción de riqueza está aumentando cada año. Favorece a las empresas pero los salarios se mantienen bajos. La gente se está dando cuenta de que el aumento en la producción de riqueza no los beneficia en sus vidas.
    El modelo alemán conlleva un relativo y débil consumo interno y una política sectorial de salarios bajos que, unido a su apabullante potencia exportadora, hace que algunos países vecinos europeos miren con recelo al remozado poderío económico alemán.
    Los recortes de gasto público que han tenido que acometer países como España, Italia, Portugal y Grecia, ponen en entredicho el liderazgo económico y político del modelo alemán en el Viejo Continente.
    Alemania se ha hecho con el dominio político a través del éxito económico.
    Es obvio que Alemania, desde un punto de vista económico, se comporta de un modo imperialista respecto a otros países europeos.
    Su deseo es ver a todos los miembros de la Eurozona compartiendo los principios alemanes de ahorro y eficiencia.
    Lo que Alemania no pudo conseguir en el pasado con medios militares, en los últimos quince años, lo ha conseguido económicamente.
    A la vez que Alemania se hace cada vez más fuerte es, también, más vulnerable al colapso del sur de Europa.
    En cuanto a los refugiados, el número total de alemanes se reducirá en unos 10 millones para 2060. El influjo de jóvenes trabajadores representa un beneficio para el país.
    La mayoría de los economistas están de acuerdo en que la inmigración promueve el crecimiento y Alemania está viviendo un momento en que la actual ola de emigrantes puede serle económica y demográficamente muy útil.
    No obstante, creo que Alemania es demasiado grande y pequeña a la vez para liderar el Continente con eficacia.
    Pienso que una auténtica hegemonía requiere de la creación de un sistema que beneficie a todos sus miembros, dejando atrás el ‘cortoplacismo’ por una política económica más magnánima.
    Y es que ‘harto da, quien desnudo queda’…..

    • Y que en Alemania no hay salario mínimo. Eso demuestra dos cosas: que usted no tiene ni idea de lo que habla y que el salario mínimo no sirve de mucho, pues en España tenemos salario mínimo y mucho paro.

      Del resto de su panfleto de hoy, no voy a repetirme, lo explico más abajo en otro comentario. Pero ya vale de echarle la culpa a los demás de nuestras miserias. Dejemos de mirar fuera, y atendamos a nuestra propia casa. Ya somos todos mayorcitos.

      • Reitero que no existe un ‘salario mínimo interprofesional’ real ya que, desde su implantación en 2015, se está llevando a cabo de manera lenta, debido a que hay moratorias en diversas situaciones y cuenta con numerosas excepciones.
        Por ejemplo, no afecta a los menores de 18 años sin formación profesional, aprendices y aquellos trabajadores que se rijan por un convenio colectivo con salario propio, a los parados de larga duración y quienes hayan recibido una ayuda social del Estado, etc., etc.
        No es un salario mínimo digno ni suficiente y no se aplica sistemáticamente. No está vinculado a la evolución del IPC y la patronal pasa de ello.
        El 25% de la gente asalariada es ‘pobre’ en Alemania.
        El importe de 8,80€/h es mucho para morir pero poco para vivir….

        • Por cierto, no hago propaganda política ni difamo a nadie.
          En otros tiempos, se daba la vida por un ‘panfleto’….

        • Hay otra luz en su comentario que también me ha gustado mucho, Charles. Es cuando dice «Su deseo (de Alemania) es ver a todos los miembros de la Eurozona compartiendo los principios alemanes de ahorro y eficiencia». El deseo de usted debe de ser el despilfarro y la incompetencia. Claro, claro.

        • La recesión hizo mucho daño pero la política de austeridad mata.
          Hasta la ONU criticó las políticas de austeridad expansiva de España y Grecia.
          Reitero el daño económico y social insufribles que esto causó…

        • Està claro. El que pide ayuda no puede empezar contando las miserias del que va prestàrsela….

