La Sexta se hace eco de la «precaria» situación de los temporeros en la provincia de Ciudad Real

Los servicios informativos de La Sexta se han hecho eco de la «precaria» situación en la que viven los temporeros en la provincia de Ciudad Real, en especial en localidades como Cinco Casas o Argamasilla de Alba, donde malviven «en casas patera, por las que pagan 100 euros por una cama y en las que conviven con hasta veinte personas, en viviendas abandonadas o en asentamientos».temporeros-la-sexta

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4 COMENTARIOS

  1. Lo cierto es que cerca de 15.000 personas transitan por España como parias. La mayoría proceden de Rumanía y Bulgaria. Es un problema humanitario y de salud pública.
    Uno de los progresos en la lucha contra la explotación laboral en el campo es la presencia creciente de los Inspectores de Trabajo en las fincas.
    En Castilla La Mancha, Inspectores y Sindicatos han acordado avisar primero a la Inspección y luego denunciar en lugar de hacerlo a la inversa, ya que se encontraban con que los agricultores prescindían a destajo de sus temporeros en situación irregular y todo lucía en orden cuando acudía el Inspector.
    Aunque visitar las fincas es una tarea difícil. Los Inspectores deben ir acompañados por una patrulla de la Guardia Civil ya que el recibimiento de los agricultores es muy hostil.
    Además, es casi imposible que alguien denuncie.
    La solución del problema de los temporeros pasa por respetar el Convenio del campo…….

  2. No tienen ninguna conciencia con los temporeros.

    Es una pena que la provincia salga en las noticias por estas situaciones.

    Mas inspecciones y si procede a sancionar.

  3. En este sector, del que tan orgullosos estamos, hay mucho aprovechado. Los primeros, las grandes empresas agroalimentarias que pagan el kilo por ejemplo, de sandía, a precios irrisorios que hacen que cueste más el agua que necesita la sandía que la sandía en sí.
    Eso, junto con una muy estrecha visión del ámbito cooperativista (salvo honrosas excepciones que las hay) y todo hay que decirlo, menos conciencia ética y moral que una mata esparto, hace que el agricultor explote a sus congéneres igual que antes explotaba mulas de carga.

    Luego siempre habrá quien diga que los españoles no quieren trabajar en el campo…

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