Las fiestas en honor a San Miguel de La Poblachuela no podía finalizar de mejor manera. Y es que con los huertanos, siempre hospitalarios, es fácil hacer buenas migas. Cientos de personas se han congregado en la alameda próxima al centro social de la pedanía para poner la guinda (o los torreznos) a dos fines de semana cargados de actividades que han gozado de gran participación.
La buenas migas de La Poblachuela

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Y es que los huertanos bien saben que las migas de pan a las dos vueltas ya están y las del pastor, cuanto más vueltas mejor.
Enhorabuena…..