Los otros, el otro o la otra y así

Manuel Valero.- No sé si está en el manual del político vocacional (o profesional) o si se estudia como materia en los cursos de formación para futuros candidatos, no lo sé, pero hay una costumbre inveterada, un mecanismo de precisión autómata que consiste en hablar antes y más y mal del otro, o de los otros, o la otra, o sea, de los adversarios, que de uno mismo/a, o del partido al que se pertenece o del proyecto que se defiende. 

Claro que se alude a ello porque sería absurdo en caso contrario, pero tocando a vísperas de urnas los actores del universo político salen a la palestra para despacharse contra los otros o el otro, lo primerito, como si tuvieran la perentoria necesidad de desguazarlo ante los ciudadanos, y reiterar hasta el hartazgo sus deficiencias y sus carencias. Las de los otros, o del otro, o la otra.

Basta con echar un vistazo a la prensa provincial para darse cuenta de ello. Los titulares que acompañan la fotografía del político declarante (hay un exceso de periodismo declarativo) suelen ser un lugar común que de puro cansancio de materiales carecen de la fuerza necesaria para causar el efecto que se busca. Los propios receptores de los aguijones  se los suelen quitar como quien se revienta un grano.

Da igual bajo que marca se lancen a la esgrima de la declaración, contradeclaración y dos huevos duros: primero cañita brava a los otros y luego un tercio a la salud del declarante y de los propios que son los vigilantes auténticos de las especias primordiales. Forma parte del juego democrático, diréis y lleváis razón, máxime en días que huelen a papel listado, a movimiento mitinero y a elecciones pero también la madurez democrática, los años pasados, los nuevos tiempos  pueden ser utilizados para un cambio de modelo sobre el que imprimir el mensaje.

Las redes son prueba de ello, el nuevo medio, y el medio es el mensaje. Comprobad que cuando un político las utiliza es para hablar de los otros, o de la otra, mal, fatal, o sea. Casi nunca se refieren a su trabajo o a su alternativa o a su propuesta y si lo hacen lo mezclan o lo citan en segundo plano una vez que se han despachado bien, se han quedado a gusto y han considerado que han dejado a los otros, al otro o a la otra, con más magulladuras que Mortadelo y Filemón.

Todos sabemos que en campaña electoral juegan muchos factores: los de calado, o sea, el proyecto político que se presenta a los votantes y su explicación y el equipo que acompaña al ciudadano, y los mediáticos, la escenografía, el atuendo, la entrada en el telediario, la recurrencia verbal  generalmente para burlarse de los otros, el otro o la otra, el envite de última hora, y la frase  que luego servirá de titulares a los medios y como pie de paso a las tertulias.

Generalmente en campaña los factores secundarios, esto es los mediáticos, o sea los principales,  suelen ocupar buena parte del tiempo del candidato cuando está en el punto de nieve ante el aforo entregado. Me temo que las elecciones generales serán una batalla campal en la que los aspirantes se dedicarán más a asustar al censo (electoral) relatando el listado de tragedias griegas que asolarán mi querida España, esta España mía, esta España nuestra (versión censurada) o esta España viva, esta España muerta, tal  y como la escribió Cecilia, según sean las manos en las que caiga este reino republicanizable.

Yo ya tengo dicho por ahí que no me esperen en abril salvo si encuentro en algún programa de mano, de esos que ceban los buzones por estas fechas, mi medida fetiche: planes de choque mental contra la telebasura, lo cual va a ser bastante improbable.

En fin que si uno fuera candidato, sobre todo a las municipales, no perdería ni un segundo en hablar de los otros, sino de los míos (mi equipo) y de lo que quiero hacer, ahora sí, para los otros, vosotros ustedes como dicen en Sevilla, los ciudadanos. Aunque los otros me dijeran perro judío. Ni caso. Lo que quiero hacer y voy a hacer si gano las elecciones, mis prioridades, propuestas novedosas y creíbles, tesón para materializar los compromisos, reconocimiento de las dificultades y los errores. No se trata de la perfección humana sino de la humana imperfección que decía el místico. Un discurso a la vez osado y pragmático que huya de la oquedad de las palabras grandilocuentes. Incluso con un poco de humor.