    • El salario mínimo (8,84 euros la hora) en Alemania, estuvo sometido a los convenios sectoriales hasta el 31 de diciembre de 2016, pero desde 2017 es general para los mayores de 18 años. Para los menores no se aplica porque se trata de favorecer que acudan a la formación profesional. Tampoco los que llevan más de un año desempleados pueden obtener ese salario en los primeros seis meses. Se trata aquí de estimular la contratación por parte del empresario.
      Podemos hacer las cábalas que queramos, pero ellos llevan su propio sistema, naturalmente que es controvertido, porque el conflicto de intereses está presente en cada sociedad. En todo caso el dinamismo de la economía alemana no es de ayer y considerar, grosso modo, que lo logran gracias a que se suben a la chepa de los demás es ir demasiado lejos, creo yo

  3. Pues siento disentir. No considero que el artículo llegue a ser libelo, pero contiene demasiados tópicos. Alemania tiene un pasado con algo más que interrogantes, con lo cual se convierte en el chivo expiatorio perfecto para ocultar las insuficiencias y errores propios. Eso le pasa a muchos países y ahora parece que también a España. Alemania no creo que tenga complejos actualmente, de hecho pocas veces los ha tenido en la historia, pero desde luego no ahora, porque, afortunadamente, los períodos negros de su pasado han sido asimilados colectivamente desde planteamientos democráticos. Eso no creo que sea objetable.
    Los términos de los tratados europeos y su desarrollo han sido desde su inicio el resultado de un consenso. Y los consensos no son imposiciones, son el resultado de negociaciones finalmente aceptadas por todos.
    No quiero entrar en el debate de la Europa de los ciudadanos versus la Europa de las instituciones, porque el artículo habla de Alemania. Las decisiones en materia de inmigración del gobierno alemán y el posicionamiento mayoritario de la opinión pública alemana para mi país las quisiera ¿Cómo que saben que la cara de Merkel en ese aspecto es falsa? ¿Quién lo sabe? Los tipos de interés actuales en mínimos históricos no es que convengan precisamente al ciudadano alemán. Pero se acepta. En fin, hilar que la reconversión industrial española fue «de facto» una imposición germana es una opinión por aproximación, que los trabajadores españoles que emigraron a Alemania en los sesenta y setenta eran cualificados no es que sea cuestionable, es que no es verdad.
    No, Alemania no puede ser, porque no es, el malvado que nos impide vivir en armonía en una Europa arcádica. Hacen sus deberes como otros los hacen y yo diría que mejor que otros. Nadie es perfecto, pero yo no pienso ni en Merkel, ni en Macron, ni en Rajoy, me fijo en las estructuras organizacionales de los países y como en forma de opinión pública son capaces de influir en las políticas de sus gobiernos. Aquí, en España, que de eso sé más que de Alemania, tengo claro que como ciudadano y opinión pública pinto menos que una mona. Y eso sí me preocupa bastante.

    • Me gusta mucho la cultura alemana, conozco su historia y su lengua, y he vivido allí, y parte de lo que afirmas es verdad pero Marcelino también ha dicho la verdad.

      Alemania es capaz de ser socio, quiere él dominante, Reino Unido no.

      Complejos históricos tienen porque son un país joven que se construyó gracias a guerras con los austríacos, franceses y más de medio mundo después. Tuvieron que ser país a costa de otras potencias bajo un nacionalismo agresivo, porque emergió en plena lucha por los recursos en la revolución industrial.

      Bismarck que no era en principio más que un nacionalista prusiano reacio a la unificación alemana. Cuándo Alemania quiso ser Alemania y por quién. Alemania fue el proyecto de Prusia en contra de Austria. Y Europa desde el siglo XX es el proyecto de Alemania en contra de Francia e Inglaterra.

      El expansionismo alemán es resultado de la visión política bismarckiana, una visión protestante y terrateniente.

      Las barbaridades cometidas por el Estado alemán en esa expansión siguen estando en la conciencia colectiva y derivan en una mezcla de sentimiento de orgullo nacionalista y vergüenza histórica, que divide al país. Sí, porque Alemania es un país diverso con sólo un elemento unificador, el idioma. El bávaro, el renano, el sajón, el badense, el berlinés…y los millones de alemanes descendientes de aquellos que fueron expulsados de Europa del Este desde la II Guerra Mundial son una mezcla variopinta. Y hay complejo histórico porque la enorme dispersión por origen de los alemanes dentro del territorio alemán es y lo saben, únicamente fruto de su agresiva política exterior.

      Y han pasado muy pocas generaciones desde que los acontecimientos forzaran estos movimientos de población.

      Virtudes de los alemanes?? Muchísimas cuando no son bismarckianos.

      Defectos? Todos, cuando lo son.

      No hay más que ver cómo muchos de estos actúan cuando van a Mallorca, a la que consideran su isla, POR NUESTRA CULPA, que nos acomplejamos por su potencial.

      Se han preguntado por qué eligen España para veranear??? Porque las barbaridades cometidas en la II Guerra Mundial están ahí, y son historias del abuelo. En casi toda Europa se les mira mal, y sólo por éso. No, porque nos consideren su mercado de consumidores.