El lunes, la candidata a la alcaldía de Puertollano por el PSOE, Isabel Rodríguez llamó a sacudirse la modorra, a elevar un poco la autoestima y a no dejarse llevar por los cenizos, no citó a nadie en concreto, de modo que todo dependerá de quien se dé por aludido. Pero resultó gracioso, un poco autocrítico desde el punto de vista del paisanaje, no agrio. El candidato socialista a la Junta, Emiliano García Page envidó con una medida en positivo al mes  para Puertollano. ¿Una? Uno se pregunta que por qué no dos o ciento dando por hecho que aquello que se decida en un gobierno castellanomanchego presidido por un socialista siempre será positivo para nuestra ciudad, tanto si la gobierna Isabel Rodríguez  como manda otra persona.  Y finalmente, Orlando Porras, el candidato al Congreso y a la Junta por el partido centrista UDEC, por eso de si falla Madrid siempre nos quedará Toledo, ha avisado que no prometerá nada. Tampoco es para tanto, que ya lo dijo aquel: hay que prometer lo que se puede.  Los políticos más que prometer deben comprometerse que no es lo mismo.

De modo que apostemos por una campaña sin (alusiones a) los otros, o las justitas como una salpimienta que remata el plato. Podría ser una campaña desconcertante, un poco sosa, sorprendente.  Pero lo que sorprende, la mayoría de las veces, suele ser más atractivo.

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12 COMENTARIOS

  1. Una campaña electoral limpia, sin ofensas ni insultos. Que hable bien de los ciudadanos y se comprometa con ellos.
    Làstima que las ‘derechas’ no sepan comportarse ante este escenario……

  2. Don Manuel, leyendo este artículo me recuerda lo que dijo Pérez Reverte cuando fue entrevistado por Évole, que se lo escribo para que no tenga que buscar el vídeo:

    «En este país somos más reaccionarios que revolucionarios. En este país confundimos cabreo con crítica, con análisis critico. Con revolución… El cabreo no lleva a ninguna parte. Como el cabreo no va acompañado de un análisis crítico, no va acompañado de un debate intelectual, no va acompañado de unos razonamientos organizados y sistemáticos y eficaces porque no tenemos la preparación para hacerlo, nos quedamos en el cabreo nada más. Nos han manipulado tanto tantas veces que hasta de lo que podemos estar orgullosos lo usamos como arma arrojadiza, como elemento de discordia. Que en vez de ser elemento de unidad es elemento de confrontación… Somos del conmigo o contra mí. El español es muy consecuente con sus odios y con sus amores. Sobre todo con sus odios. El español odia más que ama… vota más contra que a favor»

  3. Yo veo más bien un país de gente normal, con elementos realmente estúpidos y pasados de vueltas, algunos de los cuales tienen micro a mano o un teclado y mucho tiempo libre.

    Como siempre decimos, la España real está fuera de aquí. No son fascistas escondidos detrás de un teclado rabiando porque nunca van a conseguir una Grande y Libre, o funcionarios aburridos intentando evocar a Hitler en horario de trabajo desde un ordenador público.

    Ahí te dejo esta bomba. Prometo no responder a ningún insulto. Ya sabes que estoy siendo bueno.

    Ganicas de que llegue el 29 para poder tomarme una cerveza y decir: España ha vuelto a dejar claro que es un gran país.

  4. Manuel, has leído esto?

    Casado pide a Vox que no se presente en circunscripciones pequeñas para evitar la fragmentación del voto de la derecha. EL país.

    Me meooo….los unos, los otros, y la madre que los parió a los tres, que dice mon père.

    Solo falta que se lo pida también a Sánchez, por el bien de España. Si es que no hay como haber estudiao en Harvard.

  5. Lo que estoy disfrutando con el Gran Hermano facha está temporada:

    Casado pasa al ataque contra Abascal: “Se esconde en las redes y no tiene proyecto de España”

    Jajajaja. Se matan, que todos tienen escopeta para ir a la finga (con g) a cazar….

    Por cierto, Casado define a la perfección a los trolls de MCR.

  6. Gran hermano facha es un no parar:

    Esperanza Aguirre: «La corrupción ha manchado a todos los partidos y esto a los ciudadanos les ha deprimido mucho».

    Decidme qué lo habéis podido leer entero sin hervor de sangre. Jajajajaja.

  7. Me meé:

    El Partido Popular ha utilizado las figuras de Epi y Blas para atacar a Vox y PSOE. En un vídeo difundido a través de las redes sociales y grupos de WhatsApp.

    Al más puro estilo Trump.

    Necesito que Ignatius Farray monte ya un partido y esto reviente. Jajajajajaja.

  8. Empezamos bien el día, los que madrugan:

    Díaz Ayuso, del PP, se sirve de un coche oficial de la Asamblea de Madrid para hacer campaña sin ser diputada.

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