      Alemania ha aceptado esa gran población de refugiados de forma tan caótica y vulnerable para la seguridad europea, tan sólo porque sus gobernantes tienen complejos históricos.

      Hay suficientes trabajadores comunitarios para abastecer la oferta de empleo de su industria, pero querían asumir más que el liderazgo económico, el moral de Europa.

      Y en éso, Merkel ha fallado. Quiere ser la Mamá de Europa, como ya lo es de Alemania (su popularidad es enorme). Un Bismarck femenino y protestante. Y ha comprometido la seguridad y la estabilidad de los salarios en Alemania por su nefasta política de inmigración.

      • Cuando Merkel deje de gobernar, ya veremos si el eje franco-alemán se mantiene.

        Alemania es un pueblo muy culto donde la Historia pesa mucho.

        Ese eje franco alemán tiene resonancias carolingias.

        Y cuando ese eje se deshaga se gestarán otros, posiblemente un eje con resonancia sacroimperial.

        Si Francia falla con las reformas de Macron, que harán un polvorín de Francia, y los líderes alemanes miran a otro país de peso, mirarán a España. Siempre estuvo en sus miras, hasta en las de Bismarck, implicado en la sucesión española tras el exilio de los Borbones que le llevó a la guerra con Francia.

  4. Bueno, bueno… Vale ya de echarle la culpa al rico, al vecino, al jefe… de todo lo que nos sucede. ¿Cuánto nos cuesta en términos de empleo, de crecimiento económico, tener diecisiete regulaciones diferentes para cada una de las infinitas actividades propias de la economía de un país moderno? ¿Por qué no eliminamos barreras económicas dentro de España? ¿Por qué no hacemos como en Alemania tiempo ha, y eliminamos Administración? ¿Por qué no recupera competencias el Estado como hicieron en Alemania? ¿Por qué no copiamos su sistema de Formación Profesional? ¿Por qué no copiamos sus sindicatos?

    Ya vale de pensar que nuestras penas son las alegrías de otros; que la riqueza de unos es la causa de nuestra pobreza. Basta ya de creernos menos que nadie, de asumir que somos las víctimas.

    Cierto es que los tipos de interés en los noventa favorecieron mucho a Alemania pues debía hacer frente a reunificación, pero, oiga, en España no escuchaba yo a nadie quejarse de los intereses bajos de las hipotecas, por poner un ejemplo. Y aquí es donde no estoy de acuerdo con Afrofilipino, a quien felicito por su comentario, da gusto leerlo. Los tipos bajos, precisamente, son más dañinos para nosotros que para Alemania porque nosotros somos unos manirrotos. Unos tipos no digo altos, pero sí más altos que los actuales nos hubieran obligado a gestionar mejor nuestros recursos. En cambio, unos tipos bajos nos están llevando de la mano de nuestros políticos a una ruina aún mayor y a condenar a nuestros hijos y nietos a pagar nuestro despilfarro. Y eso no es justo, pues nosotros tenemos unos servicios que ellos nos pagarán pero que, probablemente, no disfrutarán.

    • Hasta los tipos bajos tienen una causa alemana entre otras. Alemania tiene pavor a la inflación porque la sufrió en entreguerras. Esta obsesión por el control de la inflación y por tanto por la tasa de interés (directamente proporcional),es muy de los alemanes.

      Yo admiro a los alemanes, y especialmente en materia política y económica porque protegen los intereses comunes frente a los particulares de los partidos. Ellos centralizan porque como piensan todo muy bien creen que ello redunda en la cohesión nacional, siendo un estado federal. Económicamente han logrado perfeccionar y crear el Estado Social de Bienestar, pues mantienen un gran equilibrio entre el interés del mercado y el interés social. Aunque su estado social es poco sostenible por la masiva demanda de ayudas sociales por una inmigración descontrolada y unos sueldos que se han liberalizado demasiado. Su superávit comercial está financiando su Estado social enormemente caro.

      Alemania es el Estado modelo de Economía social de Mercado, y creo que es el modelo para España aunque aquí lo hemos copiado siendo un país más pobre.

      En términos de eficiencia, la gran empresa española es asimilable a la alemana, en profesionalidad y preparación también. En cuanto a la Administración nuestra burocracia es eficiente como la alemana incluso diría que más en el ámbito tributario porque aquí tenemos una tasa de informatización entre las primeras del mundo. Sin embargo, la dirección de la Administración es comparativamente mediocre en comparación con la alemana.

      En Alemania se tiene la confianza de que cada uno hace y trabaja, y paga los impuestos que se esperan de él (aunque está subiendo el fraude por esa descontrolada caída de salarios). Y se espera que la clase dirigente actúe con la eficiencia, profesionalidad y honradez que se espera de ella, aunque empiezan a tener casos de corrupción llamativos.

      Aún así, Alemania es un modelo a imitar. Para mí es el país en el que por excelencia se enseña a pensar. Su modelo educativo es bueno. Las letras están muy valoradas, la religión es considerada como un fenómeno positivo en la formación ética de la persona, se adaptan a las necesidades de investigación de la empresa muy presente en la Universidad.

      Un defecto, les cuesta improvisar, y por ello cojean ante la resolución de problemas.

      Los españoles podemos ser trabajadores más completos cuando la formación es buena. Sabemos trabajar mejor bajo presión, y poseemos mayor talento. La creatividad es algo más propio de los países mediterráneos.

      Si no son prepotentes, de los alemanes como socios se puede uno fiar y aprender mutuamente. Y además no tenemos prejuicios históricos entre ellos y nosotros.

      Podemos trabajar muy bien con ellos.

      En Mallorca las empresas mixtas son exitosas.

      • Básicamente es así, la economía social de mercado encuentra su referencia en Alemania, con la dificultad y el mérito añadidos de ser un país y un mercado bastante grande. Es un éxito alemán y europeo, con todas las deficiencias y posteriores correcciones que siempre son necesarias. Además de combinar redistribución y competitividad, alcanzan el equilibrio territorial con un sistema de contrapesos bastante envidiable que hace del federalismo un sistema a imitar, al menos yo, en comparación, echo de menos la ocasión perdida que supuso el decepcionante y fallido sistema de financiación autonómica
        Por otro lado, tampoco quiero desmontarle el artículo a Marcelino a base de simplificaciones. Él escribe artículos sobre la base de la reflexión y nuestros comentarios son algo más simple pero, en cualquier caso, desde que el capitalismo tiene un carácter monopolístico internacional y los mercados financieros especulativos tienen prevalencia sobre los de bienes y servicios, y eso no es de ayer, ni de antes de ayer, es posible que la microeconomía (nosotros) sufra las consecuencias de las decisiones macro (mercados internacionales). Ante eso…los gobiernos sí que es verdad que podrían hacer más… y en el concierto internacional unos gobiernos más que otros.

  5. Con todas las virtudes que de quiera, de las que se ha hablado bastante, y bien, en los comentarios; Con la incorporación de grandes productores mundiales en los segmentos donde Alemania era reconocida, este país necesita un modelo como el que ha diseñado en la UE: Mercados cautivos y enorme superávit comercial para financiar su modelo social.

    Todavía a principios del 2.000. Los chinos reverenciaban a los científicos alemanes. Hoy sólo lo hacen formalmente, por educación.

    España no puede imitar al modelo alemán sencillamente porque los márgenes unitarios de sus productos son muy inferiores por falta de un valor añadido equivalente. Además los mercados no se ganan de un día para otro y con la reconversión de los años 80 España no solamente perdió potencial industrial, tiró por la borda algo fundamental, las habilidades técnicas de sus trabajadores. Esa tradición tampoco se recupera por arte de magia.

    Europa es un lugar imposible para conseguir la penetración de nuevos productos de alto valor añadido: 1º habría que desarrollarlos 2º habría que comercializarlos, algo harto difícil en un mercado habituado a lo alemán y compañía.

    Para su desarrollo España necesita entrar en nuevos mercados y, previamente, desarrollar productos de alto valor. Esto es imposible sin la colaboración activa del sector público.

    Hay proyectos teóricos preciosos, pero la clase política que tenemos es infumable. Todos los proyectos de los que hablo implicarían abandonar la servidumbre asumida dentro de Europa y sentarse a hablar de tú a tú. Por los motivos que sean, estamos lejos de conseguir algo así.

    • Por la experiencia vivida en primera persona acompañando a gente destacada, el primer obstáculo es el psicológico.
      Los españoles debemos recuperar la autoestima. Permitidme que utilice un tópico, pero a veces es la mejor forma de hacerse entender.
      Necesitamos recuperar ese orgullo español del que se hablaba en todas partes y en todo el mundo hasta mediados del XIX. Esa confianza en uno mismo que es el motor «sine qua non» de toda empresa, independientemente de su objeto.

      He de reconocer que, de poco tiempo a esta parte, percibo movimientos en ese sentido. En cuanto superemos esa tara psicológica, España dará mucho que hablar.

      Espero que no sea únicamente un bienintencionado deseo.

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